lunes, 1 de agosto de 2011

Nuliscipio

(Sustantivo. Del latín nullus = nada, ninguno y capio = tomar, apropiarse mentalmente. Adjetivo: nulisceta)

Incapacidad para retener una información elemental.

Sea por cansancio, por una patología o por distracción permanente, hay personas que son refractarias a cualquier dato o noticia nueva: aunque se les comunique algo con insistencia, ellos se comportarán como si nunca se les hubiera dicho una palabra. "¿Cómo estás?", nos pregunta un pariente. "Y, estoy con una bronquitis complicada", respondemos. Al rato el mismo pariente nos vuelve a preguntar cómo estamos y le repetimos: "Estoy con una bronquitis", "¿Tenés bronquitis?", pregunta asombrado. Un rato después, el mismo pariente nos pregunta cómo va nuestra descompostura de estómago. No importa cuántas veces le repitamos cuál es el padecimiento: él jamás nos escuchará.
Hay personas a las que no se les puede encargar un simple mandado porque, además de padecer nuliscipio, no usan anotadores para evitar el olvido. "Hay que comprar cien gramos de mortadela", le decimos al nulisceta. Este último no sólo nos preguntará diez veces qué hay que comprar, sino que, además, cuando está en el mercado no recordará qué le habíamos pedido.
El peor nulisceta es el que no se da cuenta de su nuliscipio, es decir: a partir de su incapacidad para retener un dato, elige inventarlo. Eso ocurre con quien en el supermercado, en lugar de preguntarse qué había que comprar, decide traer un escobillón (en vez de cien gramos de mortadela), o Reliverán (en lugar de un antibiótico para la bronquitis).
En algunos casos hay nuliscipio selectivo: ciertas personas no pueden retener datos de determinado tipo, mientras que se comporta normalmente en otros respectos. Suele ocurrir con nombres y profesiones de las personas.

1 comentario:

José Pepe Parrot dijo...

Si no fuera porque sería motivo de divorcio le contaría algunas perlitas nuliscentes de mi concubina. Una delicia.