domingo, 28 de febrero de 2010

Nota en tapa de revista venezolana

La Revista Dominical, suplemento del diario Últimas Noticias de Venezuela, ha publicado una nota acerca de Exonario. Justo hoy, que se cumplen MIL ENTRADAS de este blog.
Aquí está la nota en la edición impresa del suplemento (Click para ampliar):
Le agradezco muchisímo a Castor Carmona, quien me hizo la entrevista, y al equipo de redacción y diseño que ha dedicado cuatro páginas - más la tapa- a este blog.

viernes, 26 de febrero de 2010

Diplobio

(Adjetivo y sustantivo. Del griego diplós = doble y bios = vida)

Único cuerpo en el que habitan dos seres. 

No debe confunirse este término con el que corresponde a la posesión demoníaca.
El término puede aplicarse con ciertas reservas a los casos de hermanos siameses en los que no queda claro si se trata de un único cuerpo con dos conciencias, o de dos cuerpos fundidos.
El término tendría su uso si encontráramos alguna especie de animal que tuviese naturalmente dos cabezas, y si pudiéramos decir que no se trata de dos individuos que viven en una completa simbiosis, sino de un único doble individuo. 
Podría aplicarse con propiedad a nosotros si alguna parte de nuestro cuerpo adquiriese conciencia y decidiera imponer sus propios objetivos. ¿Qué ocurriría si a un brazo le saliesen patas y comenzara a moverse como si tuviera sus propias intenciones?  Si el resultado final de esa horrenda mutación es que el brazo se desprenda del cuerpo, sólo hemos sido el vehículo para el nacimiento de un nuevo tipo de seres. Pero si el brazo continúa adherido a nuestro cuerpo, nos hemos convertido en un diplobio.

Así como hay diplobios, puede haber triobios, tetrabios, pentabios, hexabios, heptabios. Una vez que hemos permitido que en un cuerpo habiten dos seres, podemos especular con casos en los que habiten miles. El término para designar estos casos de vida múltiple es polibio

Un tumor maligno, que crece a expensas de nuestra sangre y lleva nuestro mismo código genético, ¿nos convierte también en diplobios?
Dado que nuestro cuerpo está conformado por millones de células, cada una de las cuales tiene vida propia, ¿podemos decir que somos polibios?

Las palabras existentes hasta el momento (siamés, simbiótico, parásito) hacen referencia a dos o más seres que, por diversas circunstancias, han quedado fundidos en un cuerpo. Diplobio (o polibio), en cambio, no remite a fusión alguna sino al espontáneo surgimiento de dos seres a partir de una misma estructura corporal.

jueves, 25 de febrero de 2010

Fruticadiar

(Verbo. Del latín fructus = fruto y cado = caer)

1. Cuidar la maduración y desarrollo de un proceso para desatenderlo en el momento de obtener réditos. 

2. Esforzarse por sembrar para luego no recoger los frutos.

Recoger los frutos de una obra resulta ser la parte más grata y esperada de la tarea. Sin embargo, quienes fruticadian olvidan o sienten pereza, o simplemente detestan esa parte.
Hay incontables contextos en los que las personas pueden fruticadiar. Algunos ejemplos: al hacer un trabajo largo y complicado para luego no ir a cobrarlo; al terminar una carrera y jamás retirar el título o al hacer una torta y después guardarla en la alacena hasta que se pudra.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Chanicurro, a

(Adjetivo. De ya, ni y curro)

Dícese de quien abandona definitivamente una prolongada actividad delictiva.

