viernes, 28 de noviembre de 2008

Nacimiento

Hoy, a las 00:52 minutos nació mi hija, Isabella Mux.
Nació sanita, de parto natural.
Pesó tres kilos y trescientos veinte gramos.

(Me gustaría agregar algo más, pero no tengo palabras. Curioso, porque este es un blog que se jacta de poner palabras allí donde no las hay. Supongo que la palabra con la que identificaré este día [el taxonario] será, para siempre, "Isabella" )

Comenzal

(De comienzo)

Esta palabra no define algo nuevo; define algo viejo de una manera diferente y, por ese motivo, rompe con la propuesta de Exonario.
Las estaciones de ómnibus son llamadas terminales. Pero la noción de terminal pone el acento en el que llega, en lugar de ponerlo en quien parte. Además, la palabra misma "terminal" tiene una connotación negativa: usualmente, se la utiliza como lúgubre adjetivo para "enfermo": "enfermo terminal". (Curiosamente, el diccionario de la RAE tiene definición para el adjetivo que acompaña a "enfermo", pero no para el sustantivo con el que se denominan las estaciones)

Por ello, la propuesta de Exonario es cambiar el nombre de las terminales por el de comenzales.

La definición podría ser como sigue:

Estación de la que parten ómnibus con pasajeros.

Una propuesta similar puede hacerse con los ascensores: cuando el ascensor asciende, es correcto ponerle ese nombre. Pero cuando nuestro interés es descender, el ascensor debería llamarse descensor. Descender por un ascensor es un oxímoron rayano con la paradoja.

jueves, 27 de noviembre de 2008

Argicronía

(Sust. Del griego argía = pereza y chrónos = tiempo)

Sensación de que algo ocurrió hace muy poco tiempo.

A veces rememoramos un suceso que nos parece cercano en el tiempo y nos preguntamos, con cierta inocencia, cuánto hace que ocurrió. De inmediato sentimos una enorme perplejidad: el suceso no ocurrió el año pasado. Tampoco el año anterior. Así, vamos haciendo una retrospectiva mnémica para ubicar el recuerdo en el momento que le corresponde. ¿Cuándo fuimos a veranear a Pinamar? ¿El anteaño? No, porque el anteaño nació la bebé y ese año nos quedamos en casa. ¿El año anterior al nacimiento? No, porque fuimos a Mar del Plata. ¿El otro, entonces? No, porque tuve el accidente y estuve todo el verano en cama. El recuerdo se va retrotrayendo hasta encontrar su fecha en algún lejano momento, hace ocho o diez años.

Para que exista la argicronía, no es necesario que el suceso haya ocurrido muchos años atrás. Podemos creer que anoche cenamos ravioles, pero luego descubrimos que los ravioles, en realidad, fueron la cena de hace dos noches.

Por lo general, la argicronía se desata a partir de ciertas inconsistencias en los recuerdos, o porque existe más de un recuerdo que podría ocupar la fecha que inicialmente damos por supuesta. Un ejemplo: supóngase que tomamos el recuerdo "El año pasado me hice una operación de hernias durante la primera semana de enero". Este recuerdo se convierte en inconsistente, si recordamos, además, que durante esa semana fuimos a la pileta o a la playa. Por lo tanto, uno de los dos recuerdos no corresponde al del año pasado.
La argicronía nace del desconcierto que nos producen esas inconsistencias mnémicas.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Una nota

El genial Julián Gallo -consultor de medios interactivos y autor del blog Mirá!- hizo una nota sobre Exonario.

Es uno de los mejores regalos de cumpleaños que podía tener este blog.
Aquí la nota.

martes, 25 de noviembre de 2008

Felicitaciones

Bien, no había un premio, pero tres personas acertaron la clave del acertijo.

Elizabeth Auster, autora de Textualidea, fue la primera persona en enviarme un mail con la palabra que está oculta en la definición Xxxxxxxxxx.

