jueves, 12 de junio de 2008

Clavaborio

(Sust. Del latín clavis = clave y aborior = dejar morir)

Llave para la cual no hay cerradura correspondiente.

Cada vez que cambiamos la cerradura, nuestras viejas llaves se convierten en clavaborios. Huérfanas de picaporte, los clavaborios esconden una cifra con la que nunca más podrán abrir una puerta.

Por extensión, se llama también clavaborio a todo aquel objeto que, en ausencia de un complemento esencial para su funcionalidad, se ha vuelto inútil y sólo mantiene una penosa existencia residual: los vagones sin locomotora que se oxidan al sol, a un costado de las vías; la tapa de un frasco que se rompió; la habilidad inútil de ser el taquígrafo más rápido en un mundo en el que los taquígrafos ya no tienen trabajo.

Esta palabra a veces designa a una única llave, y a veces se utiliza como un sustantivo colectivo, para designar a un conjunto de llaves. "Más difícil que encontrar la llave correcta en un clavaborio" es el correspondiente a "más difícil que encontrar una aguja en un pajar"

Los clavaborios causan nostalgia y desazón, y por eso se convierten, muchas veces, en nedrictos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La humanidad es un clavaborio, no se sabe muy bien de qué.