(Sustantivo. Del griego biblos = libro y del latín for = hablar)
Dícese de quien habla como si estuviese recitando pasajes bíblicos.
Cuando el biblofeta habla, en su lenguaje coloquial intercala términos que suenan a admonición bíblica. Aunque esté comentando un partido de fútbol o comprando frutas en la verdulería, sus palabras tienen el tenor, la gravedad y la rareza lingüística de una antigua traducción de las Escrituras. Amigo de la segunda persona del plural, de la profusión de mayúsculas, de las frases de gramaticalidad tambaleante y dueño de una retórica apocalíptica, el biblofeta utiliza expresiones como "Advendrá El Elegido por entre vosotros", "El Inicuo tiene sed de Vuestra Buena Voluntad" y "Seréis Salvos Sólo en Jesucristo". Su particularidad consiste en que pretende usar ese pomposo argot aun en situaciones banales y cotidianas: "Alcanzadme esa Manzana, Alimento de Cristo"; "Sabréis que mi hijo ha sacado la mejor Nota en la Escuela pues es un Elegido" "El Inicuo me ha tendido una trampa y ¡Por Jehová!, he pisado bosta de perro"
El biblofeta suele ser una persona que se ha volcado con irracional devoción a alguna creencia religiosa ya muy de adulto, luego de haber cometido todo tipo de actos aberrantes a lo largo de su vida. Lo curioso es que está convencido -y feliz por ello- de que Dios lo ha perdonado. Por eso, ahora se encarga de evangelizar. A su modo.
2 comentarios:
Cuando encuentres al Señor, vas a dejar de decir estas cosas.
Me chupan la pija vos y el Señor, Guilleee
Hacele un favor al mundo y no seas tan biblofeta, ¿sí putito?
Publicar un comentario