Pocas horas después, Unservidor, autor de Seleccione, también dejó un link a la palabra correcta.

(El señor X, autor del blog Xenecorp dijo que "se moría por decir cuál era la palabra" pero no la dijo. En el post anterior me amenazó con un juicio. ¿Habrá acertado, o será puro resentimiento?)

La palabra oculta tras el manto de X es : FORTANASIA.

No hay premio, al menos por ahora.
Pero los ganadores se merecen felicitaciones y aplausos.
Después de todo, tuvieron que revisar uno por uno los archivos de Exonario del año 2007

Pista número 1

La palabra publicada ayer es, en realidad, una vieja palabra de Exonario que está en clave.

Como primera ayuda: la palabra pertenece al año 2007

lunes, 24 de noviembre de 2008

Xxxxxxxxxx

(Xxx xxxxx xxxx = xxxxxx x xxx xxxxxx xxxxxxxx = xxxxxx)

X. Xxxxx xxx palabra xxxxxx. Xxxxxxxx x xxxxxxxxxx xx xxxxxx xxx xxx palabra.

Xxxxxxx xx xxxx xxxxx x xxxxx xx xx xxxxxxxxxx xx xxxxx xxxxxxxxxxxxxxxx xxx xxx xxx palabra x xxx xxxxxxxxx xx palabras xxx xxxxxxxxxx xx xxxxxx. Xxx xxxx xx xx xxxxxx xx xxxxxx x xx xxxxxxxx xx xxxx xxxxxxxxx, xxx xxxxxxxx xxxxxxxxxx. Xx Xxxxxxx, xxxxxxx xx xxxxx Xxx, xxx xxxxxxxxxx xxxxxxxx xx xxxxxxxx xxxxxxx xx xxxxxxxxxx xx palabra "xxxxxxxxxx", xx xxx x xxxxxxx xxx xxxxx x xxxxx xxx xxx xxx xx palabra xxxxxxxxxxx. xxx palabra (xxxxx xxx xxx xxxxxxxx xx xxxxxxxx xxx, xxxxxxxxxxxxx, xxxxxxxxx xxxxxxxxxxxx xx xxxxxxx xxx xxxxxxxxxxxx) xxx xxxxxxxxxxx xxxxxxx xxxxxx xxxxxx, xxxxx xxx xx Xxxxxxx Xxxxxxxx, xx xxx xxxxxxx xxx xxxxxxxxxx xxx xxxxxxxxxx xxxxxxxx, xxxxxxx x xxx xxxxxxx xxxxxxxxx xxx x xxxxxxx xxxxxxxxxxxx. Xx xxxx xx xxxxxx xxx x xx xxxxxx xx xx xxxxxxxx "xxxxxxxx" x "xxxxxxxxx", x "xxxxxxx" xx xxxx. Xx xxx xxxxxxxx xxxxxxxx xxxxx xxxxxx xxxxxx x xxx xxxxxx, xxxxxxxxxxxxx xxxxxxxx sin querer xx alguna xx xxx palabras xxxxxxxxxx x xxxxxxx xx xxxxxx xx xxxxx x xxxxxxxxxx xxxxxxxxxx.

X. Xxxxxx xxx xxxxxx xxxxx.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Cumpleaños


HOY EXONARIO CUMPLE DOS AÑOS


Seiscientas sesenta y dos palabras nuevas para el idioma español.

Tengo mucha alegría.
¿Qué más puedo decir?


[El año pasado, como festejo, propuse un concurso exonario: invente su propia palabra. Este año voy a posponer el concurso, porque muy pronto nacerá mi primera hija y (supongo) no tendré tiempo para dedicarle al blog, al menos por unos días.

De todas maneras, en estos días aparecerá una palabra y una definición muy extrañas cuyo entendimiento estará reservado a quienes puedan resolver un evidente acertijo.

Gracias por acompañar este esfuerzo por acrecentar el caudal semántico de la lengua española. ¡Salud
!]

