martes, 24 de noviembre de 2009

Hebomorfia



(Sustantivo. Del griego Hebe = diosa de la juventud y morphé = forma. Adjetivo: hebomórfico,a)

Apariencia de juventud. 

La mayoría de las personas jóvenes tienen hebomorfia: no sólo son jóvenes, sino que también lo parecen en sus actitudes, sus rasgos, sus expresiones y su vestimenta. Existen, desde luego, muchas personas que aun siendo jóvenes no tienen esa apariencia. Si existen niños desenchangados, también pueden existir jóvenes sin hebomorfia.
La hebomorfia se asocia con una vida despreocupada, ingenua, sin ataduras, sin grandes decisiones ni tragedias.  
Existen dos variantes fundamentales de la hebomorfia: la partenomorfia (del griego parthenos = doncella) y la efebomorfia (del griego ephebós = mancebo). La primera variante (la partenomorfia) se aplica a las mujeres que, a pesar del paso de los años, aparentan ser mucho menores. La efebofilia se aplica a los hombres. A veces el pelo largo, la ropa ceñida, cierta firmeza de busto y de trasero pueden dar la errónea impresión de que una persona es muy joven cuando en verdad no lo es.

La verdadera edad de los hebomórficos muchas veces se delata en las expresiones faciales. El cuerpo puede engañar a nuestra vista, pero la dureza de facciones que da al rostro el paso de los años es casi imposible de disimular. Por eso, a veces, perseguimos una figura hebomórfica mientras está de espaldas, pero nos sentimos defraudados y hasta estafados cuando vemos de frente a quien creíamos era una doncella virginal (o un joven musculoso) y descubrimos su avanzada edad. Algunas partes del cuerpo de una partenomórfica / un efebomórfico dicen "veinte años", pero el rostro no se calla su "más de cuarenta y cinco, tres hijos, dos divorcios, un enfisema, seis conversiones religiosas y ocho votaciones a partidos políticos de ultraderecha"

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