(Sustantivo. Del latín circum = alrededor y nomen= nombre)
Objeto al que no se lo bautiza con un nombre, sino con una descripción.
Mientras para algunas cosas tenemos nombres "de una sola pieza", para otras sólo hay nombres compuestos de un sustantivo genérico y un adjetivo, o un sustantivo, una preposición y otro sustantivo. Estos nombres compuestos son descripciones; sirven como indicadores para identificar al objeto, pero no son propiamente nombres. Existe una multitud de objetos huérfanos de nombre pero fácilmente reconocibles por una descripción. En Exonario nos propusimos la tarea de dar nombre a algunos de ellos: el remolino de la cabeza ahora es un vorticipio. Todavía hay una enorme cantidad de objetos (y de especies de objetos) que aun no poseen su bautismo propio: "Trípode de pizza", "mapa de carretera", "mesa de cocina", "milanesa con puré", "mouse con ruedita".
Existen teorías según las cuales los nombres son abreviaturas de descripciones, y en ese caso el nombre sólo funciona por una cuestión de economía verbal. Sin embargo, según otras teorías, el nombre es una etiqueta a partir de la cual se pueden dar ciertas descripciones posteriores, pero dicho nombre no queda "casado" con ninguna descripción en particular.
Si tomamos en cuenta el primer grupo de teorías, la tarea de asignar nombres a los circunomios no tiene demasiado sentido (reemplazar "remolino de la cabeza" por "vorticipio" no representa una gran ganancia en nuestra economía verbal: es más fácil acordarse de la expresión "remolino de la cabeza" antes que de "vorticipio") Pero el segundo grupo de teorías es más interesante: un objeto queda definido por su nombre; luego las descripciones pueden variar e incluso podría haber mundos posibles en los que ese mismo objeto no satisficiera ninguna de las descripciones con las que comúnmente los asociamos. El autor paradigmático que trabaja con este tipo de teorías es Saul Kripke.
(Analícese la expresión "ese mismo objeto no satisface ninguna de las descripciones...": ¿sigue siendo "ese mismo objeto" a pesar de no poder ser descripto de ninguna de las maneras con las que lo asociamos? ¿Seguiría siendo un vorticipio algo que no pudiera describirse como "remolino de la cabeza"?)
1 comentario:
Si al trípode de pizza se le da un nombre dejaría de ser un "coso".
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