martes, 11 de agosto de 2009

Occiundo,a

(Adjetivo. Del latín occidere = caer)

Si el oriundo es, según el diccionario la RAE, aquel que tiene su origen en algún lugar, el occiundo es quien tiene su muerte en algún lugar.

A veces deseamos saber no sólo de dónde viene una persona, sino también dónde murió. Podemos preguntar: ¿De dónde es oriundo y occiundo San Martín?

lunes, 10 de agosto de 2009

Optoparoncio

(Del griego optasía = aparición, visión y pareltontikós = pasado)

Objeto que se ha vuelto inútil porque forma parte de proyectos que se han tenido en el pasado y se han abandonado.

No se trata de ronodetros ni de propratos. Los primeros se conservan sin motivo; los segundos se conservan debido a su utilidad futura. Los optoparoncios, en cambio, ocupan un lugar en nuestras casas debido a una utilidad que pertenece a alguno de los mundos posibles por los que no hemos transitado.

Ejemplo 1: Cuando se nos estaba cayendo el pelo compramos un tratamiento capilar. Por pereza, no realizamos el tratamiento y con el tiempo quedamos completamente calvos. Los frascos del tratamiento capilar siguen ocupando un lugar en el botiquín. No son completamente inútiles -a alguien le podrían servir-, pero ya no nos sirven a nosotros.

Ejemplo 2: Usted en algún momento de su vida quiso ser disc jockey y se compró una mezcladora de sonido o un preamplificador, pero luego decide no trabajar de eso y, por lo tanto, no compra nada más. Esos aparatos quedan en su casa convertidos en optoparoncios, guardados en un placard en su casi intacto envoltorio original.

Ciertos objetos nos suscitan un problema de clasificación semántica: la guitarra que hemos abandonado en el placard, o el atril y los pinceles que dejamos en el galpón del fondo, ¿son optoparoncios? En algún sentido sí: si ya hemos decidido nunca más tocar guitarra o pintar, los instrumentos se convierten en optoparoncios. Pero si los guardamos con la secreta esperanza de algún día retomar por el camino artístico, entonces dejan de serlo. Cualquier objeto al que conservamos en vista de su utilidad futura (real o imaginaria) no puede ser optoparoncio. Por lo tanto, el hecho de que algo sea o no optoparoncio depende de la intencionalidad que una persona proyecta sobre los objetos que la rodean.
Cuando un padre dice a su hijo: "¿Para qué guardás esa guitarra si nunca la tocás? ¡Está ahí para juntar mugre!", le está diciendo: "Harías bien en admitir que tu guitarra se ha convertido en un ominoso optoparoncio, a despecho de lo que quieres hacernos creer a nosotros tus padres y a tí mismo". O, de una forma aun más rebuscada: "Optoparoncio escualiforme es lo que tienes y pronto tomará el destino de los nedrictos que mueren por oxcidio "

La diferencia entre "nedricto" y "optoparoncio" consiste en que los primeros son un tipo de basura, mientras que los segundos sólo son inútiles para su dueño.

jueves, 6 de agosto de 2009

Ronodetro

(Sustantivo. De la expresión latina "hanc rem non detrudit": esa cosa no se tira)

Objeto inútil que se conserva sin motivo.

Mientras los propratos se conservan en vista de una posible utilidad futura de sus piezas, y los souvenires de casamiento se guardan debido a su valor afectivo o estético, los ronodetros simplemente están ahí. No tienen función, no se cree posible asignarles una y ni siquiera se repara en ellos.
A veces están en medio de otros objetos que sí tienen utilidad y se camuflan con ellos. Esa ingeniosa estrategia, sumada a nuestra pereza, hacen que los ronodetros tengan una supervivencia insólitamente prolongada.
Sabemos que un día hay que hacer limpieza y que ese día deberán irse para siempre de nuestras vidas. Pero los ronodetros nunca son los primeros en una lista de aseo porque -a diferencia de los planelocios- suelen tener un lugar estable y definido.

Los ronodetros más frecuentes son los bolígrafos que no andan. Es normal que en los escritorios haya cuatro o cinco bolígrafos, y entre ellos, uno que no funciona. Nuestra primera reacción -al notar que no escribe- es dejarlo a un lado y buscar entre los otros tres o cuatro hasta dar con el que sí funciona. Luego de escribir, juntamos a todos -el que no funciona y los que sí funcionan- y los llevamos nuevamente al lapicero o al cajón del escritorio.
Otros ronodetros son las cucharitas rotas -junto al resto de los cubiertos que están sanos-, las herramientas oxidadas en el cajón -junto con otras herramientas que no estan oxidadas- y los frascos de cosméticos, productos de tocador o medicamentos que se acumulan sin uso en el botiquín, de los cuales ya no estamos seguros de su efecto (tal vez hace un lustro que están en ese lugar) y no reparamos en que están allí, ocupando un espacio importante.
La lista puede continuar de manera indefinida.

Hay veces en los que identificamos a los ronodetros y los sentenciamos a muerte. Son días en los que, además de esa, podemos tomar otras decisiones importantes. Como renunciar al trabajo, declararle amor a la vecina o suicidarnos.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Propriorismo

(Sustantivo. Del latín pro = en favor de y prius = primero. Adjetivo: propriorista)

Actitud de señalar con insistencia prioridades que no son tales.

"Tenés que pintar esta pared", dice el propriorista con tono de grave sentencia y dictamen inapelable. No se da cuenta de que la pared despintada es el último eslabón de una larga cadena de refacciones previas. El propriorista insiste: ¡Hay que pintar! ¡No puede ser que hayan pasado tantos meses y no hayas pintado la pared! ¡No es tan caro!. Siente que está dando un consejo genuino y de fácil cumplimiento, y no se explica cómo al dueño de la pared no se le ocurrió pensar en eso como una prioridad suma.
Muchas veces el propriorista no ve que uno ha invertido grandes esfuerzos en otras prioridades. Si compramos el televisor pero no compramos la mesita, nos dirá: ¡Tenés que comprarte una mesita!. Si compramos la mesita y el televisor, pero no el reproductor de DVD, el propriorista lo señalará con insistencia. ¿Y si tenemos todo pero no el home theater? ¡Pues allí estará el propriorista para señalarnos que nos falta algo, que es urgente y muy necesario tenerlo y que no entiende cómo no lo tuvimos en cuenta!

martes, 4 de agosto de 2009

Condesilia

(Sustantivo. Del latín condo = esconder, fundar y desilio = saltar hacia abajo)

Tendencia de ciertos objetos a caer en lugares virtualmente inaccesibles.

Cuando se nos cae al suelo la tapa de un frasco, una goma de borrar, una pelota o un llavero, es casi imposible evitar que se escabulla debajo del sillón, de la mesada o de la heladera. Gracias a la condesilia, ningún objeto quedará al alcance inmediato de la mano o de un leve estirón del antebrazo: es necesario agacharse, escudriñar rincones, tantear en una oscura profundidad y, a veces, desistir. El objeto ha quedado debajo del horno, bien en el fondo, allí donde ni un palo de escoba puede llegar. Otras veces cae debajo de un mueble que está detrás de otro y, para poder sacarlo hay que correr un pesado sillón, para lo cual previamente se debe correr una mesa, dos jarrones y un modular con cristalería fina. A veces no vale la pena tanto esfuerzo.
Lo curioso es que esos objetos tienen una condesilia tan fuerte que, una vez que los hemos recuperado, si se llegaran a volver a caer, volverían a quedar en otro lugar tan inaccesible como el anterior.

