(Verbo intransitivo. De conjeturar y jetonear, argentinismo por "hablar de más")
Hacer conjeturas aventuradas, infundadas y maliciosas en voz alta.
A veces las personas mantienen sus prejuicios en silencio, o los susurran en charlas de vecinos sin que alguien se pueda sentir visiblemente ofendido. Pero cada tanto alguien conjetonea: levanta la voz, grita sin motivo y pide explicaciones por algo que sólo está en su imaginación. Si un vecino usa pelo largo y trabaja de noche, el prejuicioso conjetura que vende droga. Si, además, le grita "por culpa tuya mi hijo es drogadicto", está conjetoneando.
Si la vecina ha tenido una hija siendo muy joven y no se le conoce pareja, el conjetoneador le gritará "puta, seguro que a tu hijo te lo mantiene el cafiolo".
Quien conjetonea suele ser paraxénico: todo a su alrededor es sospechoso. El problema es que, para el conjetoneador, sus prejuicios no son sólo sospechas infundadas; él está convencido de que ha sacado las conclusiones correctas y por eso no tiene reparos en gritarlas a viva voz.
2 comentarios:
Las viejas de mi barrio son conjetoneadoras consuetudinarias.
Algún día debería grabarlas para compartir con Uds. ese cúmulo de barbaridades infundadas.
Dormidano: me encantaría escuchar esas barbaridades. Aunque calculo que no deben diferir mucho de las que escucho en mi propio barrio.
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