martes, 30 de agosto de 2011

Nadádiva

(Adjetivo. De nada y dádiva. Adjetivo: nadadivoso)

1. Dádiva o donación exigua que no provoca diferencia en quien la recibe. 
2. Capacidad de fingir que se está dando una ayuda espontánea.

Muchas empresas comerciales hacen publicidad de la colaboración que realizan a escuelas, hospitales y hogares. Aunque se trate de multinacionales que facturan decenas de miles de millones, tales empresas sólo donan una pelota de fútbol, tres banderines, una botella de alcohol y dos paquetes de pan lactal. Cada uno de los productos donados tienen el logo, los colores y las calcomanías que publicitan los productos. La empresa, además de dar una nadádiva correspondiente a la acepción 1, lo hace en lo que respecta a la acepción 2: no dona de manera espontánea, sino a cambio de eximirse de una obligación impositiva.

El adjetivo "nadadivoso" se aplica también a personas particulares:

Nadadivoso: Quien no es reconocido como buen anfitrión

El amigo que rara vez nos invita a su casa, y cuando lo hace no nos ofrece siquiera la silla para sentarnos y mucho menos un vaso de agua, y aun menos una galletita, es un nadadivoso.  No lo hace de tacaño; simplemente siente que no está obligado a atender bien a sus invitados.

4 comentarios:

José Pepe Parrot dijo...

La Iglesia Católica, que es nadadivosa como nadie.
Póngale: donan 100.000 euros para el hambre de África. Tremenda generosidad.
Caso 2: se hacen los generosos con CARITAS, pero para dar primero piden. Dar de lo que tienen ellos ni beodos.

Jorge Mux dijo...

Exactamente, Dormidano.
En mi ciudad hay una cadena de supermercados que publicita la cantidad de dinero que dona para comedores, intervenciones quirúrgicas y sociedades de beneficencia. Pero se olvida de aclarar que ese dinero primero lo recolectan de los propios consumidores.
La semana pasada mi mujer (que es docente de escuela primaria) tuvo que preparar juegos y actividades especiales porque Coca Cola donó un par de pelotas, banderines y dos boludeces más a cambio de que los alumnos tengan una jornada recreativa. Pero claro, quienes tenían que aportar las ideas para esa "jornada" eran las maestras.

José Pepe Parrot dijo...

Eso último se parece a la apelación de los supermercados grandes a la ecología para que la gente compre bolsas de género que se puedan usar una y otra vez.
Se olvidan de decir por supuesto, que intentan no tener que proveerse de bolsas biodegradables u otro pack que no impacte en el medio y que eso significa guita.
Lo mismo cabe para los bancos que propugnan la "factura electrónica" y ponen como excusa la ecología y el ahorro de papel. Sobre el ahorro en gastos que ellos hacen mediante esa estrategia ni media palabra.

¿Coca Cola?¿La fábrica de felicidad? Me emocionan che.

Elizabeth Auster dijo...

Qué buena palabra. Me siento obligada a compartir la publicación en Facebook. NO, por favor, Jorge, no me agradezca la enorme generosidad con que lo premio, no es nada.