jueves, 30 de abril de 2009

Perjusia

(Sustantivo. Del latín per = con insistencia y iubeo = ordenar)

Excesiva organización de un evento.


Este término se aplica a reuniones sociales masivas.

Una reunión desorganizada puede ser desagradable. Sin embargo, determinar con precisión y detalle de cada instante del evento y sacrificar la espontaneidad y el azar pueden hacer que la reunión se convierta en un fiasco. Si en una fiesta de cumpleaños se programan los acontecimientos con cierta libertad y laxitud, es posible que las cosas se den de manera fluida, sin tropiezos y con calma. En cambio, si se programa con una precisión neurótica el horario de llegada de los invitados, los rituales del corte de torta, la cantidad de minutos que se tarda en cenar y comer el postre, la exacta música que debe escucharse y la correcta ubicación de los comensales, se corre el riesgo de que cualquier imprevisto ponga en riesgo la estabilidad de todo el evento: si los invitados se retrasan, el cronograma se destruye. Sin cronograma, los mozos -quienes reciben la neurótica orden de seguir el programa- no sabrán cuándo repartir los canapés y la orquesta se sentirá desconcertada si a las 23:42 no puede dar comienzo al baile, tal como se había dispuesto.

También hay perjusia en aquellas fiestas en las cuales, si bien no se pactan rígidamente los horarios, se establecen sin embargo tantas rutinas que todo se vuelve aburrido y exasperante. Si en un casamiento hay: un ritual para ingresar a la iglesia, un ritual para sentarse, un ritual para salir, otro ritual para acompañar al cortejo; otro ritual para ingresar al salón de fiestas, otro para sacarse fotos y otro para bailar el vals, es posible que los invitados sólo asistan por compromiso. Si después de la cena hay un show de salsa, otro de batucada, otro de música brasilera, un mago, un contador de chistes y parientes que dan largos y emotivos discursos, es de esperar que desde muy temprano todos quieran irse a dormir.

Hay dos tipos de personas que fomentan la perjusia: los neuróticos y los inexpertos. En ambos casos -el primero por perfil psicológico, el segundo por desconocimiento- se desea tener un excesivo control de la realidad por miedo al fracaso.

miércoles, 29 de abril de 2009

Vorticario


(Sustantivo masculino. De vórtice.)

Vórtice de aire pequeño y controlado dentro del cual se pueden guardan objetos.

Parecería absurdo esconder joyas y otros objetos de valor en el ojo de un huracán. Sin embargo, si podemos controlar la tromba, si podemos darle una presión, una fuerza y una dirección determinadas, quizás pudiéramos lograr un centro de aire lo suficientemente seguro como para alojar en él, como en un escondite aéreo, las cosas de valor que deseamos conservar. El vorticario podría elevarse hasta la estratósfera, donde estaría a salvo de cualquier pariente cleptómano, y cuando necesitemos traerlo de vuelta podríamos "llamarlo" con algún aparato controlador de huracanes.

martes, 28 de abril de 2009

Pericupio

(Sustantivo. Del latín aperio = abrir y cupido = deseo)

Tendencia de las cosas a abrirse o a permanecer abiertas.

A veces las personas sufren de morifendia y olvidan cerrar puertas, ventanas, frascos y cuentas bancarias. A veces, por más que nos esforzamos por cerrarlas, las cosas tienden a abrirse solas: una puerta desnivelada; la tapa de una gaseosa, la boca en un momento inoportuno. A veces permanecen abiertas aunque intentemos cerrarlas: una canilla que gotea incesantemente, o la cuenta de un banco que nos sigue devengando gastos administrativos a pesar de todos nuestros cronoclépticos trámites por cerrarla.

lunes, 27 de abril de 2009

Pluscasi

(Adverbio. Del latín plus = más y casi = por poco menos de)

Por poco más.

El adverbio "casi" no contempla los casos en los cuales algo ocurre por poco, pero con una diferencia superior. Pensemos en el siguiente ejemplo:

A - ¿Has aprobado matemática? B - Casi apruebo. Saqué un seis con noventa y ocho. Por poco llego al siete.