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Matasaje

(De matar y masaje)

Masaje que provoca la muerte.

Existen masajistas que despliegan tal violencia en el cuerpo de sus masajeados, que pueden provocarle una lesión grave, la cual, de manera indirecta, podría conducirlos a la muerte. Sin embargo, la noción de matasaje tiene en cuenta otra idea: un masaje sumamente sutil, casi imperceptible, pero que es aplicado de manera tan certera que conduce a la muerte de forma directa e instantánea.

El concepto de "masaje" está vinculado a un tipo de contacto externo. Sin embargo, se puede considerar que una puñalada es un tipo de masaje que hace contacto con las entrañas del apuñalado y, a raíz de ello, le provoca la muerte. En este sentido, un puñal es un instrumento de matasaje.

Sin duda, ahorcar a alguien con las manos es propinarle un matasaje.

martes, 18 de noviembre de 2008

Plodir

(Verbo. Tercera conjugación. Del latín ploro = llorar y ridere = reír)

Tener un llanto que parece risa o viceversa.

Si fuera por los gestos y los sonidos, en algunas personas es muy difícil distinguir cuál es la emoción que los embarga. Quienes ploden realizan simultáneamente una profusión de gestos: ululan espasmódicamente, se llevan las manos a la cara, lagrimean y se revuelcan por el piso. Cuesta saber si están desconsolados por una noticia horrible o si les han contado el mejor chiste de su vida. Sólo podemos tener esa certeza cuando se termina la acción de plodir, y el mismo afectado, ya repuesto, nos hace partícipes de su vivencia.

Otra personas ploden sin tanto escándalo: simplemente, tienen una risa que mas bien parece un lamento, y tienen un llanto que semeja el repiqueteo de una carcajada. Las personas que ploden en este último sentido suelen ser acusadas de poco genuinas, pues sus gestos parecen exagerados o incongruentes.

Un fenómeno curioso: el que plode genera en los demás un efecto inverso. Si él llora, quienes los rodean se ven tentados a reír. Si él ríe, los demás se preocupan o tienen miedo.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Derrepencio,a

(Adj. De de y repente)

Dícese de quien utiliza la expresión "de repente" de manera errónea y abusiva.

Uno puede decir "de repente" en el siguiente caso: "Usted de repente se quiere ir de vacaciones", si se refiere a una decisión súbita e inesperada. El derrepencio, sin embargo, utiliza esa expresión en contextos en los que no existe tal impredecible providencia.

De manera abusiva (e igualmente errónea) se puede aplicar como muletilla: "Yo de repente quise estar tranquila y de repente me metí en la bañera y, mientras me bañaba, de repente me empecé a sentir mejor". Nótese el uso del último "de repente": a pesar de que la expresión parece hablar de un sentimiento precipitado y súbito, el resto de la construcción se refiere sin duda a un proceso paulatino, por lo que la expresión "de repente" contiene un claro oxímoron: "repentinamente de a poco".

viernes, 14 de noviembre de 2008

Penestal

(Sust. Del latín penis = pene)

Si un capitel o un cabezal son la parte superior de algo y semejan una cabeza (capitel proviene de caput = cabeza); y un pedestal es la parte inferior semejante a los pies (pedestal proviene de pes = pie), el penestal es un objeto sobresaliente que se ubica a la mitad de algo, aproximadamente como el pene en el cuerpo masculino.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Escualiforme

(Adj. Del latín squaleo = estar sucio y forma = forma. No confundir con escualiforme = con forma de escualo [pez] )

1. Dícese del objeto que posee recovecos y no puede ser limpiado con facilidad y, consecuentemente, está siempre sucio.

Uno de los problemas que conlleva el limpiar una casa consiste en estipular de antemano dónde detenerse. En principio, es posible limpiar eternamente una misma cosa. Toda limpieza, para que pueda considerarse como tal, necesita tener cierto grado de detalle: las cosas no deben parecer sucias. Desde luego, el parecer varía de acuerdo a la puntillosidad del observador. Sin embargo, aun en la limpieza más superficial, uno se encuentra con objetos más sucios que otros, y allí surge un dilema: o se invierte una buena cantidad de tiempo limpiando sólo esos (o uno de esos) objetos, o se continúa con la limpieza general. Esos objetos a los que se identifica por su mayor dificultad para limpiar, son los objetos escualiformes.

