(Sust. Del latín leniter = con /por suavidad y ruptus = roto)
Golpe, choque o rotura de algo por exceso de cuidado.
Muchas veces es suficiente con que alguien diga "hay que tener mucho cuidado con eso" para que nuestra atención se focalice de manera excesiva y exagerada, y terminemos malogrando la orden inicial. La lenirrupción ocurre casi de manera fatal. Somos conscientes de que, si no hubiéramos sabido que ese jarrón pertenecía a la dinastía Ming, no nos habrían traicionado los nervios para cuidarlo y transportarlo: las cosas valiosas y frágiles se cuidan mejor si se desconocen su valor y su fragilidad.
El término se utiliza también en un sentido figurado: la lenirrupción consiste en quedar muy mal y hacer papelones cuando nos revelan la identidad, el cargo o la fama de una persona. Podemos dialogar muy bien y con tranquilidad con un desconocido quien, circunstancialmente, comparte nuestra espera en la sala de la guardia médica. Si ese hombre revela que es profesor en nuestra facultad, y descubrimos que con él debemos rendir un examen crucial, es posible que tratemos de agradarle, de cuidar ciertas apariencias y terminemos lenirrumpiendo el diálogo y malogrando el resultado del examen.
1 comentario:
He visto más de una relación de pareja romperse por un exceso de cuidado.
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