Gracias a la condesilia podemos perder un objeto sabiendo dónde está.

La calsulecia es una forma atenuada de condesilia.

lunes, 3 de agosto de 2009

Nosivuá


(Adjetivo. De las expresiones "no, si va a..." y "no, si voy a")

Dícese de ciertas respuestas que, con ironía, recalcan el carácter obvio de una pregunta.

Existe una gran cantidad de chistes breves cuyo remate comienza con un "nosivuá". Típicamente asociado con la provincia de Córdoba, Argentina, el nosivuá es un juego retórico picaresco que responde con ingenio a una pregunta. Por lo general, la respuesta que sigue al "nosivuá" es un remate absurdo o altamente improbable. Ese remate hace ver lo contradictorio que sería aceptar la negación de lo que se pregunta, por lo que debe inferirse que la evidente respuesta es "sí".

Veamos un ejemplo:
Si un pariente nuestro tuvo una lipotimia, llamamos al médico y llega a nuestra casa un hombre con un delantal blanco, estetoscopio y portafolios con una cruz roja, se puede suscitar el siguiente diálogo nosivuá:

- ¿Es usted el médico?
- Nosivuá ser el sodero.


De acuerdo a la definición que hemos dado, una respuesta nosivuá no necesariamente debe comenzar con la expresión "no, si voy a". Ejemplo de respuesta nosivuá sin expresión típica puede ser:

A- ¿De qué están hechas las bombas de papa?
B- Están hechas de fideos.


La respuesta es irónica y trata de reducir al absurdo la pregunta; por lo cual puede considerarse "nosivuá".

(Cuando busqué el término en internet para corroborar que esta palabra no haya sido definida, me encontré con que el único lugar en el que se la utilizó fue en esta entrada del blog de Esteban Podeti, en un comentario)

Actualización: a pesar de que -para mi sorpresa- este término apenas aparece en internet, los lectores Lale y Unser han dejado dos comentarios muy ilustrativos acerca de la difusión y acuñamiento de este término que luego se convirtió en marca registrada de Córdoba. Por eso, esta palabra queda en una cuarentena semántica y en cuanto aparezca un diccionario de modismos que la incluya, deberá irse de Exonario. El señor Unservidor agrega y corrige aspectos de esta definición. No se pierdan su aclarador comentario.

viernes, 31 de julio de 2009

Monogorar

(Verbo. Del griego monos = uno, único y agoréuo = hablar. Adjetivo: monógoro,a)

Insistir en hablar con una sola persona en una reunión.

Mientras el superfante desea acaparar todas las miradas y todas las atenciones, el monógoro busca a un interlocutor y lo persigue de manera incansable. Su conversación está dirigida únicamente a su víctima: hace chistes que sólo ella podría entender y cuenta historias en las que falta mucha información para que los demás se queden afuera. Si alguien intenta entrar en ese cerrado círculo conformado por el monógoro y su víctima, no conseguirá hacerlo: el monógoro ignorará los comentarios de este tercero e iniciará una conversación que a ese tercero nunca podría interesarle y en la cual no tiene posibilidad de intervenir.

Un ejemplo. A es el monógoro que se encuentra con B en una reunión. B está sentado alrededor de una mesa junto con otras diez personas que intercambian palabras. A busca un lugar en ese grupo, pero en vez de compartir su charla con las diez personas, sólo se dirige a B. B intenta escaparse, tratando de reconectar sus palabras con las del resto del grupo. Pero A sacará algún tema quizás polémico que sólo pueden entender A y B. Si C intenta entrar en ese grupo, el monógoro no le dará lugar; continuará monopolizando la atención de B e ignorará la presencia de C.

Palabras relacionadas: nefascordio, osunocer, onfaloquio, subafar.

jueves, 30 de julio de 2009

Alicuabio

(Sustantivo. Del latín aliquis = alguien y habeo = hay)

Desconcierto que produce darse cuenta de que ha quedado encendido un artefacto en nuestra ausencia.

Fuimos al supermercado y dejamos el televisor encendido en casa; nos acostamos a dormir y dejamos la luz del baño encendida; salimos de vacaciones durante un mes y cuando volvemos descubrimos que hemos dejado la hornalla prendida y la pava puesta para el mate. En estos tres casos, el descubrimiento nos produce una extraña sensación de sorpresa; por un instante -menos de un segundo- suponemos que alguien ha ingresado a casa durante nuestra ausencia. Sin embargo, es mucho más desconcertante darse cuenta de que ese alguien es una parte de nosotros mismos que hace cosas y las olvida. Una parte de uno quería seguir mirando televisión o leyendo revistas en el baño. Una parte de uno mismo no quería irse de vacaciones; sólo deseaba tomar unos mates.

Según la etimología del término, "alicuabio" significa "hay alguien". Durante todo el tiempo en que la luz, el televisor o la hornalla quedaron encendidas, es como si una parte de nosotros mismos estuviese allí. El alguien al que se refiere el término soy yo, pero es un yo extraño y ajeno que se desdobla de mi cuerpo y habita en lugares en los que mi yo de siempre no está.

¿Qué estoy haciendo yo en la habitación del fondo donde dejé la luz encendida? ¿Para qué quiero estar allí sin mi cuerpo?

miércoles, 29 de julio de 2009

Queroloquio

(Sustantivo. Del latín quaero = inquirir y loquor = hablar)

Relato interrumpido por las preguntas innecesarias, accesorias o retóricas del propio narrador.

Muchas personas necesitan una continua aprobación de su interlocutor: no hacen un relato de corrido porque intercalan pausas, preguntas o guiños paralingüísticos para que su interlocutor se vea obligado a decir algo.
"Ayer fui al médico porque me empezó a doler... ¿cómo se llama? ¿Metacarpio? (pausa)".
La pausa fuerza al interlocutor a dar alguna respuesta.
A pesar de su tono interrogativo, a veces la pregunta no es una genuina pregunta sino una afirmación que requiere asentimiento: "Te voy a contar la historia de Raúl. La última vez que lo vi se estaba volviendo bastante zurdito... Porque viste que ahora desde que están los Kirchner se vinieron los zurdos a lo loco... (pausa)"
También puede haber preguntas que fuercen una "respuesta de atención". Por ejemplo: "Yo te voy a explicar cómo es esto, ¿me oís? (pausa), bueno, mirá, ¿estás mirando? (pausa); ahora te cuento para que sepas cómo se preparan los ravioles, ¿me escuchás? (pausa); agarrás la harina, la mezclás con el agua, ¿me vas siguiendo? (pausa)". Las molestas preguntas sólo tienen el objetivo de corroborar que el oyente está siguiendo atentamente los pasos de la instrucción; no son realmente preguntas.

