jueves, 28 de julio de 2011

Infraficio

(Sustantivo y adjetivo. Del latín infra = debajo y facio = hacer.)

Dícese de la acción o del conjunto de acciones que están por debajo del mínimo crítico para ser efectivas.

Comer un grano de arroz, lavarse la mejilla izquierda todos los días o leer un renglón de una revista de astrofísica son claras acciones infraficias si lo que se desea es paliar el hambre, mantener el cuerpo limpio o ser experto en astrofísica, respectivamente. Ciertas acciones deben aplicarse no sólo de forma sistemática, sino también masiva e insistentemente. "Todos los días hago ejercicio. No entiendo por qué no me baja la panza", puede quejarse un deportista amateur sin decir mentira. Sin embargo, si sólo ejercita los bíceps, y si su trabajo aeróbico consiste en correr doscientos metros hasta el gimnasio, entonces su ejercicio es claramente infraficio. Su actividad, por muy insistente que sea, es inoperante para el resultado esperado.

Algunas personas enmascaran el nulo resultado simulando que la acción es acumulativa. "Me como un grano de arroz cada día. En cinco años, me habré comido diez platos", pueden decir, dando a entender que diez años es un tiempo más que suficiente para saciarse con granos de arroz (¡Cualquiera se saciaría con diez platos de arroz!) He aquí, entonces, la falacia acumulativa: cuando una acción es infraficia, no se acumula; cualquier razonamiento que esté sustentado por la creencia de que hay resultados acumulables en una acción infraficia, está destinado al fracaso.

Un ejemplo evidente tiene que ver con las bolsas de polietileno. Desde los supermercados se alienta al uso de las "bolsas ecológicas". Se supone que una bolsa ecológica permite ahorrar centenares de las otras bolsas, que son contaminantes y no biodegradables. Es cierto que el cliente que usa una "bolsa ecológica" no usará unas cuantas de las otras. Pero eso no significa que haya un impacto masivo en la disminución del uso del polietileno. Las cien o doscientas bolsas que el cliente no usará no se acumulan y no conforman un número crítico para reducir el uso del polietileno. Además, casi cada producto de góndola contiene polietileno. Si el cliente lleva diez productos (yerba, leche, fideos, carne, yogur, galletitas...), se llevará consigo diez bolsas (pues cada producto individual viene empaquetado en polietileno). ¿Qué diferencia crítica puede hacer si a esas diez bolsas de polietileno se las pone dentro de una "bolsa ecológica" para llevarlas a su casa? Para que haya un verdadero impacto, deberían reemplazarse todos o la mayoría de los empaques de polietileno. Esta falacia se utiliza a menudo para medir los impactos de ciertas actividades ecológicas: "Reciclá cien kilos de papel y salvá diez árboles", dice un eslógan. Sin embargo, para salvar a los árboles no basta con imaginar el impacto acumulativo de nuestra actividad ecológica doméstica: las empresas fabricadoras de papel se encargarán de derribar esos diez árboles que creíamos haber salvado, porque poco les interesa nuestra tibia intención ecologista.

martes, 26 de julio de 2011

Circulustro

(Sustantivo. Del latín circum = alrededor y lustrare = ilustrar, describir)

Circunloquio descriptivo que evita mencionar a alguien en particular, pero cuya descripción sólo puede referirse a una única persona.

Los comisarios suelen utilizar el circulustro con el presunto objetivo de dar una información relevante, pero tratando de no individualizar a alguien en particular. Sin embargo, su propósito se ve malogrado cuando la información es tan detallada que sólo puede describir a un único sujeto, el mismo que se intentaba mantener en anonimato. "El individuo masculino que dice haber sido futbolista y director técnico de la selección nacional quien en el año ochenta y seis fuera una pieza clave para que Argentina gane la copa mundial, dice haberse encontrado ante la imagen de un hombre que murió hace dos mil años en una cruz y portaba una corona de espinas. Dice que la imagen intentó arrebatarle la billetera. El primer sujeto forcejeó con la imagen del segundo; acto seguido terció una persona de sexo femenino, madre del sujeto crucificado, portadora de un manto celestial y una diadema luminosa, quien reprendió severamente al individuo de corona espinada. Ambos desaparecieron y el primer individuo radicó la denuncia en esta comisaría"
Casi sin esfuezo puede entenderse que los tres personajes nombrados son Diego Maradona, Jesús de Nazareth y la virgen María. Sin embargo, el circunloquio evita mencionarlos aunque la descripción refiera a ellos inevitablemente.

lunes, 25 de julio de 2011

Ásteles

(Adjetivo.  Del latín a = negación y stella = estrella)

Dícese del cielo nocturno despejado en el que no hay luna ni estrellas. 