El chanicurro pudo haber cometido todo tipo de estafas, hurtos y robos, pero un buen día encuentra un motivo suficiente para dejar de actuar en el delito. Sea porque ya ha logrado mucho dinero, porque se asustó después de un tiroteo, porque comenzó a sentir un persistente prurito moral, porque se hizo religioso o porque ya no le encontró sentido a la actividad, el chanicurro comienza a llevar una vida sedentaria y mortecina tras bastidores. Se lo suele ver en el patio de su casa, panzón, en ojotas y con un cigarrillo, preparando asados para sus amigos. O en el templo, rezando y contándole a sus hermanos su periplo pecaminoso y su posterior redención a manos del mesías. O en el bar, casi escondido en una mesa de fondo, relatando de vez en cuando sus heroicas peripecias delictivas.
El chanicurro muere a los cincuenta años de cirrosis o de un ataque cardíaco producto del colesterol y el sobrepeso. Su vida no se acaba por el disparo de un compañero traicionado o de un policía en un asalto: muere como el más pacífico y perezoso de los cristianos. A veces hay una mujer joven y hacendosa que llora con desconsuelo su desaparición. Pero, en la mayoría de los casos, nadie siente pena por él.

El chanicurro y la nomaspito han tenido vidas con cierto paralelismo.

lunes, 22 de febrero de 2010

Maladelio,a

(Del griego malá = mucho y delóo = mostrar, enseñar) 

Quien da indicaciones exhaustivas cuando sólo se le pide una.

Si al maladelio se le pregunta dónde hay que guardar la tijera, nos responderá: "La tijera va en el segundo cajón. Los destornilladores, en la caja de herramientas. Las tenazas, en el primer cajón. En el cuarto cajón hay frasquitos para guardar tornillos. El frasquito grande es para guardar clavos de pared; el frasco negro tiene aceite para bicicletas. Dentro del frasco grande hay cuatro cajitas, cada una de ellas con distintos tamaños de clavos...". A veces se queda un rato dudando: "Las mechas de la agujereadora van en el cuarto... No, en el quinto... Sí, sí en el quinto... No, en el sexto cajón". Sólo se le pedía una indicación, pero él considera que es pertinente informar al detalle qué se guarda en cada compartimento de la alacena, y espera que lo escuchemos con atención y llevando el registro de dónde va cada cosa. No tiene en cuenta que, probablemente, olvidemos sus palabras o que, peor aun, ya sabíamos de antemano dónde se guardaban las herramientas.
Es frecuente que el maladelio, luego de hacer su prolongada enumeración, quede exhausto y malhumorado; por ello, después de tomar mucho aire, suele decir una frase como la siguiente: "Al final, a vos hay que indicarte todo"

El maladelio tiene un comportamiento ligeramente antónimo al del indisoño.

viernes, 19 de febrero de 2010

Asinognosia

(Sustantivo. Del griego a = partícula negativa; synantése = encuentro y gignósco = conocer)

Desconocimiento momentáneo de una persona conocida cuando se la cruza por la calle.

A veces en los escasos segundos en que nos cruzamos con alguien, no alcanzamos a reconocerlo. Sólo nos damos cuenta de quién es cuando nuestra mirada ha cambiado de dirección y ya pasó el momento del saludo y del dolfablo. Cuando padecemos asinognosia nos lamentamos porque ese conocido (que por un momento fue desconocido) puede pensar que no queríamos saludarlo, o que estábamos fingiendo no saber quién era o, peor aun, que en verdad ya lo olvidamos para siempre.

La asinognosia debe distinguirse de la agnosodia. A pesar del parecido fonético, etimológico y semántico, la agnosodia se refiere al hecho de darse cuenta de que alguien es conocido, pero no saber quién. La asinognosia, en cambio, hace referencia al hecho de no dar por conocido a alguien que sí lo es.

jueves, 18 de febrero de 2010

Yerriyoco, a

(Adjetivo. Del latín erro = errante, vagabundo y iocus = juego)

Dícese de quien se dirige a alguien haciendo alusiones inespecíficas y picarescas.

A veces vamos caminando y alguien, desde la vereda de enfrente, emite un chiflido, o grita alguna guarangada para que nos demos vuelta y lo veamos. No nos llama por nuestro nombre, y en rigor esos sonidos podrían ir dirigidos a cualquier persona. Pero él pretende que, con esas referencias guturales, nos demos por aludido. Si no le respondemos como él espera, probablemente comience a contar -siempre a los gritos- alguna historia infamante y muy privada para que al fin nos demos cuenta de que alguien está hablando de nosotros. El yerriyoco comienza con un silbido. Luego grita un "¡Eh!", seguido de un "¡Sooooordo!" (con la primera "o" alargada), un "¡Pelotuuuuudo!", y una alusión a la actividad laboral (¡Che, profesor, acá me parece que corrigió mal un examen!) o deportiva que realizamos (¡Aprendé a jugar al tenis!) o de la que somos seguidores (¡Los de Atlanta son unos muertos!) para finalmente gritar algo ofensivo, escabroso y dirigido a nosotros de forma inequívoca (Así que la otra noche te quisiste voltear a tu cuñada, ¿eh?).

