jueves, 30 de septiembre de 2010

Letámara

(Sustantivo femenino. Del latín laetitia = alegría y amaritudo = sabor amargo)

Exaltada alegría con un dejo de preocupación.

El lenguaje de las emociones es escaso y escurridizo. Las sensaciones agridulces definirían, en su amplio espectro, algo que con este término pretende definirse puntualmente. La letámara, sin llegar a ser agria, sí tiene un tinte ligeramente amargo. Es una alegría incontenible que se expresa en risas y cantos, pero que por lo bajo, en la cercana periferia de lo consciente, esconde un temor, un dolor, una inquietud o una pérdida.
Disfrutar de un pleno día de campo con la familia, pero estar preocupado por si entrarán a robar en la casa que ha quedado sola es un ejemplo de letámara. En cambio, si la preocupación opaca el disfrute, ya no estamos hablando de la misma emoción.
Las personas neuróticas nunca pueden tener una felicidad completa; lo máximo a lo que pueden aspirar es a infrecuentes letámaras. El resto del tiempo vivirán obliteradas por sus a veces ridículas preocupaciones. 

Términos relacionados: leticismo, modulancia.

1 comentario:

José Pepe Parrot dijo...

Vuelvo a usar mi pueblo como ejemplo: la madre de un amigo, que tenía aspiraciones del tipo defecar por arriba del conducto proceloso, gustaba de la habilidad de sus hijos en una cancha de fulbo. Pero no le gustaba que se "ensuciaran". Por éso, cuando uno de ellos tiraba una gambeta genial y obligaba al defensor a cometerle una falta, la señora madre exclamaba: "¡Mirá cómo le quedó el pantalón blanco con esa mancha de pasto, no sale más!".
Nunca fue feliz.
Como ud. dice, de vez en cuando una letámara.