(Verbo. Del latín venustus = bello y senesco = envejecer. Sustantivo: envenescimiento)
Volverse más atractivo a medida que se madura.
Algunos representantes del género masculino suelen declararse envenescidos. Muchos hombres sienten que su éxito con las mujeres aumenta a medida que llegan y sobrepasan la edad media de su vida. Algunos quienes durante su adolescencia y juventud fueron desgarbados, lampiños, tímidos, y mal vestidos se convierten en adultos de apariencia intelectual y paternalista; portan barba, visten con cierto estilo y usan perfumes. Además, dejan de ser introvertidos porque, gracias al encuarentonamiento, desarrollan enormes capacidades para sociabilizar y dialogar. Los envenescidos se sorprenden de ese notable contraste entre los fracasos de su juventud y este inesperado y no buscado éxito, producto de ciertos cambios de actitud y -en algunos casos- de posición económica y de poder. Cuando tenían veinte años se miraban al espejo y sólo veían a un hombre horrible. A los cuarenta y pico, o sesenta, en cambio, se sienten a gusto con su apariencia.
Hemos ejemplificado el caso de varones, aunque entre las mujeres también puede ocurrir el envenescimiento. De todos modos, quienes suelen sentirse envenescidos (al menos desde su relato) suelen ser, en mayor medida, representantes del sexo masculino.
2 comentarios:
¡Como Sean Connery!
O ese otro de E.R. Emergencias que no me acuerdo el nombre nunca.
Me quedé pensando en mujeres envenescidas, y se me ocurrió Andy McDowell. Pero por gusto personal nomás.
Yo, por lo pronto, no adscribo a ésta categoría.
Chico Buarque, Caetano. Mujeres, no se me ocurre ninguna. Los dejo,me voy a tomar mi vitamina e! =)
Publicar un comentario