lunes, 12 de abril de 2010

Confinibernio

(Sustantivo. Del latín confinis = límite, fin y contubernalis = camarada, amigo)

Límite de posibilidades en la relación con las personas.

La definición es un tanto oscura, de modo que podemos aclararla con algunos ejemplos.
Una vez que conocemos a las personas, sabemos qué podemos esperar y qué proyectos podemos cumplir con ellas. Nuestro amigo Roberto es un excelente compañero para tomar cerveza y contar chistes, pero es imposible tenerlo en cuenta para cualquier otra cosa. Al contrario, quizás con otro amigo podemos conversar sobre arte, degustar vinos y mirar películas de Porcel y Olmedo. Pero nada más. Con otro, quizás, podremos poner un negocio de venta de calzones. Con otro, tal vez, reunirnos para comer un asado. Pero cualquier otra actividad que planeemos en común estará condenada al fracaso.
Los confinibernios dependen de la relación con determinadas personas. Roberto tal vez se relacione con Raúl a través de la cerveza y los chistes. Pero quizás Roberto y José, salgan juntos a correr por el parque, y tal vez Raúl y José, cuando están juntos, prefieran jugar al fútbol o planear una revolución.
Este término tiene como referencia algo discutible y quizás falso. Las personas cambian, y con ese cambio también se modifican los tipos de relaciones que podemos tener con ellas. Quizás Roberto se canse de contar chistes, y tal vez cambie la cerveza por el vino, o por los deportes de riesgo. En ese caso, tenemos una nueva oportunidad de relacionarnos con las mismas personas y así desafiar el confinibernio. Sin embargo, el pesimista nos recordará que aun esa nueva relación marcará un nuevo confinibernio.
Es muy frecuente que nos aburramos de los amigos, los parientes y los conocidos: creemos que ya sabemos todo sobre ellos, y por lo tanto no esperamos ninguna sorpresa en su trato. Sin embargo, esto no es necesariamente malo. Los confinibernios nos marcan las regularidades en las actitudes de quienes nos rodean. Sabemos que podemos contar con Carlos si estamos tristes; con Roberto si queremos divertirnos y con José si queremos salir a correr. Este matiz de calidez y alivio lo destaca Juan Carlos Baglietto en su canción "El Témpano": "La cal reseca, la viuda que sueña, los amigos que siguen igual"
Es bueno saber que algunos siguen igual para tener en quién apoyarnos cuando los necesitamos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero estas palabras no existen... ¿de donde las sacas?

Don tunicia dijo...

Al ranking!