miércoles, 17 de febrero de 2010

Rugopario

(Del latín ruga = arruga y paries = muro) 

Marcas en la pared de los objetos que suelen apoyarse en ella.

Las sillas, los picaportes, las camas, los objetos que cuelgan de la pared y se balancean (como las llaves, las cucharas, las cadenas, algunos adornos) van dejando sutiles hendiduras en el revoque que, con el paso del tiempo, se hacen notorias y persistentes.

Gracias a los rugoparios, cuando vemos una casa vacía podemos inducir sin mucho trabajo dónde estaban ubicados los muebles de los habitantes anteriores.

martes, 16 de febrero de 2010

Crematropía

(Sustantivo. Del griego Xréema = cosa y tropos = dirección)

Crecimiento de un objeto no vivo. 

Es usual suponer que sólo se desarrollan y crecen los seres vivos. Sin embargo, a lo largo de la historia se han escuchado historias de dudoso origen que aseguran haber visto a una piedra, una mesa de metal o un edificio crecer y agigantarse de manera espontánea. Se cuenta que a veces a un objeto puede crecerle otro de su misma clase (a una silla le crece otra silla; a un edificio otro edificio); a veces le crecen partes típicamente biológicas (hojas, brazos, piernas rudimentarias e inútiles, cabezas) A veces, finalmente, pueden crecerle otros objetos de géneros diferentes: a una silla puede crecerle un edificio y a un grano de arena todo un universo. 

El término no se aplica a aquellas partes de un ser vivo que siguen creciendo un tiempo después de que el ser vivo ha muerto, tal como ocurre con los cabellos, las uñas y los dientes. La crematropía sólo puede darse en aquellos objetos con los cuales existe la certeza de que naturalmente no poseen vida, al menos en el sentido usual del término.

lunes, 15 de febrero de 2010

Sinfásarco,a

(Adjetivo. Del griego syn = con; fágo = comer y sarx = carne.)

Quien come la carne del mismo animal que uno.

Si una oveja muere en el campo, es posible que los miembros de una jauría de lobos coman una gran cantidad de su carne y que, luego, los pájaros carroñeros y los gusanos se hagan cargo del resto. Los lobos, los pájaros y los gusanos son sinfásarcos.
Reciben este mismo nombre quienes comen los distintos cortes de vaca que se compran en una carnicería: si compramos bola de lomo de ternera, y nuestro vecino compra cuadril, y si el carnicero nos da ambos cortes del mismo animal, seremos sinfásarcos del vecino.

viernes, 12 de febrero de 2010

Inderarear

(Verbo. Del latín index = título, portada)

En las canciones, cantar sólo la parte de la letra que corresponde al título.

Quienes tararean canciones, usualmente sólo conocen un mínimo fragmento de la letra: aquella parte (usualmente del estribillo) en la que se repite el título de la canción. Muchos amantes de Bob Marley sólo gritan a coro la parte final de la estrofa en la que dice "No, woman, no cry", pero desconocen por completo el resto de la letra de la canción. Lo mismo ocurre con el tema de Huey Lewis & The News: se suele conocer sólo la parte del estribillo en la que se detienen los instrumentos y se escucha: "Is the power of love", única parte del tema que se suele cantar con propiedad, entonación y conocimiento de la letra.
Existen canciones que son mal inderareadas. La canción de Queen, "Friends will be friends" suele inderarearse como "Friends to be friends", dando lugar a la expresión "frenchubifrén".
Solemos inderarear la mayoría de las canciones de moda. Para decirlo con más precisión: inderareamos una pequeña parte, y tarareamos el resto.

jueves, 11 de febrero de 2010

Verbifragio

(Sustantivo. Del latín verbum = palabra y frangere = romper. Adjetivo: verbifrágico)

Acción y efecto de cortar las palabras en lugares inadecuados. 

