(Del latín terreo = asustar y focus = hogar)
Habitación o rincón de una casa que provoca miedo.
En todas las casas hay un lugar en el cual uno no se siente a gusto de quedarse solo y mucho menos a oscuras. El galponcito del fondo con la puerta rechinante y lleno de telarañas; la habitación donde murió la abuela, la ventana junto al pasillo del baño por donde entraron ladrones, el cuartito sin ventanas y con piso de pinotea debajo del cual dicen que está enterrado el cuerpo del desaparecido inquilino anterior.
A veces el terfocario no posee una historia que lo vuelve temible. Puede no haber una razón especial para aborrecerlo, pero sin embargo no queremos estar allí. Si por casualidad necesitamos estar un buen tiempo en ese lugar, sentimos inquietud y estamos atentos, esperando que cualquier cosa nos sobresalte.
Es curioso que aun en los departamentos más iluminados, modernos y seguros hay un terfocario.
5 comentarios:
Uh, en mi casa anterior había un terfocario tremendo...el pasillo al final de la escalera, para acceder a las habitaciones del piso superior. Ese pasillo no me daba miedo sólo a mí sino también a mi hermana, y no tenía niguna historia rara que provocase ese temor. Era un terfocario puro!
Por suerte no hay terfocarios en mi casa actual.
Eso sí, hay lugares donde no me gusta estar, pero es por las tareas que tengo que hacer en esos lugares, como por ejemplo el lavadero.
En la casa de mi abuela hay un terfocario. Saliendo del baño, mientras se va caminando por el pasillo hasta el comedor o la cocina, se percibe la sensación de que alguien te está siguiendo. Les juro que aun hoy, a mis casi 30 años, si tengo que ir al baño de noche en esa casa, vuelvo a la cocina corriendo. De día no corro pero me da miedo igual. A mi mamá también le pasa lo mismo.
Castanédico!
En las enseñanzas de Don Juan, el viejo le dice a Castaneda que busque un lugar de la casa para ubicarse y el tipo descubre que muchos lugares tienen muy "mala vibra", lo que hace difícil la búsqueda del sitio cómodo.
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