El queroloquio es difícil de soportar porque requiere de una activa participación del oyente.

lunes, 27 de julio de 2009

Circunomio

(Sustantivo. Del latín circum = alrededor y nomen= nombre)

Objeto al que no se lo bautiza con un nombre, sino con una descripción.

Mientras para algunas cosas tenemos nombres "de una sola pieza", para otras sólo hay nombres compuestos de un sustantivo genérico y un adjetivo, o un sustantivo, una preposición y otro sustantivo. Estos nombres compuestos son descripciones; sirven como indicadores para identificar al objeto, pero no son propiamente nombres. Existe una multitud de objetos huérfanos de nombre pero fácilmente reconocibles por una descripción. En Exonario nos propusimos la tarea de dar nombre a algunos de ellos: el remolino de la cabeza ahora es un vorticipio. Todavía hay una enorme cantidad de objetos (y de especies de objetos) que aun no poseen su bautismo propio: "Trípode de pizza", "mapa de carretera", "mesa de cocina", "milanesa con puré", "mouse con ruedita".
Existen teorías según las cuales los nombres son abreviaturas de descripciones, y en ese caso el nombre sólo funciona por una cuestión de economía verbal. Sin embargo, según otras teorías, el nombre es una etiqueta a partir de la cual se pueden dar ciertas descripciones posteriores, pero dicho nombre no queda "casado" con ninguna descripción en particular.
Si tomamos en cuenta el primer grupo de teorías, la tarea de asignar nombres a los circunomios no tiene demasiado sentido (reemplazar "remolino de la cabeza" por "vorticipio" no representa una gran ganancia en nuestra economía verbal: es más fácil acordarse de la expresión "remolino de la cabeza" antes que de "vorticipio") Pero el segundo grupo de teorías es más interesante: un objeto queda definido por su nombre; luego las descripciones pueden variar e incluso podría haber mundos posibles en los que ese mismo objeto no satisficiera ninguna de las descripciones con las que comúnmente los asociamos. El autor paradigmático que trabaja con este tipo de teorías es Saul Kripke.

(Analícese la expresión "ese mismo objeto no satisface ninguna de las descripciones...": ¿sigue siendo "ese mismo objeto" a pesar de no poder ser descripto de ninguna de las maneras con las que lo asociamos? ¿Seguiría siendo un vorticipio algo que no pudiera describirse como "remolino de la cabeza"?)

viernes, 24 de julio de 2009

Proprato

(Sustantivo. Del griego pro = adelante y pragma = objeto, acción, utilidad)

Objeto al que se lo guarda porque puede "servir para algo".

Cuando se nos rompe un artefacto que contiene piezas, tornillos y accesorios, solemos creer que cada una de esas partes puede tener alguna utilidad futura y por eso las guardamos. Lo mismo ocurre con las tuercas, tornillos, carcasas de reloj, cajas o maderitas que nos encontramos en la calle o cirujeamos de un contenedor.

Los propratos pueden conformar su propio colocio. A veces, podemos guardar propratos dentro de una caja o un frasco. A veces, los propios propratos consisten en cajas y frascos. Al acopiamiento de cajas y frascos se la denomina cenotimia.

miércoles, 22 de julio de 2009

Estechico / Estachica

(Adjetivo)

Con estas palabras hacemos una excepción en Exonario: estas expresiones tienen uso actual en ciertos lugares de la República Argentina, pero no es fácil entender su significado.
Por lo que pude corroborar, no hay definiciones ni explicaciones de uso de estos términos.

En verdad no tienen significado sino contextos de uso. Se trata no de conceptos sino de pragceptos: palabras cuyo verdadero contenido es puramente pragmático.
"Estechico" y "Estechica" se usan como apelativos para referirse a una persona presente cuando no se conoce el nombre de esa persona, cuando esa persona es joven (o más joven que quien pronuncia esa palabra), cuando existe algún tipo de asimetría -social, económica o educativa, o las tres- entre ambos interlocutores y cuando no se tiene la menor intención de aprenderse el nombre del apelado.

Ejemplos de uso: Una señora entra en la verdulería y es atendida por un muchacho flaco y tímido. La señora comienza su pedido diciendo: "A ver, estechico, poneme tres kilos de papas blancas, pero que sean blancas de verdad, no negras lavadas".

Es posible que la mucama se enferme y en su reemplazo envíe a una amiga o a una parienta. Esa reemplazante jamás será llamada por su nombre ni por su profesión; suele ser común que su ama la llame gritando: "Estachica, estachica, limpiame otra vez los inodoros".

La sola proferencia de este apelativo conlleva un desprecio y una rebaja del interlocutor a quien va dirigida. La expresión "Estechico" sólo puede preceder a una orden inapelable y de ejecución inmediata, trabajosa y humillante. Jamás se trata con este apelativo a un médico, a un abogado, a un funcionario público, a un hombre de cuerpo apolíneo o a una mujer muy bella.

No existe el uso recíproco del "estechico / estachica", pues, como dijimos arriba, es necesario que haya una asimetría entre los dialogantes y que quien profiera el término sea el que se encuentra en la escala más alta de esa posición.

martes, 21 de julio de 2009

Sulcibio, a

(Adjetivo. Del latín assulto = venir saltando y cibus = comida, alimento)

Dícese del alimento de forma redondeada que posee una tendencia a salir expulsado del plato o de la bandeja cuando se lo intenta pinchar con un tenedor.

El huevo duro, el chorizo y las aceitunas son alimentos sulcibios.
Las uvas -o frutas pequeñas en general-, los cubitos de hielo y los caramelos también pueden serlo, pero no es común que se los intente pinchar con un tenedor.

lunes, 20 de julio de 2009

Parágelo,a

(Adjetivo. Del griego para = conjuntamente y geláo = reír)

Dícese de quien sólo se ríe porque cree que los demás también se reirán.

El parágelo suelta su carcajada en la mitad del chiste, cuando todavía no se dijo el remate gracioso. A veces, cuando realmente se quiere reír, trata de reprimir su deseo si se da cuenta de que quienes lo rodean no se ríen. Su risa es totalmente obsecuente y condicional.
El parágelo es muy afecto a la pauquirisa.

domingo, 19 de julio de 2009

Navagar

(Palabra y definición enviadas por Elizabeth Auster. Blog: Textualidea)

(De navegar y vagar)

Uso exclusivamente ocioso de Internet.

El usuario que navaga no consulta el mail laboral, no lee el blog corporativo, no visita sitios académicos ni se informa a través de los diarios on line de ninguna noticia que pueda ser útil para su vida cotidiana o sus negocios. Por el contrario, el empleado de recursos humanos acudirá a la mensajería instantánea para planificar salidas, el gerente entrará a sitios de juegos y pornografía, el profesor leerá los blogs de chimentos y el politólogo, el suplemento deportivo.

sábado, 18 de julio de 2009

Visitatlón

(Palabra y definición enviadas por Elizabeth Auster)

(Sustantivo. De visita y el griego athlon = competencia)

Seguidilla de visitas a amigos y parientes que se suceden cuando el individuo recientemente mudado a gran distancia de la ciudad de origen, visita su pago chico.

