(Sustantivo. Del griego horáo = ver y sitos = alimento)
Inapetencia causada por ver o por manipular comida.
Es sabido que los heladeros están hartos del helado, y que los kiosqueros no desean atragantarse de golosinas. Las tentaciones duran poco tiempo, y llega un momento en que la sola visión de un cucurucho o un alfajor provoca hastío e incluso náuseas. Esto mismo puede extenderse a todo tipo de trabajo con alimentos. Los cocineros llegan a odiar el pollo a las hierbas; los empleados de Mac Donalds aborrecen la Big Mac y los panaderos terminan detestando las mediaslunas. Todos estos son casos de horosicio.
Sin embargo el término se aplica con propiedad a otro tipo de situaciones, más aleatorias. En todos los casos mencionados arriba la comida tiene una fuerte relación con el ámbito laboral. El horosicio, en este sentido más preciso, consiste en ese hartazgo que provoca oler, pelar, hervir, cortar y luego servir un alimento. El contacto tan íntimo entre el cocinero y el plato quita todo deseo de comer ese plato. Por eso, quienes sufren de horosicio sólo comen lo que prepara otro, pero pierden por completo el apetito si son ellos mismos quienes preparan el plato.
3 comentarios:
Necesito poner un kisko Y heladería urgente
Limpio la pileta de mi casa y soy el único que hasta ahora (vivo acá desde hace 4 años) no se metió. No puedo evitar ver una semejanza.
Ooootro tema.
En una calle de Congreso hay un graffitti de una cara hecho con stencil y al toque que
lo ví dije "Es el FORSO!"
Usted es grosso, Mux
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