martes, 16 de febrero de 2010

Crematropía

(Sustantivo. Del griego Xréema = cosa y tropos = dirección)

Crecimiento de un objeto no vivo. 

Es usual suponer que sólo se desarrollan y crecen los seres vivos. Sin embargo, a lo largo de la historia se han escuchado historias de dudoso origen que aseguran haber visto a una piedra, una mesa de metal o un edificio crecer y agigantarse de manera espontánea. Se cuenta que a veces a un objeto puede crecerle otro de su misma clase (a una silla le crece otra silla; a un edificio otro edificio); a veces le crecen partes típicamente biológicas (hojas, brazos, piernas rudimentarias e inútiles, cabezas) A veces, finalmente, pueden crecerle otros objetos de géneros diferentes: a una silla puede crecerle un edificio y a un grano de arena todo un universo. 

El término no se aplica a aquellas partes de un ser vivo que siguen creciendo un tiempo después de que el ser vivo ha muerto, tal como ocurre con los cabellos, las uñas y los dientes. La crematropía sólo puede darse en aquellos objetos con los cuales existe la certeza de que naturalmente no poseen vida, al menos en el sentido usual del término.

1 comentario:

OPin dijo...

Muy bueno Maestro, pero, cabellos uñas y dientes no siguen creciendo después de muerto. La carne se retrae. Hable con su forense amigo.
Yo en la pileta de la cocina tengo una crematropía de platos, disculpe pero lo tengo que dejar para combatirla, digo lavarlos.
Un abrazo