Durante un visitatlón se dan, uno tras otro, los compromisos sociales, se duerme poco, se come casi exclusivamente en restaurantes, y se regresa al nuevo hogar agotado, descompuesto pero feliz de ver bien a los amigos.

jueves, 16 de julio de 2009

Penitesis

(Sustantivo. Del griego penia = pobreza y thesis = afirmación)

Argumento tan pobre y contradictorio que desconcierta y desbarata una discusión.

Existen muchas maneras de poner fin a una discusión: cuando se da el reconocimiento de la verdad de una tesis, cuando se llega a una contradicción o cuando se inicia un enojo que termina a los golpes. Sin embargo, a veces uno se queda sin argumentos, pero no porque el oponente haya dado un argumento definitivo e inteligente, sino por la estupidez y pobreza de sus aserciones. En este caso, el argumento insólitamente pobre e inesperado se convierte en logolítico.

Dos personas discuten sobre religión. En un clima de polémica, A dice: "No puedo creer en una religión cuyos dogmas suponen la existencia de un ser superior vengativo". B responde: "Es que eso no es un dogma". Uno creería que el religioso debe apelar al dogma y tratar de justificarlo, pero si desde el principio admite que los dogmas de su fe no son dogmas, la discusión deja de tener sentido y uno no sabe muy bien cómo replicar.
Pongamos otro ejemplo. Dos personas discuten acerca de la calidad de un grupo musical. A dice: "Soda Stereo no tiene una música elaborada y sus letras no tienen sustancia". Si B es fanático de Soda Stereo, resultará insólito que su respuesta sea: "Es que Soda Stereo es un grupo comercial al que sólo le importan las ventas". Uno creería que un fanático no es capaz de decir una cosa así.

La pobreza de estos argumentos está dada por el hecho de que no sostienen la tesis principal que se supone deberían defender. Sin embargo, hay otros argumentos que son pobres y vergonzosos en sí mismos, y funcionan de una manera penitética, pues uno no sabe bien qué discutirle a quien esgrime tal argumento.
Veamos un par de vergonzosos argumentos de este tipo.
A dice que la teoría de la evolución de las especies es una quimera. B argumenta que la evolución es un hecho científico bien corroborado. A, penitético, replica: "Pero usted, ¿vio alguna vez que un mono pariera a un hombre?". Esta réplica muestra con mucha claridad que A desconoce incluso los principios más elementales de la teoría evolutiva y, por lo tanto, funciona como una penitesis.
A está hablando acerca del origen del lenguaje y afirma: "El lenguaje nació por una convención humana". B replica: "No es cierto, el lenguaje nos lo dio Dios". Acto seguido, agrega su argumento penitético: "Esto se llama mesa. ¿Cómo lo sabés? ¿Alguien te dijo que esto es una mesa? Eso prueba que Dios te dice cuáles son los nombres de las cosas"

El grave problema con los argumentos penitéticos es que, para hacer ver lo erróneo de su contenido se debe apelar a una larga discusión sobre supuestos previos, y para esa discusión es necesario aducir una gran cantidad de datos y exponer numerosos recursos didácticos, lo cual muchas veces es impracticable. Como puede verse, quien trata de refutar la teoría de la evolución respondiendo "usted nunca vio a un mono dando a luz a un hombre" necesita mucha educación antes de continuar discutiendo. A los efectos retóricos, nuestra imposibilidad de encontrar una respuesta elegante a la penitesis funciona como victoria del penitético. Cuando uno encuentra argumentos penitéticos en su interlocutor, le conviene dar la discusión por perdida y asentir sin agregar palabras. Gracias a la penitesis, uno descubre que nunca había valido la pena discutir con esa persona.

(Nota: he tenido muchas discusiones religiosas en las que mis oponentes apelaron a argumentos penitéticos; por caso: dos de los ejemplos de arriba provienen de diálogos reales: la del "no dogma" religioso y la del "mono que da a luz al hombre")

miércoles, 15 de julio de 2009

Dinómaco,a

(Adjetivo. Del griego deinós = asombroso, terrorífico y majé = batalla. Sustantivo: dinomaquia)

Dícese de quien jamás comparte el asombro ajeno.

"¿Podés creer que Juan se encontró mil pesos?" dice una persona. El dinómaco responde: "¡Mil pesos no es guita! Yo hace poco me encontré cinco mil". El dinómaco levanta la apuesta, o finge que el asombro del interlocutor es demasiado estúpido o que dicho asombro revela un desconocimiento fundamental acerca de cosas básicas del mundo. A dice: "José se compró por fin la casa", B, dinómaco responde: "Al final todo llega en la vida, no es para tanto". Una manera eficaz de ejercer la dinomaquia consiste en subsumir el caso particular del interlocutor en un universo muy grande o muy banal, de modo que eso que acaba de decir queda como un logro minúsculo y corriente. Si A dice: "Terminé la carrera de medicina con honores", B, dinómaco, responde: "Bueno, hoy en este país se reciben mil estudiantes con honores". Si A dice: "Ayer tuve una revelación divina; se me apareció la Virgen de Luján". B, dinómaco, dice: "Ah, mirá vos. En mi barrio ya veinte personas tuvieron revelaciones"

Curiosamente, el dinómaco muchas veces pretende que los demás se asombren de sus pequeños logros y de sus miserables golpes de suerte.

martes, 14 de julio de 2009

Chopatrepa

(Adjetivo. De chupa y tripa. Se aplica únicamente a personas del sexo masculino)

Hombre que se declara homosexual a pesar de que el amor y las experiencias eróticas con personas de su mismo sexo le resultan repugnantes.

El chopatrepa imagina que la vida de los homosexuales es glamorosa y llena de relaciones sociales. Por eso tiene una gran simpatía con la comunidad gay y realiza grandes esfuerzos por pertenecer a ella. Sin embargo, sólo le interesa la imagen superficial de mediáticos gays de clase media que pueden darse ciertos lujos como vestirse de forma llamativa pero con estilo; hacerse operaciones con famosos cirujanos plásticos, ser atendido por un peluquero y una manicure, vivir de fiesta en fiesta, tener un auto importado y pasear con una mascota pequeña, peluda, blanca e histérica. No desea ni por asomo tener relaciones con otro gay, y mucho menos podría enamorarse de él.

Conviene destacar que el chopatrepa no necesariamente se ve atraído por mujeres. Su estado es el de una indefinición de gustos sexuales que lo vuelve muy infeliz.

lunes, 13 de julio de 2009

Yanún

(Adverbio. Del latín iam = ya y nunc = ahora)

Los adverbios "ahora", "ya" y "enseguida" son usados de una manera sumamente ambigua. El cartel de "enseguida vuelvo" de un local comercial nos está anunciando que el vendedor puede tardar en regresar dos minutos, media hora o tres horas. Lo mismo ocurre con los términos "ya" o "ahora": "ya estoy llegando" puede significar "llego en cinco minutos" o "en tres días estoy allí". "Ahora voy a estudiar una carrera" no implica que en este preciso momento se esté ingresando en la facultad; ese "ahora" puede referirse a un tiempo que se extiende por varios meses o incluso años.
Para evitar esta ambigüedad, proponemos el término yanún que significa "ahora inmediatamente", con un desfasaje no mayor a unos pocos minutos.
Diez minutos de demora ya no son yanún.