El término "ásteles" no hace referencia a la disminución de la cantidad de estrellas visibles por causa de la contaminación lumínica. En las grandes urbes, la iluminación artificial puede generar un cielo ásteles, pero esto es sólo una apariencia, porque las estrellas sí están aunque no pueden verse. La verdadera acepción del término esá pensada para otros contextos: en el universo las estrellas se apagan lentamente, y en unos treinta mil millones de años se espera que ninguna (o casi ninguna) esté brillando. En ese momento en el que la entropía se cobre las últimas víctimas, el cielo será realmente ásteles.
Si la Tierra existiera en ese hipotético futuro sin estrellas, podríamos presenciar un fenómeno desconcertante: a pesar de que el cielo será ásteles y ninguna estrella emitirá luz, desde la Tierra se podrá seguir viendo la luz de muchas estrellas muertas que recién estará llegando debido a la gran distancia.

jueves, 21 de julio de 2011

Devicto

(Adjetivo. Del latín des = negación, inversión de significado y victus = vencido [aunque, por similitud con la etimología de "víctima", posiblemente la raíz sea victima = animal destinado al sacrificio])

Dícese de la persona que, a pesar de haber sido perjudicada por un suceso negativo, no se comporta como víctima. 

Es muy común encontrar personas que se victimizan; es decir: se comportan como víctimas aun sin serlo o, habiendo sido perjudicadas en grado mínimo, asumen un comportamiento exageradamente chirrioso: "Me atacó un mosquito durante la noche; creo que me dejó tantas picaduras que me voy a morir; no sé si voy a poder ir a trabajar, ¡por qué me pasa todo a mí!".
De modo contrario, el devicto tiene al menos una importante razón para comportarse como víctima, pero no lo hace. Le han robado todos sus bienes, su familia ha sido asesinada; alguien le arroja ácido en la cara y le deja secuelas de por vida; su jefe lo maltrata y lo humilla sin razón, pero él posee una increíble capacidad para mantenerse ecuánime, magnánimo y de buen humor. Quienes rodean al devicto le ofrecen oportunidad de manifestar su dolor o su descontento con el mundo, pero nada de esto funciona: él en ningún momento asume que el perjuicio recibido sea digno de queja.

martes, 19 de julio de 2011

Prolegógrafo

(Adjetivo. Del griego prolegómena = preámbulo y graphé = dibujo, esquema)

Quien narra con detalles cuáles son las causas concurrentes y cuáles fueron los diversos orígenes de un hecho antes de decir lo verdaderamente importante. 

El prolegógrafo tiene que dar una mala noticia a su empleado: debe despedirlo. Pero en vez de decirlo de manera directa, apela a obtusos circunloquios con la intención de hacer más aceptable e inteligible la decisión final, para que dicha decisión se vea como la consecuencia lógicamente necesaria de todo un proceso complejo que los supera a ambos. "Pérez, en los años ochenta existió el esquema de contrato bajo presión tributaria restrictiva. ¿Sabe lo que es eso? Bueno, era un requisito que cumplimentábamos con las formas R - 32 y que nos trajo mil dolores de cabeza. En el ochenta y seis contratamos a Páez Garmendia y no pudimos establecer un canon retribuible que conservara la estabilidad tributaria. En ese entonces los chinos venían ganando mercado gracias a la utilización de una agresiva política de formas R - 33, aunque su tributación regresiva era no restrictiva. Eso provocó que el mercado emergente asiático, junto con el africano, se plegaran de manera masiva a la introspección garantista endoflacionaria mascúlica. La política neoconservadora de Henry Kissinger contribuyó, sin embargo, a que durante los noventa pudiéramos destrabar los R - 32. Pero no contábamos con los bancos y con Bill Clinton, quienes a través de una bicicleta financiera desbarrancaron nuestro esquema. Bueno, Pérez, por todo esto, usted sabe, no es lo que deseábamos, pero hoy el jefe venía preocupado por las formas R - 33 de los chinos de los años ochenta, por la bicicleta financiera de los bancos extranjeros, y pisó una cáscara de banana, se resbaló, se enojó y me dijo que debemos prescindir de sus servicios". Como puede entenderse, en esta larga narración hay un larguísimo prolegómeno sumamente general, complejo y pleno de datos, y un abrupto desenlace particular y simple: la intención del prolegógrafo es encadenar ese hecho particular (despedir a un empleado) con un universo mayor, inabordable e inapelable (un contexto comercial y económico mundial históricamente adverso). Desde luego, el prolegógrafo suele inventar o forzar esa relación entre el hecho particular y contexto.

lunes, 18 de julio de 2011

Afa

(Del latín a = negación y for = hablar)

Expresión para denotar que la explicación es muy larga, muy confusa o no vale la pena. 

