(Sustantivo. De monos = uno y siamés = gemelo unido por alguna parte del cuerpo)
Persona que es hermana gemela siamés de sí misma.
El monosiamés tiene el cuerpo compartido por dos personas, y esas dos personas son él mismo. Cada parte de su cuerpo está unida a la parte del cuerpo de la otra persona que es ella misma. El ensamblaje de ambos es tan perfecto que se conforma una unidad física y psíquica, y en ningún momento (ni antes, ni después de nacer) puede manifestarse la dualidad.
Podría pensarse, también que un monosiamés es una persona que está unida a otra a través de su propio cuerpo. Pero esa otra persona a la que se une es idéntica a la persona inicial: comparte su cuerpo y su estructura psíquica. Todo lo que haga la persona A, lo hará la B. Todo lo que padezca, piense o desee la persona A, también lo padecerá, pensará o deseará la B. El sabor del helado, el aroma del té, la visión del color amarillo: todo ello lo disfrutarán ambos por igual, con las mismas cualidades e intensidades. Con una salvedad: tanto A como B vivenciarán cada cosa no como si fueran dos personas, sino una sola.
3 comentarios:
Ahura me explico esa sensación como de casa de inquilinato que a veces me invade el cuerpo presente.
Ahora que lo vuelvo a pensar (esta mañana me agarró de sobrepique) conjeturo que es verdaderamente complicado ser un monosiamés. Jodido, porque la unidad de la mónada psíquica es cuasi imposible. Me acordé de un ¿polisiamés? destacado: Lucas, el personaje de Cortázar que le quería cortar todas las cabezas a la hidra para restaurar la unidad perdida. Tengo que volver a leer ese libro, pienso mientras escribo y de ésta forma la monosiamesidad alcanza en mi el grado de utopía.
Dormidano(s): asumo que ambos comentarios fueron realizados por las personalidades monádicas de su monosiamesidad psíquica.
Sus comentarios son siempre maravillosos.
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