Yanún y cominsumismo son conceptos antónimos.

domingo, 12 de julio de 2009

Decamerochateo

(Palabra y definición enviadas por Julio David Auster)

(de "deca" diez y "hemeron" días, ambos del griego más "chateo"):

Chateo que dura diez días y que involucra a diez personas que se comprometen, cada una de ellas, a inventar un cuento ingenioso cada día, hasta totalizar cien cuentos.

El chateo nos mantiene unidos aun estando separados; de esa manera alegramos nuestro tiempo y paliamos la soledad. En 1348 la peste negra asoló el continente europeo, cobrando millones de víctimas. Según Giovanni Boccaccio, siete chicas y tres muchachos, todos florentinos, salieron de la ciudad para refugiarse durante diez días en la casa de campo de una de las chicas; allí se entretuvieron contando cuentos. Eso es el Decamerón, obra fundamental de la prosa italiana, que sirvió de modelo para Chaucer y para unos cuantos más.

sábado, 11 de julio de 2009

Peluchización


(Palabra y definición enviadas por Pablo Conte, Unservidor)

Proceso psíquico por el cual ciertas personas consideran a otros seres como si fueran muñecos de peluche.

Si bien tiene cierta semejanza con la "humanización" que algunos dueños hacen de sus mascotas, en este caso el trastorno se agrava pues ni siquiera los consideran humanos, sino criaturas nacidas para el abrazo, el pellizcón y la caricia, sin ninguna posibilidad para romper este hechizo.
La peluchización es responsable de ciertas actitudes anómalas por parte de los humanos que la padecen, que van desde la defensa extrema de moscas, hasta el abandono en la ruta de dobermans que se negaron a permanecer cachorros.

viernes, 10 de julio de 2009

Nefelobio, a

(Adjetivo. Del griego nephele = nube y bios = vida)

Dícese del ser que habita en las nubes.

Este término tiene un sentido figurado y un sentido literal.
En el figurado, los poetas modernistas han utilizado el término "nefelibata" (nefele = nube; batós = caminante) para referirse a la persona distraída, que no tiene los pies sobre la tierra. Con ese sentido también utilizamos al término nefelobio.

Pero el sentido literal es más interesante.
Desde tiempo inmemorial sobreviven historias acerca de lluvias de sapos, peces o arañas. Existe una teoría según la cual estos volátiles animales se crían en las nubes, o en lugares intermedios entre las nubes y la tierra llamados vorticarios naturales que consisten en fuerzas neumáticas en equilibrio que pueden retener y mantener en el aire algunos objetos sólidos de tamaño pequeño. Los animales que habitan ese vorticario se alimentan de insectos voladores o de musgos que crecen en el propio vorticario.

A veces un cambio brusco de presión hace desaparecer al vorticario y los nefelobios caen con fuerza hacia la tierra.

No debe confundirse un nefelobio con un etrobio. Mientras un nefelobio es parte de la biosfera terrestre, el etrobio está más allá de ella.

miércoles, 8 de julio de 2009

Bonomajo, a

(Adjetivo. Del francés bon homme = buen hombre)

Dícese de la persona a la que se considera buena y noble, pero cuya presencia se trata de evitar por todos los medios.

Hay ciertas personas de las que sólo se puede alabar sus virtudes. "Es un tipo excelente", "No sabés cuánto me ayudó", "Tiene un corazón de oro". Sin embargo, no queremos que ese tipo excelente esté presente en nuestras reuniones, en nuestra vida cotidiana o incluso en nuestro pensamiento. Es apenas un ejemplo irrenunciable en los diálogos con nuestros conocidos. Pero si sabemos que esa noble persona vendrá a visitarnos nos sentimos aburridos, fastidiados o enojados por su inminente presencia.
A veces nos fastidia la gran altura moral desde donde el bonomajo nos mira sin juzgarnos (somos nosotros mismos quienes nos comparamos y nos juzgamos). A veces sólo nos aburre tanta bondad y su nobleza nos inspira una biarexia mostafónea.

martes, 7 de julio de 2009

Logólisis

(Sustantivo. Del griego logos = palabra, discurso y -lisis = destrucción)

Utilización de una frase o palabra que indefectiblemente funciona como último argumento en un diálogo.

Dos contendientes pueden estar durante largas horas discutiendo acerca de lo que cada uno hizo, tratando de justificarse y dar argumentaciones para defender su acción o su inacción. Sin embargo, cuando uno de ellos ya no puede esgrimir la más verosímil excusa, todavía le queda un recurso. Puede apelar a una frase reveladora y terminante que deja en la más absoluta desnudez los propósitos y objetivos en disputa. "Lo que pasa es que estoy enamorado de vos", puede decir un hombre a una mujer para justificar la cantidad de estupideces y locuras que ha hecho. Los reproches esgrimidos hasta hace un momento se disuelven, iluminados por una motivación escondida que da una nueva luz al hecho y hace callar la disputa.
Otra clásica frase logolítica es: "Tengo una enfermedad terminal". Por supuesto, la logólisis es un recurso retórico; quien la realiza no tiene por qué decir la verdad.

Conviene aclarar que, al margen de ciertas frases arteras y estereotipadas, en cada discurso existe la posibilidad de apelar a logólisis que no pueden determinarse de antemano: serán dictadas por el contexto. "Lo hice porque me dolía la cabeza" puede ser una fuente de más reproches y más regaños; si lo dice alguien que ha sido operado de un tumor cerebral tal vez funcione como frase logolítica.
No puede decidirse de antemano cuál es la frase logolítica en un diálogo, aunque puede entreverse cuándo un dialogante tiene una intención logolítica.

lunes, 6 de julio de 2009

Atrelípico,a


(Adjetivo. Del latín ater = negro, oscuro y lipio = tener los ojos inflamados)

Dícese de quien tiene permanentemente los ojos entrecerrados y genera una sensación de temor y desconfianza.

El atrelípico tiene una natural expresión adusta y malvada; los niños y las señoras mayores le temen.
Las empresas de seguridad privada tienden a contratar a personas atrelípicas por la sola expresión intimidatoria de su ceño.
En el imaginario popular, los delincuentes sin código y los asesinos seriales son atrelípicos, se visten con ropa barata, están siempre nerviosos y jamás miran a los ojos.

Este término no se aplica a quien, voluntaria y ocasionalmente, frunce el ceño. Sólo se aplica a aquellos cuyos rasgos faciales condicionan de forma permanente la expresión fruncida y temible.

viernes, 3 de julio de 2009

Osunocer

(Verbo. Del latín ob- = por causa de; sub- = por lo bajo y nosco = conocer. Verbo intransitivo de segunda conjugación. Se lo utiliza con la preposición "con": "osunoce conmigo")

Dar por entendido que todos saben de quién o de qué se habla.

