(Adjetivo. De colimba, contracción de "corra, limpie, barra", aplicada al conscripto del servicio militar. Sustantivo: encolimbamiento)
Quien tiene un repentino y fugaz empeño para ordenar y limpiar.
El encolimbado siente que todo a su alrededor está sucio. A pesar de que la mugre se ha instalado hace mucho tiempo, su resolución para poner orden es escasa y pasajera. Por eso, después de meses en los que ha acumulado basura, tierra, envoltorios y restos de comida, una buena tarde sale de su letargo y hace (a las apuradas) una cantidad de movimientos espasmódicos para sacudir el polvo, remover los despojos y baldear. Su empeño le dura menos tiempo del que demanda la finalización de la limpieza: cuando ya ha hecho ciertos aprestos parciales, su deseo de limpiar se diluye; La suciedad apenas combatida sigue estando en los muebles y en el piso, pero el encolimbado siente que ha hecho demasiado y se queda esperando su próximo encolimbamiento.
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