Debajo de algunos muebles difíciles de mover o entre los detalles de un adorno con meandros, volutas y ángulos, suele acumularse una mugre pegajosa que sólo puede quitarse con un trabajo paciente y esforzado.

Sin embargo, el trabajo con los objetos escualiformes nunca es completo. En la coyuntura entre la sartén y su manija, en la parte de abajo, siempre se acumula una cantidad de grasa con propiedades casi mágicas: no importa el tiempo que se invierta en quitarla; siempre hay más.

Si uno se detiene demasiado limpiando un objeto escualiforme, se verá luego en la obligación de limpiarlos a todos con el mismo detenimiento, pues el contraste entre la limpieza acentuada de uno y la mugre del otro será demasiado evidente. ¿Qué sentido tiene limpiar una única taza, si las otras once lucen descoloridas y pegajosas?

2. Dícese de la persona que siempre tiene algún detalle de desaliño o de suciedad.

Hay personas que, por más que se bañen, se arreglen, se pongan desodorante y se cambien de ropa, siguen teniendo olor apestoso, orejas sucias, pelo mal enjuagado y sombra de barba o de bozo.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Protóporo

(Sust. Del griego prótos = primero y póros = paso)

Programa o serie que está en sus inicios y que todavía no tiene definido el rumbo ni el formato.

En los protóporos se revela una gran frescura y entusiasmo. Sin embargo, las reglas que definen el programa se van replanteando y, al poco tiempo, algunas se vuelven más rígidas y otras se descartan. La frescura se va acomodando a un sistema de rutinas productivas y funcionales. A veces, toda la espontaneidad se va subsumiendo bajo las reglas y el producto se anquilosa. Otras veces, un producto amateur puede convertirse en algo mucho más profesional gracias al equilibrio entre la creatividad y las rígidas reglas autoimpuestas.

Exonario nació como un protóporo (seguramente, la única manera de nacer de las cosas que se hacen con ánimo de que duren). En las primeras entradas, no se buscaba la etimología de los términos y se publicaban varias palabras en un día. Se llegaron a publicar vocablos cuyas definiciones ya existían, pero que eran raras (como la palabra "pica", ya eliminada del blog) y se publicaron definiciones para construcciones de dos palabras (mano molleja, pierna manteca) en lugar de una, como se hizo con las seiscientas cincuenta y cinco palabras restantes.

martes, 11 de noviembre de 2008

Conmendable / comendable

(Adjetivo. Del latín cum = prefijo que significa reunión, agregación o cooperación y emmendabilis = reparable, ajustable)

Objeto para cuya manipulación es necesario ajustar al unísono un conjunto de partes.

Dado que la definición es un tanto árida, será necesario aclararla mediante un ejemplo. Hay ciertos frascos y latas de pintura que sólo pueden cerrarse o abrirse si se hace fuerza, simultáneamente, en muchos puntos del perímetro de la tapa. No es suficiente con golpear o hacer palanca en un lugar; se necesitan de varias manos para rodear el perímetro y golpear o tironear al unísono.

Existen objetos tales que, cuando se rompen, no se pueden reparar por partes, pues la reparación de una pequeña porción conlleva el desarreglo de otra (ocurre con frecuencia en los mecanismos barílatos). Un ejemplo de ello está dado por cierta clase de desperfectos en una casa: si se descascara la pared por la humedad, no sirve arreglar únicamente el sector descascarado; será necesario hacer un trabajo conmendable y reparar la pared entera, o bien derribarla y construirla de nuevo.

