(Sustantivo. Del griego psiché = alma; bios = vida y lymphatos = locura, enajenación. Surge el término "psibiolinfacia" del cual se deriva "biolinfacia")
Capacidad de invocar el espíritu de una persona que todavía está viva.
Cuando una sesión espiritista tiene éxito, el médium es poseído por un espíritu descarnado. Este espíritu manifiesta sus pensamientos y sus estertores a través del cuerpo y la voz del médium. Por lo general, el espíritu convocado es el de un muerto. Rara vez, sin embargo, se convocan a ángeles, demonios o al mismo Diablo.
Sin embargo, ¿es factible que un médium convoque a un alma que actualmente está unida a un cuerpo, es decir, el alma de una persona viva? Si tal cosa pudiera ocurrir, tendríamos un caso de biolinfacia . Eso significa que en algún lugar del mundo habría un cuerpo vivo, pero momentáneamente sin alma (al menos, hasta que el médium deje de convocarla)
Sería curioso que un médium convocara y manifestara en su propio cuerpo a los espíritus de quienes lo acompañan en la sesión, alrededor de la mesa. Se trataría de una posesión totalmente inoperante.
Existe un término para referirse a la invocación y posesión de uno mismo por uno mismo: la autonergucia. Si el médium fuera poseído por objetos inanimados, se ha convertido en un psicrótico. Si es poseído por el alma de una muy mala persona (que lo obliga a hacer cosas horribles o humillantes), el médium se ha convertido en un patotero.
1 comentario:
Yo conozco gente a la que le han poseido el alma en vida. Y andan por ahí con su cuerpo a cuestas sin tener la menor idea de para qué.
Esos entes, previamente, creyeron en la existencia del alma, que si fueran existencialistas, no tendrían problema alguno: volverían a empezar sabiendo que no hay naturaleza humana previa y ellos son su propio proyecto.
Publicar un comentario