Existen reglas para hacer abreviaturas o para cortar una palabra en un salto de línea. Cuando no se respetan estas reglas, se comete verbifragio.

Se produce esta tropelía, también, cuando se profieren palabras incompletas y se espera que el interlocutor las interprete en su totalidad. "Fui a comprar to..." , dice el verbifrágico. "¿Tomates?", pregunta el receptor. "No, toallitas feme..."
Muchas veces se puede inferir la parte faltante.
El verbifragio es similar al eremoloquio, con la diferencia de que en este último las palabras sí son completas, y lo que no se completa es la oración.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Cicernar

(Verbo. Del latín cis = de este lado y secerno = separar. Adjetivo: cicernador)

Apartar las cosas que uno pidió en un pedido grupal.

Cuando en una celebración se decide pedir sandwiches y empanadas por teléfono, cada uno de los comensales suele elegir las combinaciones que le gustan. A algunos les gustan las empanadas de atún y los sandwiches de jamón crudo, pero a otros todo eso les parece horrendo. Es muy común que, cuando llega la comida, ciertos comensales deseen pipear y comer sin fijarse si le corresponde ese sabor o no. Sin embargo, existen personas que tienen muy bien delimitado el ámbito de lo que les gusta y de lo que no. Esas personas suelen tener conflictos cuando se los fuerza a comer sin respetar la elección que habían hecho. Si han pedido sandwiches de huevo duro y tomate, no consentirán que les sirvan sandwiches de humita con pan negro: ellos pidieron lo que pidieron porque deseaban exactamente eso y no otra cosa. Para evitar las maniobras de los pipeadores (los que comen sabores ajenos a conciencia) y de los indiferentes (aquellos que comen sin mirar si han elegido un sabor propio o ajeno), la mejor estrategia siempre es la de cicernar. De ese modo, cuando llega el pedido cada cual separa cada una de las empanadas y sandwiches que corresponden a los sabores que se han pedido. Si todos están de acuerdo en cicernar, entonces no habrá conflicto. Por lo general, los problemas surgen cuando uno o unos pocos desean cicernar, pero otros consideran que da lo mismo. En este último caso, quienes desean cicernar serán tratados de egoístas y es probable que se los acuse de angurrientos e incluso tacaños. En cierto modo, estas acusaciones no están tan injustificadas: el que cicerna siente que le invaden su propiedad privada si le comen una empanada que él pidió. "Yo pedí una de roquefort, y resulta que se la terminó comiendo Carlitos, quien dijo que no le gustaba el roquefort", se queja el cicernador con amargura.

martes, 9 de febrero de 2010

Anominar

(Verbo. De a = partícula negativa y nominar. Sustantivo: anominación)

Quitar el nombre a alguien.

Existen dos maneras de anominar: una, la más literal consiste en retirar el nombre que le habíamos puesto a alguien, bien porque ya tenía otro nombre, o bien porque no nos parece que deba ser nombrado. Muchas veces se anomina animales. La anominación puede ocurrir en el caso en que alguien encuentre un perro abandonado y decida adoptarlo. En esa instancia, supongamos, lo bautiza con el nombre de "Ernesto". Dos días después aparecen los verdaderos amos del perro, quienes comunican al ocasional adoptivo que el auténtico nombre era "Carlitos". El nombre "Ernesto" simplemente se retira del juego: al perro se lo anomina para siempre del nombre "Ernesto" y se lo sigue llamando "Carlitos". Este mismo proceso puede ocurrir cuando un matrimonio adopta un niño y, luego de bautizarlo, descubre que ese niño ya tenía nombre. Ocurre también cuando se bautiza a una tierra y luego se descubre que esa tierra ya tenía nombre, aunque muchas veces se termina imponiendo (por la fuerza) el nombre de quien tenga más poder militar.
También solemos anominar a aquellos animales de faena a los que les hemos puesto nombre. El puerco Margarito pasa a ser "el chancho" el día en que se lo va a sacrificar: nadie desea comerse algo que alguna vez haya respondido con ternura a nuestro llamado. Nadie quiere comerse a Margarito; es mejor atragantarse con un lechón anónimo.

