(Adjetivo. Del latín curro = correr, de donde se deriva cursar y deferre = arrojar, empujar)
Dícese de la persona que, ante una pregunta puntual, remite al estudio de una carrera universitaria y / o a la lectura de textos en lugar de dar una respuesta directa.
Al currafero le formulan una pregunta cualquiera y él necesita demostrar que ha leído, que su título lo ganó a fuerza de libros y exámenes difíciles. Por eso, en lugar de responder, deja un link con una docena de libros para descargar. O invita a su interlocutor a las clases de física avanzada o matemática discreta nivel cinco. O lo recrimina por no haberse aprendido la lección de tercer grado de la escuela primaria. Lo curioso es que el currafero se exime de contestar preguntas pedestres o que solo requieren de una opinión no necesariamente fundamentada. Veamos algunos ejemplos:
Pregunta: -"¿Cómo va a estar el estado del tiempo hoy?".
Respuesta: -"Uf, mirá, hay mucha teoría sobre los fenómenos climáticos, acá podés descargarte los catorce libros más famosos sobre el tema".
Pregunta: - "¿Cuál te gusta más? ¿El sueter rojo o el verde?"
Respuesta: -"Y, si leyeras a Stendhal te darías cuenta de cuáles son mis colores favoritos".
Pregunta: - "Pero, ¿por qué me aumentan el alquiler un doscientos por ciento?"
Respuesta: - "Si estudiaras licenciatura en economía, tendrías la respuesta"
Pregunta: - "¿Quién fue Luis XV?
Respuesta: - "¿Qué? ¿Nunca fuiste a la escuela vos? Eso lo sabe un chico de diez años"
También podría llamarse currafero a quien responde del modo que se ejemplifica más abajo, aun cuando no pretenda darse ínfulas de superioridad intelectual:
Pregunta: - "¿Por qué me echan del trabajo?"
Respuesta: - "Remítase al telegrama y a la carta documento que le hará llegar nuestro asesor letrado".
Currafero y epistecripticista se tocan en muchos puntos. La diferencia, sin embargo, es que el epistecripticista no conmina al interrogador a que estudie o que lea algo, mientras que el currafero sí lo hace.
1 comentario:
Las respuestas que me han brindado los pibes Liberales Libertarios los han colocado en la categoría de curraferos.
Y ahora que lo pienso, mis enemigos naturales, o sea, los economistas, casi siempre responden en tono de curraferos, casi sin excepciones honorables.
También tengo la sensación muy contundente que los abogados son curraferos profesioaneles.
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