(Verbo. Del latín contra = contra y vocare = invitar. Sustantivo: contravocación)
Invitar a alguien para algún evento y recibir como respuesta una invitación a un evento similar.
Las contravocaciones pueden tener dos efectos: o bien alivio, o bien la pesada sensación de compromiso. Pongamos ejemplos:
- A no tiene deseos de salir de su casa. Llama a B para invitarlo a cenar. Pero B (quien tampoco desea salir) le pide -le contravoca- a A que sea él quien vaya a su casa. Con lo cual, A se verá comprometido a aceptar la invitación -puesto que él fue quien llamó en primer lugar para pedirle a B que cenaran juntos. En este caso, la contravocación tiene un efecto negativo.
- A no tiene deseos de invitar a B para su cumpleaños. Pero se ve en el compromiso de hacerlo, dado que B es su amigo. Sin embargo, B se excusa diciendo que ya ha sido invitado a un cumpleaños, o que él mismo está festejando el cumpleaños de algún pariente en su propia casa, para lo cual contravoca a A a ese festejo. A, sin embargo, puede excusarse diciendo que sus parientes y amigos irán a visitarlo a su casa, con lo cual puede rechazar sin problemas la contravocación de B. Este es un caso de contravocación positiva.
Las contravocaciones son una negociación en la que se ponen en juego apenas dos factores: la necesidad de compañía y la comodidad.
2 comentarios:
¡Tantas palabras sólo para decir que al final el asado será en mi casa!
Con que alguien me contravoque, yo me aprto de risa en su cara, y le digo en tono amable, que no quiero, porque quiero quedarme en mi casa y hacerme una masturbacion hasta la hora de dormir.
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