(Sustantivo. Del latín ad = preposición que indica proximidad e injuria = deshonor, daño, maldad)
Adjetivo que sólo se utiliza para enfatizar el poder de un insulto aun cuando no se sabe su significado o no se entiende qué le aporta al insulto propiamente dicho.
"Recalcado" y "reverendo" son adjetivos que suelen acompañar a ciertos insultos: "sos un reverendo pelotudo / hijo de puta" y "andá a la recalcada concha de tu hermana" se escuchan a menudo. Sin embargo, es posible que quienes utilicen esos términos no sepan lo que significan, ni por qué el poder insultante se ve sensiblemente aumentado gracias a su presencia. Parece que las palabras "recalcado" y "reverendo" histrionizan, alargan y aportan un aura ceremoniosa al feroz agravio.
Algo parecido (aunque no idéntico) ocurre con "sos un pelotudo importante". De algún modo, el adjetivo "importante" (cuya interpretación es ambigua: puede ser "importante" en el sentido de que es "muy pelotudo", o en el sentido de que es un "pelotudo que trasciende fronteras") parece agregar un plus al término propiamente malsonante, aun cuando no se pueda explicar en qué consiste ese plus.
Las palabras "recalcada" y "reverendo" (como adjetivo) no tienen usualmente otra función más que la de ser adjurios.
5 comentarios:
SIII,se usan mucho,y a veces intimidas a la otra persona usando los adjurios: hijo de tu reputisima madre; la GRAN puta madre que te REMIL parió; este pelotudo empelotante,o empingante o enchotante, se usan mucho en Tucuman;tambien son adjurios no?
Estos adjurios que ud. denota acá mesmo, son usados cuando el grado de furia supera la media normal y uno desea emprenderla a puñetazos con el aludido. Pero como uno se presume un pacifista o el insultado en cuestión es de un tamaño que incita al respeto, entonces usamos adjurios. Pero ahora que pienso hay algunas situaciones en donde el adjurio se usa irónicamente, como fundamento de una descalificación por el ridículo. Claro que éstos casos son bastante escasos. Es digno de mencionarse que siempre que uno use un adjurio debe verificarse una relación de fuerzas favorable a uno mismo, un camino de escape exitoso o una soledad absoluta´.
Javier: también esos son adjurios, sin duda.
Dormidano: por lo general usamos adjurios cuando el insultado no está presente, o cuando hay suficiente gente a nuestro alrededor que pudiera salir en nuestra defensa. Es correcta la apreciación.
Un día rompí un plato y mi hermano no llegó a insultarme: "Sos un reverendo... pero importante!!", me dijo. Ahora sé que me sentí adjuriado.
Señor Mux, usted me hace requeterecontracagar de risa.
Publicar un comentario