Uno llega a una reunión y escucha que se habla de Ariel. Ariel, el que dijo tal cosa; el que un día llamó por teléfono a alguien para invitarlo al cine; el que no pudo venir porque tenía que trabajar. Se cuentan anécdotas sobre Ariel, se lo alaba o vitupera pero jamás se nos dice quién es Ariel. Por alguna tácita razón, todos descuentan que uno ha captado perfectamente de qué Ariel se trata y por qué se lo menciona tanto. En ese caso, los asistentes a la reunión están osunociendo con uno.

Se osunoce frecuentemente con las citas de autoridad: "Como dijo Adalberto Peña Valdés, 'uno está bien si bien se cuida'". Quien hace esta cita, supone que Adalberto Peña Valdés es conocido por todos los que lo escuchan, a menos que se trate de un esnob que sólo cita para mostrarse más erudito que sus interlocutores.

También se osunoce cuando se utiliza una palabra o un nombre de objeto sin dar una explicación de lo que significa esa palabra o de qué es ese objeto. "En los pronombres personales del idioma español podemos encontrar el mejor ejemplo de las diferenciaciones entre nominativo, acusativo y dativo". Si no se explica qué significan "nominativo, acusativo y dativo", se está osunociendo con quienes escuchan la frase.

(No hace falta aclarar quién está en la foto porque todos lo conocen)

miércoles, 1 de julio de 2009

Conchupio

(Sustantivo. De con- y chupar)

Botella de muchos picos o vasija con varios sorbetes cuya función es permitir que muchas personas puedan beber de ellas.

martes, 30 de junio de 2009

Ceporsa

(Sustantivo. Del latín caepa = cebolla y persona = máscara)

Expresión facial de quien debe fingir una emoción que no siente.

Alguien que ha estado llorando y no desea ser descubierto, trata de imitar un estado de ecuanimidad o incluso alegría, pero algo en el rostro -no sólo las lágrimas- delata su tristeza. Lo mismo ocurre cuando, en medio de un ataque de ira o perinodia se debe fingir calma: algo en la mirada o un rictus en la boca, o quizás un tic nervioso delatan la pasión ahogada y mal disimulada. Aunque un observardor superficial puede creer en el estado emocional simulado, con un poco de perspicacia se puede adivinar el sentimiento camuflado bajo la sonrisa forzada y superficial.

El término "ceporsa" hace referencia a las múltiples máscaras con las que podemos revestir nuestra personalidad, al igual que las capas de una cebolla. Es curioso que la palabra "persona" tenga como significado "máscara" en latín. ¿Podremos mostrar nuestra personalidad desnuda, sin máscaras? Quizás eso sea como preguntar si podemos desnudar a la cebolla de todas sus capas.

lunes, 29 de junio de 2009

Taciloquio


(Sustantivo. Del latín tacitus = callado y loquor = hablar)

1. Gestos faciales que imitan el habla sin emisión de sonidos.

En esta acepción, el taciloquio es un fenómeno público y sirve a los efectos de una comunicación en secreto o cuando por cualquier motivo no es conveniente hacer ruido. Sin embargo, hay otra acepción desde el punto de vista privado:

2. Secuencia de pensamientos o representaciones que pueden hacerse sin necesidad de recurrir al lenguaje.

Algunas corrientes filosóficas suponen que el taciloquio (2) es imposible, pues toda nuestra actividad mental está teñida de lenguaje. Sin embargo, puede pensarse -como de hecho lo han propuesto algunos filósofos actuales, como Daniel Dennett- que por debajo de lo lingüístico existe un universo de pensamientos que son anteriores al lenguaje. Según esta visión, las personas, los animales e incluso los robots tienen un sistema no lingüístico de representación que, en algunos casos -tal como ocurre con las personas- puede decantarse en una formulación oracional, aun cuando dicha formulación lingüística no sea unívoca ni permita una única interpretación. En otras palabras, nuestros pensamientos subsisten independientemente del soporte lingüístico, y nuestras formulaciones lingüísticas no agotan el contenido del pensamiento.

viernes, 26 de junio de 2009

Hurgumento

(Sustantivo. De hurgar y argumento)

Explicación o argumento que incluye detalles escabrosos, excesivos e innecesarios.

Un médico podría informar a su paciente acerca de una ominosa enfermedad terminal que está padeciendo. Sin embargo, a pesar de que tiene la obligación de ser preciso, quizás debiera evitar -o amortiguar- la crudeza y el excesivo detalle de los procesos fisiológicos.

Una persona chimentera y morbosa es el paradigma de la afición por el hurgumento. Si el chimentero conoce que una vecina se separó, no dudará en difundir la noticia acompañada de pormenores de alcoba. La noticia inicial -la separación- se convierte en una excusa para bucear bajo la pesada alfombra de las interminables miserias cotidianas de una pareja.

En otro orden de circunstancias, un hurgumento es una justificación o proposición que se adjunta para explicar algo que no necesita ser explicado. Si una psicóloga pone, junto al informe médico en el que diagnostica "neurosis" la afirmación: "quiere acostarse con su madre", o si en el documento además de ponernos el sello de "eximido del servicio militar" agregan "por tener arco anal amplia e irreversiblemente dilatado" a lo que vuelven a agregar "es decir, le entraron con carne por popa", nos han escrachado con un impiadoso hurgumento.

jueves, 25 de junio de 2009

Ensarmentado,a

(Adjetivo. De en- y Sarmiento, prócer argentino)

Dícese de quien habla como si estuviese leyendo palabras para un acto escolar.

Los términos "engalanado", "laureado", "ornamentado", "preclaro", "simiente", "loor", "arrojo", junto con inusuales verbos de connotaciones bélicas y nacionalistas, son parte del léxico florido al que muchos docentes de escuela primaria recurren para escribir las glosas de los actos patrióticos.
Pero a veces esos docentes deben hablar ante una entrevista televisiva, o ante un grupo de padres, o ante el verdulero, y no encuentran mejor opción que declamar de manera cansina, con terminología anticuada y tono entre altivo y emocionado para dar un mensaje de paz, patriotismo y amistad, cuando quizás debían dar una información precisa y puntual:

Periodista: Señorita, ¿por qué cree usted que todos los alumnos del curso a su cargo se contagiaron de escarlatina?

Maestra (declamando, con un rictus de enajenada y levemente desesperada exaltación)
: Con holgura y alabanzas tengo en mi pecho el deber cumplido de anunciar que, como cuando se engrandece la patria con el esfuerzo, la perenne e incólume luminaria a la que me aferro es consecuente con las virtudes nobles por las cuales decimos albricias cada alba ante nuestra enseña patria.


Una reunión entre un biblofeta y un ensarmentado es sumamente aburrida.

martes, 23 de junio de 2009

Guiñeñé

(Voz onomatopéyica)

Balbuceo inentendible y a bajo volumen de algunos hombres cuando pasa una mujer.

El guiñeñé es el esbozo de un piropo guarango susurrado cerca del oído. A veces no tiene contenido semántico; es apenas un gruñido modulado, una expresión inarticulada de libido. Por lo general es oportunista; el guiñeñero no suele seguir a su víctima para acosarla con guiñeñés a lo largo de un camino, aunque por supuesto hay excepciones.

lunes, 22 de junio de 2009

Reliflojo,a

(Adjetivo. De religión y flojera)

Dícese de quien se considera devoto de una religión que no practica.