"Afa" se utiliza como un modo abreviado de omitir una historia innecesariamente compleja y poco interesante. Si un amigo nos pregunta: "¿Por qué dejaste de andar en bicicleta?", podemos relatarle cada uno de los motivos ("hace frío y la ropa que tengo no me abriga lo suficiente cuando estoy en bicicleta; la cadena está levemente oxidada y el pedaleo ofrece mucha resistencia, lo que provoca que me canse más rápido; el exceso de pedaleo más el abrigo me hacen sudar y termino oliendo muy mal; los neumáticos nunca pueden inflarse lo suficiente, algunas de las posiciones de los cambios funcionan mal, me da mucha sed, estoy teniendo una mala relación con el deporte ciclista y con los ciclistas en general, temo que me roben la bicicleta, tengo miedo de que me atropelle un ómnibus...") o bien, por piedad, podemos omitir la cadena de aburridas razones y decir simplemente: "Afa".

miércoles, 13 de julio de 2011

Tumidexario

(Adjetivo. Del latín tumidus =  hinchado y exaratum = trazado, surcado. Sustantivo (femenino): tumidexia)

Dicho de un texto escrito: Que abusa de signos de puntuación.

Uso: "No pienso leer mensajes tumidexarios"; "La carta que te envié fue totalmente tumidexaria; te ruego que no la leas"

(Nota: es probable que este fenómeno ya tenga nombre; si esto es así y algún lector lo conoce, la palabra "Tumidexario" y su definición serán retiradas de este blog)


En español no existe una convención que permita escribir una indefinida cantidad de signos de apertura o cierre, tanto en lo que respecta al signo de interrogación como al de admiración o a las comillas. Los puntos suspensivos deben ser tres, no más. Cualquier caso en el que se utilice repetidamente un signo con la intención de crear un énfasis pragmático se puede calificar como tumidexario. Un texto escrito íntegramente en mayúsculas, o en negrita, también contiene este elemento de énfasis pragmático, y por lo tanto es tumidexario. La simple secuencia: "¡Hola!... ¿Cómo andan?...  Yo estoy 'bien'... ¿Y ustedes?" se convierte en tumidexaria si se la escribe del siguiente modo:


¡¡¡¡¡¡¡¡¡HOLA!!!!!!!!.........................................  ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿CÓMO ANDAN????????????????......... YO ESTOY """""BIENNNNN"""""..................¿¿¿¿¿¿¿¿Y USTEDES???????

Puede argumentarse que el ejemplo inicial ya es de por sí tumidexario, porque contiene signos de admiración, puntos suspensivos y comillas simples cuando en realidad no hacen falta. Quizás habría sido suficiente con: "Hola, ¿cómo andan? Yo estoy bien, ¿y ustedes?"

La tumidexia no debe confundirse con el solecismo. Mientras la tumidexia (tal como se ha afirmado más arriba) incurre en un abuso pragmático, el solecismo hace un abuso semántico. O, para decirlo con mayor propiedad, el solecismo ni siquiera es un abuso; es un error.

Se comete solecismo cuando se mutan algunos términos de su lugar sintáctico y la frase resulta ambigua. Por ejemplo: "Se venden pelotas para niños de goma": la expresión "de goma" no modifica a "niños", sino a "pelotas"; pero está ocupando un lugar gramatical inapropiado y por lo tanto resulta ambigua.

martes, 12 de julio de 2011

Ánhoro

(Sustantivo. Del griego ana = hacia atrás y horáo = observar, ver)