Existe otra forma de utilización de este término en la cual a alguien se lo deja de llamar por su nombre, aunque en realidad no se le quita el nombre. Ocurre cuando nos enojamos con una persona y, en vez de seguir llamándola "Alberto" o "María", pasamos a utilizar alguna descripción infamante como "El pelotudo que vende seguros", "La mierdera" o "Ese tipo". La persona se sigue llamando "Alberto" o "María", pero nosotros decidimos retirar su nombre de nuestros discursos. Al retirarle el nombre le quitamos entidad humana y lo rebajamos a una mera caricatura.

lunes, 8 de febrero de 2010

Euriscalgia

(Sustantivo. Del griego euriskós = encuentro y algéo = dolor)

Desconcierto, dolor y sorpresa por encontrarnos con la persona que nos ha abandonado.

Nuestra pareja decide dejarnos y un mes después nos la cruzamos por la calle. Está distinta; se ha hecho algo en el cabello, usa ropa que no le conocíamos y ahora tiene una expresión diferente en la cara. Nos miramos por un instante y cada uno sigue de largo. Aunque muchas cosas en ella son diferentes, el solo hecho de mirarla reaviva una sensación familiar y tierna que con esfuerzo habíamos tratado de sepultar durante el largo mes de soledad. Ese encuentro casual nos ha provocado euriscalgia: un repentino conglomerado de sensaciones contradictorias y agridulces. La euriscalgia desbarata el precario duelo que empezábamos a transitar, y nos hunde una vez más en la congoja.
Esta situación puede ocurrir también si nos cruzamos con el jefe que nos echó de su empresa, o si una mascota se encuentra por casualidad con el amo que lo abandonó, o, aun, si se nos aparece el espíritu del familiar muy querido que un día decidió suicidarse.

La euriscalgia la puede sentir también la persona que abandona.

sábado, 6 de febrero de 2010

Cilépido,a

(Palabra y definición enviados por Wolfgang)

(Adjetivo. De scio = saber y lepidus = gracioso)

Tipo de humorismo que exige del que lo escucha conocimientos más o menos profundos de alguna rama de la ciencia, porque de lo contrario no podrá encontrale la gracia por más que se lo expliquen.

En este mundo cada vez más especializado, hasta el humorismo presenta especialidades. Propongo cuatro ejemplos:

Chiste para físico-químicos (requiere por lo menos un curso de química inorgánica en una escuela secundaria de nivel más que bueno).
¿Cuál es el color de un oso capaz de disolverse en agua?
Cualquiera podría decir que eso es absolutamente imposible, ¿cómo se va a disolver un oso en agua?
Explicación científica: el agua es un líquido polar, lo que significa que las cargas eléctricas de las moléculas de agua están separadas, por lo que el agua puede disolver sustancias polares, como las sales, los ácidos y las bases.
Y aquí viene el juego de palabras: si el agua puede disolver sustancias polares, podrá disolver también osos polares. Y como los osos polares son blancos, la respuesta será: El color del oso debe ser blanco.

Chiste para biólogos (más o menos 2º año de la Licenciatura en Biología).
¿Qué le dijo un clostridio a otro al encontrarse en un autoclave?
Acá la gente se queda con la boca abierta, porque podrá saber qué es un autoclave, pero difícilmente sepa que es un clostridio. Es el microorganismo capaz de producir la toxina botulínica (es mucho más popular de lo que parece, de ahí vienen las inyecciones que tanta gente usa para combatir las arrugas). Supongamos que somos de los que todavía creemos que el botulismo es algo peligroso; para combatirlo, en el caso de alimentos enlatados, habrá que someterlos a vapor a alta presión y elevada temperatura. Para eso se usa el autoclave. Con la temperatura sola no alcanza, es necesaria la presencia del vapor. Por eso la respuesta a la pregunta de más arriba es: La calor no sería nada, acá lo que mata es la humedad.