Se aplica con gran propiedad a los católicos no practicantes.
Muchas personas se consideran cristianos por sostener un par de rituales esporádicos: no comer carne en semana santa, exhibir cruces bajo la remera y bautizar a sus hijos. Si se les pregunta de qué religión son, no dudan en responder: "católicos". Sin embargo, una religión no es un club en el cual uno elige qué deportes practicar y cuáles no. O se cumplen todos los rituales prescriptos, o se está condenado por definición a ya no ser parte de la comunidad. Dado que la religión es una práctica continua y disciplinada, la nula, arbitraria o escasa participación en los rituales le quita todo sustento a la afirmación de pertenencia a uno u otro círculo religioso.
El reliflojo vive en ese limbo en el cual nadie lo condena severamente, pero él mismo tampoco se impone con fuerza y vigor cumplir con todos los rituales o retirarse de forma definitiva. Su posición, además de cómoda, es peligrosamente especuladora. En las discusiones de sobremesa, se pone de manera terminante del lado de los católicos (aunque él sea un caso límite); tiene algunas creencias indefinidas acerca del más allá, el perdón divino y el valor de una vida moral, pero en su cotidianeidad apenas hace honor de esas creencias. O, peor aun, da una interpretación sesgada, idiótica y retorcida de esos principios. "Yo soy católico, pero para mí los curas tendrían que casarse", "Yo creo en la biblia hasta por ahí nomás", "Cuando un cura dice que no hay que tener sexo, no lo dice de manera literal", "A misa hay que ir una vez por año, tampoco vas a ir todos los días". Exégeta indulgente de su propia consciencia, el reliflojo encuentra siempre una manera de juzgar como buenas sus propias acciones. Un católico comerciante que mantiene empleados en negro puede pretender que está haciendo algún tipo de caridad cristiana, pues "da trabajo a la gente". Ese mismo comerciante luego echará a sus empleados y creerá que les está "dando una oportunidad de encontrar algo mejor". El reliflojo es peligroso; si ocupa lugares de poder, su ingenuo optimismo moral y su autoindulgencia lo llevarán a cometer todo tipo de tropelías. Es una oveja descarriada pero no lo sabe -o finge no saberlo-, y se comporta con toda la prepotencia de quien se siente parte de una gran comunidad y avalado por ella. Por otra parte, la misma religión católica toma pocas medidas contra el reliflojo; ni lo reintegra ni lo excomulga por completo. Así, con ese silencioso pacto de yo-no-cumplo-con-el-ritual y tú-no-me-excomulgas, las religiones siguen su curso, los pastores fingen llevar un rebaño que no los sigue y los reliflojos dan rienda suelta a sus peores instintos con la convicción de que están formando parte de un universo de verdades universales y divinas.

¿Es peor un reliflojo que un religofrénico? Una misma persona puede ser ambos.

viernes, 19 de junio de 2009

Estaterorragia

(Sustantivo. Del griego státeras = moneda griega equivalente a cuatro dracmas, y régnynai = hacer brotar, romper)

Sucesivos pagos que deben afrontarse con una única fuente de dinero, la cual disminuye considerablemente hasta casi desaparecer.

Uno espera que llegue fin de mes para recibir el salario; pero en el preciso instante en que se cobra, debemos afrontar no sólo las deudas del mes anterior, sino también los gastos del mes que sigue y una multitud de gastos medianos imponderables: el gasista, el plomero, el auto que se rompió, el traje de lentejuelas para el acto de nuestro hijo y los regalos de cumpleaños de los parientes que cumplen todos juntos en el mismo mes. Después de esa poda, uno se queda con un salhilario y con la sensación de vacío e impotencia por saber que, una vez más, no se llegará a fin de mes.

Lo contrario de la estaterorragia no es el ahorro, sino el gasto moderado, pausado y no compulsivo.

Usos: "Nene, todos los días me pedís diez mangos, diez mangos de acá, diez mangos de allá... ¡Esto es una estaterorragia!"
"Carlitos, vas a tener que esperar hasta que cobre el aguinaldo, porque este mes sufrí una estaterorragia y no puedo pagarte"

jueves, 18 de junio de 2009

Glupotear

(Verbo. De glub = onomatopeya del sonido de algo viscoso)

Hacer sonar una sustancia espesa con los pies o con las manos.

Si chapotear proviene de la onomatopeya "chap" y su referencia es el sonido característico de las palmas en contacto con el líquido, a medida que la sustancia se condensa debemos modificar la onomatopeya inicial, pues el sonido cambia. En el dulce de leche, en la mayonesa, en la preparación para tortas antes de hornear o en el plástico semilíquido no se puede chapotear; sólo se glupotea.

Imagine usted que acaba de quedar atrapado en una habitación con cemento líquido llegándole hasta su pecho.
Usted chapotea para escapar.
El líquido se va condensando y empieza a glupotear.
Si cuando se seca el cemento usted puede aun golpear algo, estará tupoteando -el cemento endurecido hará un sonido de tup tup o algo similar.

¿Qué haría usted si el cemento se evaporara de repente? ¿Cuál es la onomatopeya por la que reemplazamos el "chap", el "glup" o el "tup" cuando se "golpea" una sustancia gaseosa?

miércoles, 17 de junio de 2009

Quirótafo,a

(Adjetivo. Del griego xeirós = mano y taphos = escondite)

Dícese de quien mantiene alguna de sus manos ocultas.

El quirótafo tiene una o ambas manos en los bolsillos, o las esconde detrás de su espalda, o las cubre con guantes. A veces lo hace sólo por una mala costumbre. Otras veces es una patología.

El quirótafo nunca es una persona de confiar.

martes, 16 de junio de 2009

Terfocario

(Del latín terreo = asustar y focus = hogar)

Habitación o rincón de una casa que provoca miedo.

En todas las casas hay un lugar en el cual uno no se siente a gusto de quedarse solo y mucho menos a oscuras. El galponcito del fondo con la puerta rechinante y lleno de telarañas; la habitación donde murió la abuela, la ventana junto al pasillo del baño por donde entraron ladrones, el cuartito sin ventanas y con piso de pinotea debajo del cual dicen que está enterrado el cuerpo del desaparecido inquilino anterior.
A veces el terfocario no posee una historia que lo vuelve temible. Puede no haber una razón especial para aborrecerlo, pero sin embargo no queremos estar allí. Si por casualidad necesitamos estar un buen tiempo en ese lugar, sentimos inquietud y estamos atentos, esperando que cualquier cosa nos sobresalte.

Es curioso que aun en los departamentos más iluminados, modernos y seguros hay un terfocario.

viernes, 12 de junio de 2009

Cordilectual

(Adjetivo. Del latín cor = corazón y legere = leer)

1. Dícese de la persona que se dedica a trabajos relacionados con los sentimientos.

2. Dícese de la persona que puede reconocer quién es cobarde y quién es valiente con sólo tener un mínimo contacto visual.