1. Objeto que permite visualizar hechos del pasado.


2. Lugar en el que pueden observarse hechos ocurridos en el pasado.

La expresión "máquina del tiempo" implica la posibilidad de situarse por completo en el curso de acontecimientos pretéritos. Pero hay quienes, basándose en hipótesis científicas, concluyen que es teóricamente imposible viajar al pasado, o que la propia noción de un viaje al pasado implica concepciones erróneas (por ejemplo, la suposición de que "el pasado" es una especie de "lugar temporal" al que se puede acceder mediante un "viaje" a ese "lugar")
Si estas hipótesis son ciertas, al menos queda la posibilidad de un sucedáneo: la observación de sucesos ya ocurridos, proyectados (en dos o en tres dimensiones) sobre algún artefacto, o en rincones especiales de la naturaleza. Los ánhoros nos permitirían visualizar hechos del pasado, sin que podamos intervenir en ellos ni modificar su curso.
Quizás algún día se invente un artefacto para lograr ese objetivo. Quizás hay lugares del universo que funcionen como ánhoros: el fondo verdinoso de una laguna, en el que se proyecta espontáneamente la imagen de la casa de mi bisabuela en el año 1965, o la parte de atrás de un patio frondoso, entre cuyos árboles es posible reencontrar a parientes muertos que todavía están en la sobremesa de un asado del año 1953.

lunes, 11 de julio de 2011

Valecuatro

(Sustantivo. De vale cuatro, apuesta del juego llamado "truco" cuya aceptación implica la suma de cuatro puntos para el ganador)

1. Inocultable expresión de euforia por la presunción de una victoria.

Así como la "cara de póker" consiste en la simulación de serenidad ante una situación de enorme ventaja competitiva, la "cara de valecuatro" nace de la incapacidad para disimular la alegría ante un contexto en el que se paladea la victoria. El jugador que posee un full de ases y reinas en el póker, o el as de espadas, el siete de espadas y el seis de espadas en el truco, puede adoptar dos actitudes: o la ecuanimidad de la cara de póker, o el desenfreno de la cara de valecuatro. Desde luego, la actitud de valecuatro es claramente contraproducente, y redunda en un beneficio mucho menor del que puede obtener el que pone cara de póker: los rivales advierten la expresión de valecuatro y por ello deciden bajarse de las apuestas. Sin embargo, un buen jugador puede simular una cara de valecuatro cuando en realidad sus cartas son pobres; de ese modo puede lograr que otros jugadores decidan irse al mazo con la creencia de que no podrán batirse ante el valecuatro.

2. Redoble exagerado e innecesario de una apuesta o de una propuesta. 

La expresión "quiero vale cuatro" en el juego de truco a veces se enuncia para redoblar una apuesta con la intención de amedrentar al rival. El principio que guía a esta intención es: el que redobla una apuesta confía en sus naipes. Existen contextos (fuera de ese juego) en los cuales el redoble de una apuesta puede ser inoperante, o incluso perjudicial. "Te apuesto cien pesos a que gana la selección argentina", propone A. B replica: "Yo te apuesto cien pesos y mi casa a que pierde": B ha cometido un valecuatro; ha hecho una oferta elevadísima que podría perjudicarlo mucho si pierde. En otros contextos no hay apuesta, pero sí propuesta: si nuestro jefe nos dice "Tenés que venir a las siete de la mañana y quedarte hasta las tres de la tarde", cometeremos un valecuatro si agregamos: "No tengo problema. Puedo venir a las cinco de la mañana, y quedarme hasta las diez de la noche". El jefe no nos exigía tanto, pero nosotros mismos le proponemos trabajar más horas, y con ello cometimos un valecuatro.

domingo, 10 de julio de 2011

Nota en La Nueva Provincia


Maximiliano Palou (a quien agradezco) me ha hecho una nota sobre Exonario para el diario local. La nota salió publicada en la edición de hoy. 

miércoles, 6 de julio de 2011

Sanabo

(Sustantivo. Del latín sano = curar. La palabra "sanabo" es la primera persona del singular del futuro imperfecto del indicativo, y en esa forma entró al español)

Placebo que en realidad contiene una parte activa de medicamento.

El placebo es un medicamento que no posee acción terapéutica. Una de las condiciones para que el placebo funcione es que el paciente crea que está tomando un medicamento real, y de ese modo un síntoma de origen psicosomático deja de manifestarse (he ahí el "efecto placebo") Si sospecha que los comprimidos contra la urticaria son placebo, de inmediato dejan de surtir efecto y en ese caso el médico deberá prescribirle o bien un medicamento real, o bien otro placebo, o bien un sanabo.