Es menester que un objeto conmendable no sea un demendo.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Pronodia

(Sust. Del latín pro- = prefijo que indica impulso o movimiento hacia adelante y nodus = nudo, nodo, enredo)

1. Tendencia a enredarse o atascarse de algunos objetos, preferentente flexibles, alargados y finos.

Dos cables o dos hilos pueden enredarse entre sí. Pero incluso un cable por sí solo puede quedar prendido o atascado con otros objetos. Si tiramos de la manguera con la que regamos el jardín, ésta puede quedar enredada con ella misma, o bien puede atascarse con las piedras del patio. La pronodia es esta curiosa capacidad que poseen algunos objetos de volverse una madeja rebelde e insoluble.

No todo objeto alargado es pronódico. A veces, por alguna extraña razón, dados dos objetos finos y flexibles de la misma calidad, uno de ellos es pronódico y el otro no lo es. Las sogas y los cables suelen ser menos pronódicos que los hilos y las mangueras.

Es importante destacar que la pronodia no nace de una naturaleza pegajosa de los objetos que se enredan. En ese sentido, una telaraña no es pronódica.

Según algunos pensadores, el lenguaje es una continua fuente de pronodia. El lenguaje es una madeja y sólo un arduo trabajo lógico puede ayudarnos a desenredarla. Una vez que hayamos desenredado el lenguaje, según el filósofo Ludwig Wittgenstein (1889 - 1951), desaparecerán todos los problemas filosóficos. Este sería un buen augurio, de no ser porque el lenguaje mismo tiende a enredarse: dada su naturaleza pronódica, aun cuando se hubieran solucionado todos los problemas, el lenguaje, por sí solo, se anudaría sobre sí mismo y nos devolvería una multitud de viejos problemas, ahora disfrazados con un ropaje nuevo.

Es tentador pensar que cualquier dificultad en la expresión de una frase o un texto no tiene su causa en la impericia de quien la profiere, sino en el trabajoso lienzo de lenguaje con el que construimos los pensamientos. (Cualquier oscuridad en este mismo texto, acháquese a la pronodia)

Este término posee una segunda acepción:

2. Tendencia a establecer relaciones complicadas y trabajosas.

Los chapalocas y las chapalocos sufren de pronodia.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Previloquio

(Palabra y definición enviadas por Julio David Auster)

(sust. m.; de previo y lat. loqui, hablar):

Expresión oral caracterizada por no usar las palabras que corresponden, sino aquellas que se encuentran respectivamente antes en el lexicón de la RAE.

Esto requiere una memoria superlativa por parte del previlocuente (porque se supone que se conoce de memoria todo el diccionario) y exige que sus interlocutores poseen la misma habilidad, por lo menos pasivamente, para poder interpretar sus dichos; ergo, estas pobres personas no pueden comunicarse con nadie.
Análogamente existe el postloquio, donde se adopta el vocablo que sigue en el Diccionario.

Cada nueva edición de la RAE exige que los previlocuentes o los postlocuentes tengan que actualizarse.

sábado, 8 de noviembre de 2008

Tercioloquio

(Palabra y definición enviadas por Julio David Auster)

(sust. de tercio, tercero y del latín loqui, hablar):

Habilidad que tienen algunas personas de armar sus oraciones mediante saltos, como si fueran pianistas que tocan intervalos de terceras (do mi, re fa, mi sol, etc.)

Mozart, además de ser un gran músico, era sumamente creativo en su correspondencia, en particular con la que mantenía con su primita Bäsle; usaba este artificio de la escritura para confundirla, como si la frase: "Hace mucho que no me escribís" se transformara en "Hace que mucho no que me no escribís". A él, por supuesto, le salía con mucha mayor gracia.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Tocacio

(Adj. De tocar. Úsase casi con exclusividad en masculino)

Dícese de quien exhibe ciertas partes de su cuerpo y pide que lo toquen.

