(Sustantivo. Del griego boulé = voluntad; a = negación y mnéme = memoria)
Olvido voluntario.
Existen dos situaciones para las cuales la actividad consciente es inútil e incluso perjudicial: el sueño y el olvido. Piense con toda su atención en dormirse ahora mismo u olvidar el nombre de un pariente muy cercano: cuanto más esfuerzo consciente invierta en ello, más lejos estará de alcanzar su objetivo. El olvido voluntario tiende a malograrse por la conciencia del objeto que se pretende olvidar.
Sin embargo, si usted desarrolla una técnica eficaz para olvidar lo que desea (y no otra cosa, y no de manera aleatoria), habrá alcanzado la bulamnesis. El olvido voluntario es muy útil cuando se ve por segunda vez una película, se lee por segunda vez un libro o se escucha un mismo chiste una y otra vez: desearíamos olvidar el desenlace y la trama, para sorprendernos una vez más. Olvidar a la persona amada para enamorarse (o decepcionarse) cada vez que aparece es, también, una experiencia interesante.
Aunque existen estudios acerca del olvido voluntario, este fenómeno parece confundirse con el del olvido selectivo. Mientras un olvido voluntario obedece a la decisión consciente de olvidar algo, el olvido selectivo puede operar de manera inconsciente, aun contra la voluntad del olvidador.
1 comentario:
A veces la bulamnesis es el único modo de seguir adelante... pero no es fácil lograrla.
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