(Sustantivo. De disxréstos = difícil y geúma = almuerzo, comida)
Plato culinario que sólo puede comerse después de intrincadas maniobras con los cubiertos o con las manos.
A veces el almuerzo consiste en una dócil polenta o un benevolente guiso que se dejan domeñar con un tenedor o una cuchara. Pero cuando hay un trozo de carne con mucho hueso y grasa, ranchos de pollo, langostinos sin pelar y batatas cocidas en el horno con su cáscara, no podremos comer con sólo un tenedor y ligeros cortes de cuchillo: es necesario, a veces, hacer complicados trabajos de separación para encontrar alguna parte comible y aprovechable. El dugreimo nos deja exhaustos; nos pasamos el almuerzo dándole vueltas a un hueso, comiendo miserables lonjitas de carne dura y mezquina extraída después de hábiles y tortuosas artimañas. Después de esta operación quedamos fatigados y con ganas de hacer una prolongada siesta, porque la comida nos ha saciado por cansancio.
1 comentario:
¡El rancho del pollo!
O esos platos gourmet en donde todo parece destinado a evitar la ingesta.
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