viernes, 27 de marzo de 2009

Datiperse

(Adj. No cambia de desinencia en el masculino. Del latín dare = dar y permisio = permiso)

Dícese de quien adopta la actitud de quien concede un permiso para algo, aun cuando no le corresponda dar permisos.

El datiperse escucha los proyectos ajenos y juzga si deben realizarse o no. "Me voy a comprar un auto", dice un ingenuo interlocutor. El datiperse se siente en la obligación de sopesar ese enunciado y, en vez de entenderlo como la afirmación de un hecho, cree que su interlocutor le está pidiendo un consejo. "Está bien, comprátelo", suelta, como si tuviese algún poder de impedirlo o como si él fuese el magnánimo donador del dinero para hacer esa transacción. "No, no te lo comprás", dice, si su evaluación es negativa.

Al datiperse no se le pueden dar noticias acerca de nuestros emprendimientos. Jamás dirá "te felicito" o "me alegro". En lugar de eso, se pondrá a examinar los problemas que sobrevendrán si llevamos a cabo lo que nos proponemos; sopesará las posibles motivaciones y los alcances de nuestras acciones -como si nosotros mismos no hubiésemos hecho eso antes de decidir actuar-, y luego soltará su conclusión con el aplomo de quien da un veredicto inapelable. "Está bien, andá a Mar del Plata de vacaciones. Sí, está bien", dice, cuando se entera de que hace meses que uno planea un viaje.

Lo más nefasto del datiperse es que, cuando examina en voz alta las posibilidades y las motivaciones, lo hace de una manera superficial y ofreciendo una caricatura de nuestras actitudes. "Ah, te querés ir a Mar del Plata. Claro, me imagino. Habrás dicho "uy, qué linda la playa", habrás sacado un crédito para alquilar una casita, te habrás comprado la malla.... Está bien, andá, te va a hacer bien el sol y el casino". Fotequérico y catatecto, el datiperse es un personaje soberbio y resentido que se contenta con remedar un forzado espacio de poder en lugar de actuar, escuchar, callarse y dejar actuar.

2 comentarios:

The Bug dijo...

¡Esta palabra está inspirada en mi vecino!

Abrujandra dijo...

¡Y en mi hija mayor!