El tocacio suele ser un hombre que presume de sus músculos o de la tersura de su piel. Pero no le basta con generar un discurso repugnante y ególatra; sospecha que -por alguna razón- no le creemos lo que dice y nos insta a corroborarlo personalmente. "Mirá qué duros que tengo los bíceps... tocá, tocá", insiste.

Otra clase más morbosa es la de quien exhibe operaciones, heridas o inflamaciones y pide que le toquen para confirmar que sus tejidos no están bien o que se le descosió la herida. Ya bastante desagradable resulta ver los eccemas y los ganglios abultados: él, además de ofrecernos un innecesario y nauseabundo espectáculo a la vista, insiste en que comprobemos las purulencias de su desagradable cuerpo a través de otros sentidos.

En general, los tocacios suelen ser hombres. El hombre es tocacio ante mujeres y ante otros hombres. Sin embargo, la mujer -en caso de ser tocacia-, sólo lo es ante mujeres. La mujer aprende bastante temprano que no debe incitar a que los hombres la toquen, a menos que desee tener sexo.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Teratopsia

(Sust. Del gr. teratos = monstruo y -ópter = que ve)

Sensación de que los rostros de las personas se han vuelto monstruosos.

La teratopsia puede deberse a un desorden neurológico que hace ver a los objetos de manera deforme, irregular o incompleta. Pero, en su acepción original, no es necesario apelar a una patología. A veces puede ocurrir que un rostro familiar se nos vuelva extraño porque lo estamos viendo desde ángulos inusuales, o simplemente porque lo miramos demasiado: cuando alguien nos habla y, mientras escuchamos, recorremos cada detalle de su cara, nos puede dar la impresión de que ese rostro es desconocido, o hace gestos que nos son extraños, o no podemos asociar ciertas muecas o tics con la voz que oímos. A veces, de tanto mirar a los ojos, podemos pensar que su boca está como dislocada, como partida. A veces, si sólo miramos su boca o un pómulo, nos puede parecer que el pelo está muy revuelto, o muy separado del resto de los rasgos, o que su cara es demasiado grande para esa nariz tan pequeña, o que un par de granos y una manchita en la mejilla forman otra pequeña cara, triste y diabólica.

A veces, la teratopsia es la capacidad de visualizar la gran mueca, la mueca universal que se esconde detrás de cada gesto, como en este cuento.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Unanosca

(Sust femenino. Del griego = no, agnorisis = reconocimiento y tnésko = morir)

Tiempo después de la muerte en el cual el muerto todavía piensa que está vivo.

Quien sufre de unanosca no sabe que ha muerto. Prosigue con sus rutinas diarias sin notar mayores cambios que una acentuada indiferencia por parte de quienes habitualmente lo rodean. Tarde o temprano, sin embargo, debe caer en la cuenta de que la indiferencia es sólo un mínimo factor, porque -presumiblemente- también deberían modificarse la posibilidad de asir objetos o de cualquier mínimo intercambio verbal con otras personas.

La unanosca es familiar por películas como Ghost, Sexto Sentido y Los Otros. Sin embargo, en todas estas películas se revela que la ananosca nace de una multitud de inconsistencias inverosímiles. En Ghost, el alma del muerto puede caminar por el piso, como si éste todavía pudiera ofrecerle alguna resistencia. En Sexto Sentido, Bruce Willis -el muerto que padece unanosca- habla con quien fuera su mujer y reinterpreta sus silencios y sus lágrimas como una forma de problema conyugal. Es palmario que la unanosca sólo es posible si la muerte no cambiara demasiado los entornos; si en verdad se puede morir sin que se vea siquiera modificada la percepción. Pero podemos legítimamente dudar de la muerte si, en verdad, aun estando muertos podemos tropezarnos con las mismas piedras con las que nos habíamos matado por tropezarnos y rompernos el cráneo.

