(Sustantivo. Del griego pro = adelante y pragma = objeto, acción, utilidad)
Objeto al que se lo guarda porque puede "servir para algo".
Cuando se nos rompe un artefacto que contiene piezas, tornillos y accesorios, solemos creer que cada una de esas partes puede tener alguna utilidad futura y por eso las guardamos. Lo mismo ocurre con las tuercas, tornillos, carcasas de reloj, cajas o maderitas que nos encontramos en la calle o cirujeamos de un contenedor.
Los propratos pueden conformar su propio colocio. A veces, podemos guardar propratos dentro de una caja o un frasco. A veces, los propios propratos consisten en cajas y frascos. Al acopiamiento de cajas y frascos se la denomina cenotimia.
2 comentarios:
Es que de verdad, algún día pueden servir. Doy testimonio en defensa de los propratos porque gracias a ellos puedo usar la pileta de la cocina, una de las víctimas de los domicidas que solían vivir acá.
Por otra parte, Elizabeth, la propraxis suele estar emparentada con el domicidio.
Al menos en mi caso, antiguo domicida cuya recuperación comenzó el día en que empecé a desprenderme de (aproximadamente) mi peso en carpetas de la universidad, papeles borroneados, CD con archivos que ya no necesito, ropa vieja que ya no me queda y multitud de otros propratos.
Y voy por más.
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