(Sustantivo. Del griego tyché = suerte y iatros = médico. Adjetivo: tiquiatra)
Capacidad de recomendar un medicamento al azar y curar a un paciente.
La tiquiatría, a veces, puede ser fruto del error. Un médico que receta una inyección equivocada podría, por azar, curar al enfermo porque se había equivocado de diagnóstico. Dada su equivocación inicial, la inyección errónea resulta ser casualmente la correcta, pero ni él ni el paciente lo saben: se trata de un feliz azar.
Otras veces, la tiquiatría puede ser intencional. Si un médico recomienda una aspirina a un paciente hipocondríaco, en realidad le está recetando algo vagamente inofensivo para curar su obsesión por las enfermedades.
Por extensión, se puede denominar tiquiatría a la costumbre de recomendar medicamentos aunque no se sea médico y no se conozcan con exactitud los efectos secundarios, los síntomas ni sus causas. En todas las familias suelen haber algunos tiquiatras: abuelas, tíos o madres que poseen un botiquín con amplia variedad de remedios, y no dudan en administrarlos a sus parientes ante la aparición de ciertos síntomas que consideran relevantes. El tiquiatra guarda en su botiquín un amplio espectro: desde aspirinas hasta psicofármacos.
Los quiosqueros de barrio suelen ser tiquiatras en este último sentido.
1 comentario:
jajaja escupí la pantalla sin querer al leer la definición. muy buena.
Publicar un comentario