En este caso, el "casi" indica que no se llegó. Pero no hay una palabra equivalente para el "llegué por poco, o con corta diferencia". Sería raro que el interlocutor B respondiera:

B - Casi apruebo. Saqué un siete con cinco centésimos. Llegué por poco al siete.
El "casi" de esta segunda respuesta es incorrecto. En su lugar, habría que utilizar la palabra aquí propuesta.

Pongamos otro ejemplo. El interlocutor A ha participado de un concurso cuyo primer premio era un automóvil, y cuyo segundo premio era un televisor. Si A gana por poco el televisor y por poco no gana el automóvil, puede decir que casi gana el automóvil, y que pluscasi ganó el televisor.

viernes, 24 de abril de 2009

Pomelímera


(Sustantivo. Del griego pollús = muchos; mélos = melodía y móira = porción.)

Convivencia sucesiva y ordenada de una variedad de fragmentos de melodías de diferentes canciones en la mente.

A veces nos encontramos tarareando una canción. Luego de la primera estrofa, nos viene a la mente una porción de otra canción diferente y, cuando cantamos esa otra, nos viene una tercera. El primer estribillo de "La vida es un carnaval" puede disparar "Ya no eres mi bombón", y el final de la segunda estrofa podría hacernos recordar un fragmento de "La Cumparsita". Las canciones aparecen de manera sucesiva y ordenada: siempre en ese orden, siempre después de tal o cual nota. Como si nuestra mente interpretara que algunas canciones diferentes son en realidad partes de una misma canción, o como si un instante preciso de una melodía fuese una puerta mental que conduce indefectiblemente a otra melodía.

jueves, 23 de abril de 2009

Tacholecia

(De tacho = cesto y del latín lectus = lecho)

Definición que no se condice con la etimología de la palabra que define.

En muchos casos es esperable que la etimología de una palabra reúna en sí una cierta porción de los significados que se encuentran analizados en la definición. Sin embargo, en algunos casos palabra y definición no se condicen y el origen del significado hay que rastrearlo en alguna arbitraria convención histórica refractaria a cualquier búsqueda etimológica.

La palabra "tacholecia", ¿es tacholécica?
- No se condice la etimología de la palabra con la definición (por lo tanto, es tacholécica), pero:
- Puede rastrearse su significado: ha sido creada a propósito, el día 23 de abril de 2009, para ejemplificar un caso de no-casación etimológica, para ser definida en Exonario. (Por lo tanto, tal vez no sea tacholécica)

miércoles, 22 de abril de 2009

Depreber

(Verbo regular de 2ª conjugación. Del latín dis = oposición y praebeo = ofrecer)

Invitar u ofrecer algo para luego atenuar o negar la invitación.

Un amigo nos ofrece pasar las vacaciones en su casa de playa. Antes de que le contestemos, él mismo dice "Claro, habrá que ver si mi mujer está de acuerdo. Y no sé si tengo camas para todos. Bah, tiramos unos colchones... Uy, no, muchos colchones no se pueden tirar porque no hay espacio. Y la verdad es que los días vienen bastante feos para ir a la playa... Bueno, ¿qué me dicen?. ¿Vienen?"

martes, 21 de abril de 2009

Bercleyo,a

(Adjetivo. De Berkeley, por George Berkeley, filósofo irlandés del siglo XVIII)

Dícese del mundo virtual que se rige con reglas similares o cercanas a las que postulaba Berkeley para el mundo real.

Según el pensador George Berkeley, los objetos sólo existen mientras son percibidos por un sujeto: si cesa la percepción del sujeto, todo el mundo desaparece.