De acuerdo a la tradición grecolatina, el corazón es el asiento de las pasiones y de sentimientos nobles como la fortaleza y la valentía.
Mientras el término "intelectual" proviene de intus legere (el que es capaz de leer en la interioridad), el cordilectual puede leer todo lo que está relacionado con el corazón.

jueves, 11 de junio de 2009

Guachanlerno

(Adjetivo. Del inglés watch and learn = "mira y aprende")

1. Dícese de quien es incapaz de explicar algo con palabras y que sólo puede enseñar mostrando concretamente cómo se hace.

2. Dícese de quien sólo puede aprender algo si se lo enseñan con acciones concretas, porque es incapaz de entender con palabras.

El guachanlerno puede suplir su poca destreza con el lenguaje sólo si dispone de los elementos concretos con los cuales brindar (o recibir) su conocimiento. El grave problema es que sólo una mínima parte del saber puede comprenderse de manera suficiente con unos pocos ejemplos cercanos y visibles.

miércoles, 10 de junio de 2009

Vascorcer (se)

(Verbo. Del latín vastitudo = vastedad y coerceo = encerrar. Segunda conjugación irregular -como torcer-)

Quedar atrapado de forma ridícula e improbable en algún lugar.

Uno puede quedar vascorcido cuando, en el intento por abrir una ventana, queda entre la persiana y el vidrio sin posibilidad de salir. O cuando no encuentra la salida en un lugar que no necesariamente es laberíntico. O cuando alguna extremidad se atora en algo con lo cual la probabilidad de atorarse es mínima: la mano en la máquina expendedora de gaseosas, el pie entre las vías del ferrocarril o la cabeza entre los barrotes de una silla.

El término "vascorcer", derivado de "vastedad" y "encerrar" es un juego de palabras en el cual se expresa lo insólito del encierro en un lugar amplio y poco propicio para quedar atrapado. Etimológicamente, el término se parece mucho a excerrar.

martes, 9 de junio de 2009

Tribligar

(Verbo. Del latín triplicare = triplicar)

1. Doblar algo en tres partes.

2. Hacer que alguien vuelva a desistir de un propósito del que ya había desistido.

3. (Definición propuesta por el señor <-X-<): convencer a alguien de que haga aquello de lo que antes se le convenció de que no hiciera. (Los dos primeros comentarios del señor <-X-< son ilustrativos al respecto)

Doblegar proviene del latín duplicare y en ese idioma significa doblar. Tribligar significa doblegar por partida triple: volver a doblar lo doblado y vuelto a doblar. O, en otra acepción, volver a doblegar al que había sido muchas veces doblegado.

lunes, 8 de junio de 2009

Déltodo

(Sustantivo. De delta = ramificación cerca de la desembocadura de un río que imita la letra delta mayúscula del idioma griego, y del griego hódos = camino)

Multitud de posibles alternativas que desembocan en la realización de algo.

Mientras la palabra "método" se refiere a un procedimiento ordenado, el déltodo especifica que ese procedimiento no tiene por qué ser único, y la realización -si bien similar- no debe restringirse a un único camino. Mas bien, la palabra "déltodo" hace alusión a la multiplicidad de vericuetos por los que debe abrirse camino la acción humana y la búsqueda de la verdad.

Las personas que utilizan déltodos son deltódicas.

viernes, 5 de junio de 2009

Itobulia

(Sustantivo. Del griego itis = cosa que lastima, que irrita y boulé = voluntad)

Capacidad de hincharse o de sangrar por propia voluntad.


Existen personas que pueden hacer voluntariamente una multitud de cosas que a la mayoría sólo le ocurren sin proponérselo e incluso contra su voluntad. Una hinchazón en alguna parte del cuerpo o una lastimadura no suelen aparecer de forma voluntaria. Sin embargo, ciertas personas son capaces de hacer aparecer heridas espontáneamente. Esto puede servir para crear efectos de sugestión en otras personas y, consecuentemente, para escapar de ciertas obligaciones o imputaciones. Un preso itobúlico puede alegar que fue golpeado por los guardiacárceles, y puede exhibir sus hinchazones y escaras autoprovocadas. Un falso profeta puede ser un itobúlico que hace aparecer en sus manos y en su costado heridas que emulan a las que tuvo Jesús en la cruz.
Desde luego, esa "autoprovocación" debe ser puramente espontánea. Si una persona se golpea o se corta con algún instrumento, ya no es itobúlica. Es necesario que la sola voluntad provoque la hinchazón o la herida.

Se incluye dentro de la itobulia la espontánea capacidad para vomitar sangre.

jueves, 4 de junio de 2009

Nofundo,a

(Sustantivo y adjetivo. De la expresión "Nos fundimos")

Dícese de la persona que ha hecho una gran cantidad de malos negocios, y por consiguiente no es un socio recomendable para futuros proyectos.

El nofundo tiene un largo historial de inversiones arriesgadas y poco meditadas. Por lo general, se embarca en negocios para los cuales compromete el capital y la mano de obra de toda su familia y, a veces, de algún desprevenido conocido. De más está decir que el negocio no prospera debido a que el nofundo, cuando comienza a ver una pequeña ganancia, decide reinvertir todo comprando a crédito toneladas de mercadería que luego no puede vender. Entonces, en lugar de culparse él mismo por su desatino, se enoja con sus parientes, con los compradores y con el Capitalismo. Desde luego, antes de resignarse a bajar las persianas por su mala maniobra, encuentra otro posible negocio con el cual vuelve a endeudarse, comprometerse y enojarse.
Cuando sus allegados le objetan alguna decisión apresurada, él los acusa de que "no tienen instinto para los negocios" y utiliza como muletilla la expresión "El que no arriesga no gana". Cuando pierde, se justifica diciendo: "Por lo menos me la jugué; si les hacía caso a ustedes no hacíamos nada"

martes, 2 de junio de 2009

Gamaceto

(De las letras griegas gamma y dzeta)

Orden diferente de una cosa que le da apariencia de aleatoriedad.

Si el alfabeto es el orden sucesorio de las letras, el gamaceto es un tipo de orden no siempre camuflado con intención. Las sucesión de las letras de un teclado son un gamaceto para quien no sabe dactilografía.
Los sucesivos gamacetos de nuestra vida conforman un idiocosmos: un orden personal, particular, parcialmente intraducible y sólo descifrable por nosotros mismos.

lunes, 1 de junio de 2009

Estolipurgar

(Verbo. Del latín stolidus = tonto y purgo = limpiar. Sustantivo: estolipurgia)

Dejar muchas cosas sucias para limpiar una.

Hay objetos que pueden limpiarse con muy pocos elementos. Sin embargo, la mayoría requiere de una multitud de productos y enseres de limpieza. Sin embargo, muchas veces no somos conscientes de la estolipurgia porque la mayoría de los insumos se van por el desagüe o son arrojados a la basura. Claro que en estos casos, dejamos limpia nuestra casa mientras ensuciamos el resto del mundo.

Este término se aplica también a la acción de desordenar muchas cosas para ordenar una sola, como cuando se quitan cosas de una habitación o de un galpón, pero esas mismas cosas van a parar a otras habitaciones de la casa, generando una multitud de nuevos desórdenes.