martes, 25 de enero de 2011

Anastolpio

(Sustantivo. Del griego anastéllo = detener y spáo = romper)

Momento estacionario en la rotura de un objeto o sistema.

A veces un vaso se empieza a cuartear, un puente comienza a ceder, un riñón funciona mal o una relación cae en desamores y malentendidos . En todos estos casos, el daño parece progresivo, acelerado e indetenible. Sin embargo, existe una meseta en el deterioro: hay un periodo (a veces extenso) en el cual la destrucción parece detenerse y el objeto o sistema sigue operativo, casi por milagro. El vaso, a pesar de las innumerables rajaduras, todavía puede contener líquido sin gotear, y seguirá así durante meses. Los automóviles podrán seguir circulando por encima del puente, a pesar la inminente caída profetizada por ingenieros, los riñones enfermos seguirán filtrando sales por largos años y la pareja continuará conviviendo con eventuales riñas hasta la vejez: en este último caso, quizás, porque es posible soportar toda la vida aquello que no puede soportarse un segundo más
Tal vez todas las cosas del universo estén pasando por un anastolpio. La completa y perfecta funcionalidad es apenas un mito: la realidad es que todo va camino a la destrucción, y la operatividad de los objetos del mundo es sólo provisional y producto de un delicado (pero efímero) equilibrio de fuerzas que se disputan la ruina definitiva.

2 comentarios:

yerbanohay dijo...

Será lo que le pasa a Betelgeuse, que los astronomos dicen que exploto, pero la seguimos viendo como siempre , bueno, hasta que la veamos..Yo no podia convivir con anastolpios, apenas un roce en una pareja, la cortaba, apenas se rajaba un vaso, lo tiraba,ni hablar de las medias de nylon con una agarrada en una parte que ni siquiera se notaba..pero despues de alemania estoy apreciando los anastolpios, me parece que es resistencia de las cosas a no morir.Será que necesito yo particularmente que varias cosas resistan y permanezcan..

José Pepe Parrot dijo...

Eso pasa con los seracs en alta montaña. Los seracs son como torres de hielo que cuelgan sobre el abismo. LLegaron ahí por el empuje del glaciar y apuntan el precipicio. Están colgando sobre la nada y pueden estar ahí meses, pero uno los ve y sabe que se caen. Y encima que hay que pasar por abajo, mascalzone.