La creencia en la unanosca nace de la añoranza por creer que el mundo del muerto es muy parecido al de los vivos. Quienes piensan esto, son incapaces de imaginar que el infierno (el lugar que nos espera a todos) es infinitamente peor de lo que podemos conjeturar.

martes, 4 de noviembre de 2008

Gravisomnio

(Sust. Del latín gravis = pesado y somnus = sueño, ensoñación)

Soñar que se está faltando a alguna responsabilidad importante.

Usted está haciendo un plácido viaje de vacaciones. Mientras disfruta del paisaje que observa a través del ómnibus, recuerda que en cinco minutos debe presentarse al trabajo. No entiende cómo se le pudo olvidar una cosa así. Inmediatamente, el viaje se convierte en un infierno; usted se recrimina a sí mismo su torpeza, su inexplicable olvido . Sabe que está muy lejos del trabajo y que no podrá poner ninguna excusa razonable. Sin embargo, se esfuerza por inventar algo. Hace cálculos imposibles: si se baja del micro y hace dedo, tal vez llegue con media hora de atraso, si tiene la suerte de que alguien lo levante en mitad de la ruta. Pero no está vestido para trabajar; lleva pantalones cortos, ojotas y una gorra roja. Como en el final de una mala película, se despierta. Ha sufrido un gravisomnio, una pesadilla bastarda, cuyo único componente inquietante es el temor a convertirse en una persona irresponsable y poco digna de fiar.

No debe confundirse el gravisomnio con el pundisomnio (de pudor y somnus): sueño en el cual ocurre algo vergonzoso, como el descubrimiento de que se está dando una conferencia totalmente desnudo.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Logorexia

(Sust. Del griego logos = discurso, texto, razón y orexis = apetito)

Necesidad imperiosa de encontrarse con una buena narración.

A pesar de las recomendaciones, es difícil encontrar un buen libro o una buena película. Para el asiduo lector o cinéfilo, no es frecuente dar con una narrativa satisfactoria. El repertorio de historias que lo impresionaron a uno parece reducirse a un pequeño puñado. El logoréxico, sin embargo, encara un nuevo libro o va al cine no ya con la esperanza de conseguir un estremecimiento maravilloso, angustiante, y único, sino con el resignado sabor de que todo lo que vea u oiga, será aburrido, repetido y anodino.

El logoréxico no puede calmar su apetito: ninguna película supera a Vanilla Sky; ningún libro supera a Hacedor de Estrellas, La Broma o Viaje a un Planeta Wu - Wei.

Pero la desazón del logoréxico es peor cuando relee esas obras y ya no le despiertan sensaciones fantásticas y abrumadoras; apenas si siente un ligero temblor. Eso le lleva a sospechar que ha sido engañado por su propia memoria, o que el tiempo en el que la lectura comportaba placeres inconmensurables se ha terminado.

Su única salida es apelar a su propia imaginación y crear él mismo una narración que sacie su apetito. Pero la propia imaginación es un sucedáneo pobre: el logoréxico quiere sorprenderse. Quiere sentir la carne de gallina al dar vuelta una página. Y la imaginación propia rara vez da sorpresas, excepto en las pesadillas.

Por suerte está Borges. Borges es el mar infinito donde calmar la sed logoréxica; el mar a cuyas aguas se puede acudir miles de veces durante muchas vidas. Quienes no conocen a Borges permanecen siempres sedientos.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Ficionuncopiar

(Palabra y definición enviadas por Vachi Gutiérrez)

(Verbo. Derivado de ficionunciar)

Tendencia de una persona a adoptar rápidamente los acentos de un lugar extranjero.

Puede suceder por ejemplo que durante una excursión de una semana a España, el ciudadano vuelva hablando con términos como "venga, vale, coño", o más común aún, que reciba en su casa a agún amigo porteño y a las 24 hs hable con cantito o se dirija a alguien diciéndole pelotudo o forro.