Existen videojuegos que adoptan alguna variante de esta filosofía. En esos juegos, el mundo en el que se mueve el personaje principal se configura y reconfigura de acuerdo a la posición que ocupa ese personaje.
En el clásico juego Super Mario Bros, el personaje principal -Mario- se mueve a través de pantallas. El mundo que existe es el que se ve en la pantalla. Mario puede recoger una flor e irse. Pero luego, si vuelve a esa pantalla, la flor puede estar allí nuevamente. En otras palabras: el mundo no se comporta como autónomo; parece resurgir de manera idéntica cada vez que Mario avanza y retrocede por el recorrido: aun si Mario recogió un item, el item está nuevamente allí en el mismo lugar de la pantalla en donde ya no debería estar.
Los mundos bercleyos no tienen entropía: gracias a la reaparición continua de un mismo objeto, se puede intentar cumplir infinitas veces con una misión: basta con ir a la pantalla donde recogimos el item necesario, y ese item estará allí, esperándonos.

Conviene aclarar que un mundo bercleyo no debe ser, necesariamente un "Mundo de Berkeley" en todos los sentidos. En otras palabras, puede ser que un mundo bercleyo sólo en algún aspecto tome los postulados de Berkeley, y en otro aspecto, en cambio, se comporte como un mundo autónomo.

lunes, 20 de abril de 2009

Deconti

(Adjetivo. De "da cuenta")

Dícese de la persona cuyas decisiones son productos de un repentino darse cuenta de algo importante.

El deconti no cambia de gustos, de costumbres o de opiniones simplemente porque sí: todos sus cambios son producto de una profunda revelación o de un inescrutable y prolongado proceso mental. Puede haber tenido el pelo largo durante décadas, pero un día "descubre" o "se da cuenta" de que "el pelo largo es para estúpidos" y se lo corta. A partir de ese instante tiene opiniones descalificadoras para con todo aquel que tiene el pelo largo y puede llegar a tratarlos de inmaduros o de seres inferiores.

A veces el deconti marca su diferencia con las expresiones "yo ya me di cuenta de que..." o "yo soy el único que se da cuenta de que...", queriendo destacar que su decisión marca un estadio superior de madurez o de inteligencia. "¿Seguís jugando al póker con tus amigos? No, yo ya me di cuenta de que los juegos de azar son en realidad un engaño". "¿Todavía seguís saliendo con la misma mujer? Por lo que veo, soy el único del grupo que se dio cuenta de que la monogamia es una pavada".

De más está decir que las "revelaciones" del deconti son banales: "Yo me di cuenta de que la literatura no era lo mío el día en que quise escribir dos palabras y no pude. Ahí me di cuenta de que estaba para otra cosa mejor". También puede verse que el deconti aprovecha su supuesta revelación para declarar que, gracias a ella, su vida está mejor encaminada o ahora conoce qué cosas son buenas. Pero basta con que pase un corto tiempo para que el deconti tenga otra revelación, muchas veces en sentido contrario al de la revelación anterior. Entonces se da cuenta de que son estúpidos los que se dan cuenta de que dejarse el pelo largo es para estúpidos, y vuelve a dejarse el pelo largo, a jugar al póker o a violar huérfanas.

domingo, 19 de abril de 2009

Allanuramiento


(Definición y término enviados por Julio David Auster)

(m., abstr., de llanura, con pref. a-):

Trastorno que sufren aquellos que habitan zonas de altura muy elevada, que se manifiesta cuando se encuentran a nivel del mar y deben efectuar prestaciones físicas de alto rendimiento.

Aquellos que bajan desde los 4.000 m de altura (o más) sufren fenómenos de adaptación cuando se encuentran en zonas bajas. Contrariamente a lo que ocurre en el caso del apunamiento, en el que a los hipócolas (habitantes de zonas bajas) les falta el aire y se sienten incapaces de correr, los hipércolas (habitantes de zonas altas) muestran un exceso de energía y una velocidad extrema en todas sus reacciones. No es raro que, jugando al fútbol, por ejemplo, estas personas desfonden una red al patear al arco o que salgan disparados por la línea de fondo sin darse por enterados de que dicho arco existe.

viernes, 17 de abril de 2009

Propóndico,a

(Adjetivo. Del latín pro = delante, en favor de y pondere = pesar, sopesar)

Persona que interpreta cada frase como si expresara una preocupación, una queja o un lamento.

