miércoles, 5 de noviembre de 2008

Unanosca

(Sust femenino. Del griego = no, agnorisis = reconocimiento y tnésko = morir)

Tiempo después de la muerte en el cual el muerto todavía piensa que está vivo.

Quien sufre de unanosca no sabe que ha muerto. Prosigue con sus rutinas diarias sin notar mayores cambios que una acentuada indiferencia por parte de quienes habitualmente lo rodean. Tarde o temprano, sin embargo, debe caer en la cuenta de que la indiferencia es sólo un mínimo factor, porque -presumiblemente- también deberían modificarse la posibilidad de asir objetos o de cualquier mínimo intercambio verbal con otras personas.

La unanosca es familiar por películas como Ghost, Sexto Sentido y Los Otros. Sin embargo, en todas estas películas se revela que la ananosca nace de una multitud de inconsistencias inverosímiles. En Ghost, el alma del muerto puede caminar por el piso, como si éste todavía pudiera ofrecerle alguna resistencia. En Sexto Sentido, Bruce Willis -el muerto que padece unanosca- habla con quien fuera su mujer y reinterpreta sus silencios y sus lágrimas como una forma de problema conyugal. Es palmario que la unanosca sólo es posible si la muerte no cambiara demasiado los entornos; si en verdad se puede morir sin que se vea siquiera modificada la percepción. Pero podemos legítimamente dudar de la muerte si, en verdad, aun estando muertos podemos tropezarnos con las mismas piedras con las que nos habíamos matado por tropezarnos y rompernos el cráneo.

La creencia en la unanosca nace de la añoranza por creer que el mundo del muerto es muy parecido al de los vivos. Quienes piensan esto, son incapaces de imaginar que el infierno (el lugar que nos espera a todos) es infinitamente peor de lo que podemos conjeturar.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Sufrí varios días de unanosca antes de resucitar.

Vachi dijo...

juaaaa anónimo:)

«—x—« dijo...

y dale con contar finales de películas, vos mux... mirá que sos, eh!

Anónimo dijo...

Por Dió, Mux!
El infierno no existe,
Los reyes magos son los padres y los camellos, no sé...
No me asuste!
Creo que existe la unanosca y el tomuer se va disolviendo de a poco o rápido cual redoxón en agua, según la voluntad inexcrutable de Crom.

unServidor dijo...

Esto me recuerda la vez que volé por los aires por una descarga de 360 volts, quedando ciego y muy débil por varios minutos. Yo era muy joven y mi primer pensamiento fue: "Uh, el kilombo para mi vieja ahora, con el velorio..."

Estaba convencido de haber muerto. (Lo sé, no sería unanosca -salvo que realmente estuviera muerto y una vez resucitado no lo creí, para lo cual habría que hallar un nuevo término- pero ¡es lo que quería comentarte che blog!
Y ahora me voy a charlar un rato con Dr. Google...