¿Qué es exactamente un sanabo? Es un medicamento real, pero el paciente debe tomarlo creyendo que se trata de un placebo. Para inducir tal creencia el médico deberá dar indicios ambiguos, de manera que el paciente tenga la sospecha de que no le va a hacer efecto. "Tome cuatro pastillas por día. No, mejor dieciséis", dirá el médico, como si la cantidad no fuera importante. "Mézclelo con alcohol. Con mucho alcohol", puede agregar. "Y tómelos cada ocho horas, o cada cuatro, o cada quince minutos, o una vez por semana". La monodroga y la marca comercial del sanabo deberán tener un nombre ridículo o sospechoso (por ejemplo "Nohagonadax", "Almidonix Azucaradux" o "Menthoplus"); si se trata de pastillas, tendrán un color casi fluorescente y un sabor dulzón; y sería conveniente que su costo fuese bajísimo (como si sólo se tratara de pastillas azucaradas) Para completar la farsa, puede ayudar que los farmacéuticos esbocen una sonrisa y murmuren por lo bajo cuando el paciente va a comprar el remedio.

Los sanabos tienen un problema: no se garantiza que el paciente lo tome regularmente, dado que desconfía del tratamiento. En ese caso, el sanabo provoca un efecto displacebo.

La palabra "placebo" significa "agradará" o "placerá" en latín. La palabra "sanabo" significa "curará".

martes, 5 de julio de 2011

Apicorde

(Adjetivo. Del latín apis = abeja y cor = corazón)

Persona que realiza preguntas arbitrarias para impresionar con sus conocimientos.

El apicorde finge que está haciendo una pregunta al azar, como por ejemplo: "¿Libia limita con Egipto?". Desde luego, no pregunta para saber la respuesta: lo hace sólo para constatar que los demás no saben algo que él sí sabe. Ante el silencio de quienes lo rodean, dice la respuesta correcta y hace otra pregunta, también aparentemente azarosa, para dar una segunda oportunidad: "¿En qué año nació Kennedy?". El apicorde sabe las respuestas, pero son las únicas respuestas que conoce sobre esa materia. Puede responder correctamente si Libia limita con Egipto, pero no sabría decir si Egipto limita con Sudán, con Etiopía o con Argentina. Sabe el año de nacimiento de un presidente estadounidense, pero es el único que sabe. No posee conocimientos sistemáticos acerca de ninguno de los tópicos sobre los que pregunta. Sin embargo, el apicorde es hábil para engañar a especialistas. A un profesor de geografía le puede costar calcular qué país es limítrofe de Egipto, y un doctor en historia de los presidentes estadounidenses podría no recordar la fecha de nacimiento de Kennedy. Por eso, dos eruditos que escuchan la respuesta del apicorde (respuesta que, dicho sea de paso, él mismo ha formulado) se asombran de que una persona no especializada pueda conocer esos datos tan precisos y ponga en aprietos incluso a un estudioso del tema.

Existe una fórmula maliciosa, aplicada por periodistas y noteros, que consiste en hacer dos preguntas a los transeúntes. Una de esas preguntas es acerca de un tema cotidiano y de visibilidad mediática. La otra es sobre la obra de algún artista o el nombre de un científico. Por ejemplo: "¿Quién es el conductor de Bailando por un Sueño?" (pregunta mediática), seguida de "¿Quién fue el premio Nobel de medicina en el año 1947?" (Pregunta acerca de un científico). La aplicación de este método tiene un resultado claramente esperable: los transeúntes tienden a conocer mucho mejor algo actual y relacionado con los medios masivos, en desmedro de hechos científicos destacables. Por lo general, a partir de este contraste, se suele concluir raudamente que las personas no tienen cultura, que la educación es un desastre, que la juventud está perdida y que el culto al baile, a las drogas, al anticristo y al comunismo han destruido la mente de la población. Sin embargo, quienes elaboran esos cuestionarios (y los noteros que lo aplican) son apicordes; ellos desconocen por completo quiénes han sido los premios Nobel en ninguna época ni contexto, excepto el que aparece como respuesta esperable a la pregunta que formulan.

La etimología del término "apicorde" refiere a la capacidad de la abeja para revolotear con zumbido, y picar de vez en cuando. Ese comportamiento molesto es, por analogía, el que realiza el apicorde.

lunes, 4 de julio de 2011

Participación en TedX Rosario


El día 16 de septiembre de este año estaré en Rosario hablando sobre el contenido de este blog en el encuentro interactivo TedX (Tecnología, Entretenimiento y Diseño), entre una lista de quince oradores. 
Aquí está el link a una breve presentación de mi persona que colocaron en la página oficial de TedX Rosario. 
Quienes anden por ahí y quieran asistir pueden preinscribirse (hay cupos limitados) haciendo click aquí.