Usted le dice al propóndico: "Mirá cómo llueve". Él responde: "No te preocupes, vas a ver que dentro de un rato deja de llover".
Usted expresa: "Me quiero comprar una camisa". El propóndico acota: "Tranquilo, tranquilo, vas a ver que te la vas poder comprar".
Usted anuncia "Se me manchó la camisa". Su interlocutor expresa: "Eh, viejo, te quejás por todo. Te vivís lamentando"

Usted puede expresar que la noche anterior tuvo un dolorcito en el estómago y el propóndico lo acusará de hipocondríaco: "No, Pedro, no tenés cáncer. Quedate tranquilo".

Los anuncios que usted hacía sólo intentaban transmitir una información, sin énfasis ni marcas. Sin embargo, el propóndico se empeña en no entender su propósito e interpretar sus emisiones como si fueran gimoteos propios de quien se ahoga en un vaso de agua.
El propóndico es incapaz de tener empatía con sus interlocutores y rápidamente se vuelve una persona a quien nadie le puede confiar sus confidencias.

jueves, 16 de abril de 2009

Extrecanor

(Sustantivo. Del latín extremus = último y canorus = sonoro)

Último grito o sonido vocal que realiza una persona que muere violentamente y que es consciente de la muerte inminente.

Quien se estrella con su automóvil grita; un segundo después del impacto quizás intente balbucear o gemir y finalmente muere. Ese último gemido -o esa última sucesión de sonidos finales- son los extrecanores.

De acuerdo al tipo de muerte, el extrecanor difiere. El que cae de una gran altura tal vez sólo grite, o diga algún juramento final. El ahorcado hace un ronquido fuerte y desagradable; el decapitado puede hablar y articular palabras un par de segundos después de que su cabeza ha sido cortada.

Aun en los casos en que la muerte no sea violenta, se puede hablar de un extrecanor en el último estertor. Sin embargo, la inminencia de algo violento y definitivo es esencial para este concepto.

miércoles, 15 de abril de 2009

Copoliprato

(Sustantivo y adjetivo. Del griego copros = excremento; pollys = muchos y pragma = acción)

Objeto que tiene dos o más funciones no complementarias o incluso contradictorias.

Un reloj con cafetera; un rallador de queso con teléfono y bolígrafo; un llavero con termómetro, vaso y radio; un abrelatas que es también un bote, un lavarropas, un ropero y una plancha: todos estos son ejemplos de coplipratos.

Cuando las funciones del objeto son complementarias, el objeto se llama simplemente poliprato. Un ejemplo: teléfono celular que posee linterna.

La diferencia entre la copolipracia y la polipracia se basa en el concepto de "función complementaria". ¿Qué significa aquí la presencia o la ausencia de esta complementariedad? Establezcamos que la "funcionalidad complementaria" significa el aprovechamiento de la propia estructura del objeto. Por ejemplo, es parte de la "función complementaria" de un teléfono que, gracias a la energía que dispone, se pueda utilizar una parte de esa energía como linterna. Como puede verse, simplemente se encauza una funcionalidad dentro de otra. Ese es el caso del objeto poliprato.
¿Qué ocurre con el objeto copoliprato? Justamente todo lo contrario. La estructura del reloj no se puede aprovechar para incorporarle la estructura de una cafetera; más bien se trata de dos estructuras diferentes que han sido implementadas en una misma materia, generando la monstruosa unión de dos esencias inconciliables.

(El reloj - mesa que ilustra esta definición, ¿es copoliprato, o simplemente poliprato?)

martes, 14 de abril de 2009

Merdol

(Sustantivo. De mierda)

Pasta semilíquida homogénea formada a base de agua, papel, harina y excrementos que se utiliza como pegamento o como base para moldear artesanías.

Los ingredientes del merdol pueden variar: hay merdol sin harina ni papel -sólo agua y excrementos-, y merdol con solventes.
Cuando el merdol se seca y endurece, se convierte en mercilla.
Si se mantiene húmedo durante un cierto tiempo, los excrementos fermentan y forman una bebida, la merdolina.

lunes, 13 de abril de 2009

Ercondro, a

(Adjetivo. Del griego erxomai = ir y ndrón = árbol)

Dícese de quien pierde el objetivo de su discurso y se focaliza en algún detalle puntual y accesorio.

