lunes, 3 de septiembre de 2007

Friflor

(Probablemente sea una conjunción de "frío" y "flor")

Las estaciones del año son cuatro y, consecuentemente, tienen cuatro nombres. Sin embargo, ¿qué pasaría si subdividiéramos esas estaciones de manera que queden ocho? Tendríamos cuatro períodos más, además de los ya conocidos:
- el verano cuando se acerca el otoño
- el otoño cuando se acerca el invierno
- el invierno previo a la primavera, y
- la primavera previa al verano.

Tomemos un periodo cualquiera: el verano previo al otoño tiene características propias y especiales; los días son ventosos y nublados, y ya no hace tanto calor. Quizás, le convendría un nombre que englobara esta idea: ventibio (viento, tibieza) o alguno similar.

Karmelo Restelli popularizó el término "Friflor", el cual se refiere a una estación entre el invierno y la primavera. Es una época del año en el cual tímidamente florecen almendros, jacarandáes y damascos, pero todavía el aire es muy frío.

Los lectores podrán aportar nombres para otras o incluso estas mismas estaciones del año, de acuerdo a las características propias de cada zona. (Karmelo propone "Buratón", pero no me queda claro a qué estación correspondería ni por qué. La desinencia "tón" me suena a tifón o alguna clase de tormenta terrible).

6 comentarios:

Juan Ignacio dijo...

Jorge, me hizo acordar al Calendario de la Revolución Francesa. Ahí el mes de calor se llama Termidor (por termós) y hay meses como Brumario, Pluvioso o Fructidor.

Saludos.

Anónimo dijo...

Jorge: este post me hace acordar algo de lo que dijiste sobre las estaciones en Filosofía del Lenguaje.

Iota: muy interesante el aporte del calendario. No lo conocía.

Saludos para todos.

Anónimo dijo...

Me parece que el vino Termidor toma su nombre del aquí frío mes de julio, pero es una buena palabra, ajena por desidia del diccionario de la RAE, para el exonario (por favor, no es sinónimo de calorífico ni de calorífero). Por desgracia las cosas cambian, a veces demasiado, mi tío me dijo un día "Che, al final terminé comprando Termidor" y yo pensé que me ofrecía un vinito, pero resultó que era un veneno para las termitas...

«—x—« dijo...

en mi barrio hay un día, que es exactamente un mes antes del inicio oficial de la primavera, y en el que, a cierta hora de la mañana, se da una combinación muy extraña de temperatura, iluminación y composición química del aire que hace que uno se levante y lo primero que piense sea «está por empezar la primavera». lo de la composición química es lo más importante, creo que calle abajo hay algunos ejemplares de las especies vegetales de las que habla restelli, y el viento arrastra partículas químicas de su floración que disparan las neuronas del sistema puente allí donde se interconectan el circuito olfatorio y el cerebro emotivo. en cierto modo, ese día uno puede oler el tiempo, como en un cuento de bradbury que no me acuerdo.

alentado por ese despertar, uno apaga el calefactor, guarda los abrigos que ya no usará y se permite ciertos cambios de humores.

poco tiempo después de esa falsa primavera suelen caer heladas impiadosas que obligan a volver a encender los calefactores, recuperar los abrigos del armario y esperar a que llegue octubre o noviembre y se lleve de veras el invierno. pero no importa, el daño ya está hecho.

creo que es una especie de «preanuncio», «teaser» o «cola» antes del estreno oficial de la primavera.

Anónimo dijo...

x te re deschavaste de que sos de san telmo con eso, un barrio de gran idiosincracia

Corvina dijo...

Perdón, pero los jacarandaes florecen tardíamente (para noviembre por estos lares).