Chiste para matemáticos (Análisis Matemático I)
Las funciones matemáticas hacen una fiesta y se divierten como locos. Pero una de ellas, "e elevada a la x", se mantiene sola en un rincón. Se le acercan varias funciones y le dicen: Vení, "e elevada a la x", integrate. Y la otra les responde: Para qué, si no va a cambiar nada.
Explicación: "e elevada a la x" es una función exponencial, que tiene la particularidad de que cuando se la integra (operación matemática bastante complicada) se obtiene la misma función. Por eso no cambia nada.

Chiste para matemáticos con conocimientos de psicología:
¿Qué es un niño complejo? Es el hijo de una madre real y de un padre imaginario.
La palabra complejo no solo tiene aplicación en el campo de la psicología (complejo de Edipo, de Electra, etc.), sino también en el de la matemática. Designa un tipo de número que tiene dos partes: una real y la otra imaginaria.

viernes, 5 de febrero de 2010

Brasibio

(Sustantivo. Del griego bráse = cocido y bios = vida)

Alimento que queda vivo después de cocido. 

Normalmente diríamos que no hay lugar conceptual para esta palabra. Si algo está cocido, evidentemente no puede estar crudo y mucho menos vivo. Pero si hubiera alguna posibilidad de que un animal o vegetal comestible estuviera vivo y cocido a la vez, podríamos nombrarlo con esta palabra.

Si los animales para faena pudiesen ser cocinados sin matarlos, podríamos hervirlos o freírlos en su nacimiento. De ese modo, al crecer sólo sería cuestión de carnearlos y llevarlos al plato sin necesidad de pasar por el engorroso proceso de cocción. No necesitaríamos comprar leña para el asado: bastaría con comprar una vaca viva ya asada e ir cortándola de a poco para nuestros festines.

jueves, 4 de febrero de 2010

Inconsuncio

(Sustantivo. Del latín in = partícula negativa; compleo = completar y sumptus = coste)

Precio incompleto de un producto. 

Nos llama por teléfono la operadora de una empresa vendedora de calzoncillos largos. "El producto viene con un par de pantuflas, y el precio es de dieciséis pesos más iva", nos anuncia. Cuando le preguntamos si existe alguna posibilidad de no pagar IVA, nos dice que no, que el IVA es de veintiuno por ciento y hay que pagarlo en todos los casos. "¿Y por qué no me da el precio con IVA incluido?", preguntamos. "Bueno, con IVA el precio es de diecinueve pesos con treinta y seis centavos", aclara. "¿Ese es el precio final?", inquirimos una vez más.  "Sí, es el precio final, pero no el precio final - final. A ese valor hay que añadirle un seis por ciento de impuestos", nos dice. Desconcertados, preguntamos: "¿Y cuánto tengo que abonar cuando llegue a la puerta de mi casa?". "Bueno, si desea que se lo enviemos hasta su casa, hay que agregar veinticinco pesos en concepto de flete, más impuestos", nos advierte. Cada vez que la operadora nos da un valor, a ese valor habrá que adicionarle otros costes ocultos para poder acceder al producto: esos precios parciales son inconsuncios; productos de una mala estrategia de venta destinada a hacernos creer que las cosas cuestan menos de lo que en verdad cuestan. 
En los restaurantes, al precio de cada uno de los platos hay que adicionarle el valor del cubierto y, en algunos casos, el servicio de mesa y el sommelier.
Cuando hacemos una reparación hogareña, el plomero nos da un precio que luego se irá agigantando a medida que avance el arreglo de la cañería. Jamás, en una primera instancia, tendremos el precio final de la reparación: sólo habrá precarios y desesperantes inconsuncios. "¿Cuánto me va a costar esto?", preguntamos con ansiedad. "Solamente los caños cuestan mil quinientos pesos", dice el plomero, dándonos a entender que ese es solo el principio del infierno.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Cinzañar

(Verbo. De cizaña, ensañar y Cinzano, nombre comercial de un aperitivo. Adjetivo: cinzañero. Sustantivo: cinzañamiento)

Dar de beber alcohol a alguien para hacerlo hablar mal de otras personas. 

