(Sust. Del griego téle = lejos y fago = comer)
1. Alimentarse a distancia.
En esta primera acepción etimológicamente literal, el término posee una referencia imposible. La acción de comer implica un contacto entre el alimento y el comensal, por lo cual el término "telefagia" es semánticamente inaplicable.
Existe otra acepción no muy distante de la original, pero que toma en sentido metafórico a la definición anterior:
2. Sentir el estómago lleno por el solo hecho de ver u oler alimentos.
El heladero, después de cierto tiempo de trabajar en la heladería, siente hartazgo por los helados. Lo mismo le ocurre al chef con las comidas que prepara habitualmente. Esa sensación -a veces repugnante- de que ya se está satisfecho de ciertos alimentos por el simple hecho de haberlos manipulado, olido o visto, es la telefagia.
El dicho "comer con los ojos" rescata otro matiz de esta segunda definición de la telefagia.
Existe una tercera acepción que circula (aunque no mucho) por la red:
3. Consumición de programas televisivos de baja calidad.
Esta definición es criticable por al menos dos motivos. En primer lugar, no está justificada etimológicamente: "Tele" es un apócope de "televisión". En segundo lugar, en ninguno de los términos que se utiliza se encuentra la noción de "baja calidad".
1 comentario:
debo disentir en algo; de la palabra «televisión» se infiere automáticamente la idea de «baja calidad», basta conocer el contexto histórico.
ah, gracias por el comentario que me dejó acá. precisamente en eso estaba pensando.
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