(Del g. chaos : caos, confusión, y el lat. culter: cuchillo)
Alteración producida por el desorden que se da en el cajón de los cubiertos, cuando cucharas, cuchillos y tenedores no están en sus respectivos lugares.
El cacultero se da cuando, habiendo compartimentos del cajón de los cubiertos para diferentes tipos de cubierto –cucharas, tenedores, cuchillos, cucharitas, otros utensilios-; estas divisiones no son respetadas y cada compartimento se ve invadido de cubiertos foráneos.
O, incluso, puede darse un cacultero en donde haya cubiertos colocados de forma tal, que estén atravesados y ocupando más de un compartimento.
O, puede ocurrir también, que en donde deba haber algún determinado cubierto, no sólo haya cubiertos de otra especie o utensilios de cocina que no corresponden –bombillas, abrelatas, pelapapas- sino que el lugar esté ocupado por cualquier clase de objeto extraño al cajón y al ámbito de la cocina en general: apósitos, vendas, destornilladores, alambre, hilo, cintas de moño, tuercas, papeles.
La interacción de las personas con el caocultero se da en general con alguna variante de la siguiente descripción:
La persona se acerca al cajón a buscar un cubierto determinado. Por ejemplo, un tenedor. Abre ligeramente el cajón, a fin de dejar expuestos los mangos de los cubiertos. Luego, toma uno de los mangos que asoman en el lugar donde deben estar los tenedores. Pero al jalar de él y sacarlo totalmente del cajón, descubre que es una cuchara. Enojado y maldiciendo a aquél que creó el caocultero, repite el proceso. Pero esta vez, saca un cuchillo. Más enfadado aún, introduce la mano más al fondo en el cajón, a fin de poder palpar la cabeza del cubierto, y poder tomar el cubierto correcto. Pero, en ese momento, la mano rosa el filo de un cuchillo –siempre en el lugar donde deberían estar los tenedores- y se produce un pequeño corte.
Al borde de un ataque de nervios, la persona quita totalmente el cajón de su estante, y, ante la vista completa de todos los cubiertos, toma aquél que iba a buscar. Luego, observa el cacultero y se da cuenta que no es tan grave como pensaba. Más aún: casi todos los cubiertos que quedan en el cajón están en su lugar correcto. En ese momento, piensa en acomodar los que se encuentran fuera de lugar, pero generalmente deja esa operación para otro momento. Ese momento que nunca llega.
Y más aún, el cacultero suele quedar intacto, porque es común que los cubiertos sacados por error del cajón, sean devueltos a él de manera brusca y caigan en cualquier orden.
2 comentarios:
No obstante, sigo convencida de que el cacultero se debe casi siempre a la intervención divina o de alguna fuerza extra humana. ¡No puede ser, de otro modo, que una persona esté segura de haber ordenado las cosas en su lugar y encuentre un cacultero a la hora de cortar el tomate!
...Se podría poner una cámara dentro del cajón, para ver cómo se produce el cacultero. Pero la introducción misma de la cámara en el cajón de los cubiertos, por sí misma, crearía un cacultero....
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