Algunas personas suelen emitir su opinión sobre otros cuando están ligeramente alcoholizadas. "Yo no opino sobre Carlitos", decimos, porque tenemos en claro que nuestra opinión será negativa. Pero el cinzañero nos invita a tomar unos tragos; nos convida con una profusión de aperitivos, cervezas y vinos, apenas amenizados con un canapé o un escaso plato de maní. Después del tercer o cuarto trago nos pregunta, una vez más, qué pensamos sobre Carlitos. En esa circunstancia nos olvidamos del prurito inicial y decimos las peores barbaridades sobre Carlitos. Incluso en nuestro discurso agregamos una saña que normalmente no tendríamos contra él. El cinzañero aprueba divertido cada comentario reprobatorio que hacemos sobre Carlitos: ha logrado su propósito. Tiene de nuestra boca la opinión que queríamos ocultar, y con ella la información para incomodarnos en alguna ocasión.

Sólo se aplica el término "cinzañero" para los casos en los que específicamente el objetivo es hacer a otro hablar mal de alguien. Si el estado de ebriedad generado deriva en ima confesión es personal, o si se revelan números de cuentas bancarias, ya no se trata de un cinzañamiento.

martes, 2 de febrero de 2010

Rengalo

(Sustantivo. De rengo y regalo. Sustantivo: rengalar)

Objeto o sistema de objetos incompletos que se da como regalo precisamente a causa de tal incompletud.

A un almacenero el proveedor le ha dado una botella de gaseosa que sólo tiene hasta la mitad. No la puede vender, y ya es tarde para reclamársela al proveedor. Lo que puede hacer es rengalarla: ofrecerla a alguien no por el genuino deseo de hacerle un obsequio, sino para que la botella no esté ocupando un lugar innecesario en las góndolas o en los depósitos.
Cada vez que nos dan una caja de destornilladores a la que le falta un destornillador, o un camioncito de juguete sin una rueda, o un salero sin pimentero, nos están haciendo un rengalo.

A veces, también, nos regalan una parte de algo para incentivarnos a que consigamos otra parte. Eso también es un rengalo. Si bien no se nos obsequia "a causa de la incompletud" (como dice la definición), sí existe la intención manifiesta de no otorgarnos la cosa completa. Es el caso en que un padre le regala diez cuotas de un auto cero kilómetro a su hijo, para que éste lo siga pagando. O un quiosquero que nos regala la primera figurita y el álbum, para que sigamos comprando figuritas.

También se llama "rengalo" ciertos regalos abstractos inoperantes. Si nos hemos sacado un uno en un examen, podríamos reclamarle al profesor para que nos levante la nota. El profesor puede acceder a nuestro pedido, pero nos llevaremos una sorpresa: no nos pone un uno, sino un dos. Con lo cual de todos modos desaprobamos. Hemos recibido un regalo cínico, inoperante y desde luego inmerecido. También sería un rengalo si nos otorgaran un título nobiliario que no sirviera para cambiaranos en lo más mínimo nuestras relaciones ni condiciones de vida. "A partir de hoy usted será el Duque de Morón", puede decirnos algún extemporáneo archiduque. Sin embargo, después de ese nombramiento, seguiremos viviendo en Morón, padeciendo las mismas rutinas y las mismas desgracias.

lunes, 1 de febrero de 2010

Practar

(Verbo. Del latín pre = antes y ago = hacer)

Ejecutar una acción mucho antes de que sea efectiva o socialmente aceptable. 

Hay personas que sacan las llaves de su casa dos o tres cuadras antes de llegar, o que saludan a un conocido unos cuantos metros antes de cruzárselo. Esas personas están practando: se anticipan a algo que efectivamente deberán hacer, pero con una premura excesiva.
Se practa cuando se saca la basura mucho antes de que pase el basurero, cuando se pone la comida en la mesa dos o tres horas antes de que lleguen los invitados, o cuando nos probamos el ataúd y la mortaja unos minutos después de recibir la noticia de una enfermedad que podría enviarnos a la tumba en veinte o treinta años.