lunes, 11 de marzo de 2013

Crudelario

(Sustantivo. Del latín crudelis = cruel, sanguinario)

Recinto al que las personas van voluntariamente para ser torturadas y / o asesinadas.

Conviene resaltar que quienes visitan un crudelario lo hacen de manera consciente y no esperan obtener placer a través del dolor de una tortura. No son masoquistas ni ingenuos ni penitentes religiosos: deciden impartirse un dolor insoportable a cambio de nada y por ninguna razón (o tal vez por una razón: una especie de turismo exótico de las propias sensaciones dolorosas: "Quiero sentir una vez en la vida cómo es que te arranquen un brazo") En algunos casos, quizás deban abonar sumas enormes para obtener un tormento (y ya el pago excesivo es parte del suplicio) Lo curioso de los crudelarios es que sus visitantes se dirigen a ellos con serenidad, como quien va a hacer un trámite insípido, sabiendo que quizás les esperan meses de una aleatoria, gratuita e incesante mortificación psíquica y carnal de la que querrán huir una vez que haya comenzado.

De una manera metafórica, se denomina crudelarios a los lugares que en principio no están hechos para torturar a las personas pero que en definitiva terminan haciéndolo: "No sé para qué mandás a tu hijo a la escuela. Eso es un crudelario, y los maestros son los verdugos".

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