viernes, 4 de junio de 2010

Entaracto

(Adjetivo. Del griego en = dentro y taraxia = perturbación) 

Quien pone una expresión de desbaratamiento y desconcierto ante situaciones de fácil resolución. 

Si usted ingresa a un kiosco, pide una gaseosa y el kiosquero lo observa con cierta preocupación, como si su pedido fuera algo extraño o difícil de conseguir, entonces se ha encontrado con una persona entaracta.
El entaracto se detiene unos momentos ante nuestras palabras, pestañeando y con el entrecejo fruncido. Suele murmurar "Sí... A ver... Ahora traigo...". Después de un largo suspiro (como si le estuvieran demandando una tarea titánica) sale en busca de la gaseosa. Actúa como si una duda profunda lo hubiera embargado a partir de nuestra sencilla solicitud.
Los entaractos se pueden encontrar en todos los ámbitos. Si a un docente le preguntamos "¿De qué va a hablar en la clase de hoy?", es de esperar que nos pueda responder con fluidez y sin tropiezos. Pero si nos mira extrañado, como si recién cayera en la cuenta de que la clase debe contener algún tema, entonces es un entaracto. Si el médico se muestra desbaratado cuando le preguntamos cada cuántas horas hay que tomar el jarabe, entonces es un entaracto.
A pesar de ese desbaratamiento inicial, el entaracto en realidad sí puede resolver aquello que se le pide: sólo parece desbaratado durante los pocos segundos posteriores a nuestra requisitoria. Después de ese tiempo, casi siempre se comporta con soltura y destreza.


Término relacionado: tumicia.

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