Esta definición y su término corresponden a lo que mienta la expresión "irse por las ramas". El ercondro no atiende a la urgencia o la premura con la que se le solicita una explicación o una información. "Usted busca la manguera contra incendios -dice el ercondro, interceptando a un bombero en mitad de una emergencia- ; la manguera está en el cuarto de la limpieza. En ese cuarto hay una escoba que barrió la cubierta del Titanic una noche antes de hundirse. Dicen que la limpieza fue perfecta y que el marinero que usó esa escoba se salvó pero curiosamente nunca más anduvo en barco ni barrió. ¡A que no se imagina cómo conseguimos esa escoba!"

A veces el ercondro es un detroloquista.

viernes, 10 de abril de 2009

Homofotocolobolofobócrono, a

(Adj. Del griego homoios = igual; photos = luz; kólon = miembro; bólos = arrojador; fóbos = temor y cronos = tiempo)

Dícese de la persona a quien le disgusta presenciar fotografías -en las que aparece ella misma, más joven- que han perdido la luminosidad y se han vuelto homogéneamente amarillentas por el paso del tiempo.

El homofotocolobolofobócrono ve esas fotografías con una nostalgia neblinosa; se ve a sí mismo más joven, pero también más borroso: el papel deslucido corre la misma suerte que la memoria. Deja de ser un reflejo fiel de un instante y se convierte en terreno de conjeturas laxas, apenas probables, casi irreales. Las imágenes amarillentas de los que hemos sido -como miembros de un pasado perdido y de un futuro venturoso que nunca llegó- son los testimonios raídos, imperfectos y silenciosos de esa nada sombría de lo que ya no está: la juventud, el paisaje de la infancia, la mascota que murió hace veinte años, los amigos aun con guardapolvos, la esperanza dichosa de algún día crecer y ser adulto.



(¿Será este el adjetivo más largo de la lengua española?)

jueves, 9 de abril de 2009

Escotícono

(Sustantivo. Del griego skotóma = oscuridad y eikones = imagen)

1. Aparición de imágenes vívidas e iluminadas en plena oscuridad.

Un escotícono puede ser algún fenómeno metafísico, paranormal o inusitado -como la aparición de un ser sobrenatural precedido por flores de gazol, o una builgoña- , o bien una alucinación provocada por una indebida excitación de la retina.
Los escotíconos no se dejan ver por una luminosidad propia; mas bien parecen iluminados. Como si una luz -desde arriba, desde abajo o desde atrás- los estuviese enfocando. De modo que el escotícono consiste, al menos, en dos cosas: la aparición de una imagen, y la fuente de luz que ilumina a la imagen.

2. Visión de imágenes en una porción del ojo en la cual se sufre un escotoma.

Un escotoma se caracteriza por una zona circunscrita de pérdida de visión, debido a una lesión en la retina. Se trata de una ceguera parcial y localizada, en la cual una parte de la retina no percibe imágenes y, por lo tanto, desde cierto ángulo no se puede ver.
Un escotícono consiste en la visión de imágenes -a veces inconexas y contradictorias- en la zona donde se tiene el escotoma. En otros términos, el escotícono es la reducción al absurdo del escotoma: en lugar de que el escotoma consista en no ver, mas bien consiste en ver cosas que no están , pero sólo con una porción del ojo afectado de escotoma. Como si en un televisor que tiene algunos píxeles rotos se pudiera ver otro canal precisamente a través de esos píxeles rotos.

(La foto muestra un escotoma. Imagine el lector que un escotícono fuera una imagen que ocupa ese lugar ciego y sombrío del centro)

¿Es una contradicción ver un escotícono dentro de un escófeno?

miércoles, 8 de abril de 2009

Feregrinar

(Verbo. Del latín fera = fiera y ager = lugar agreste y salvaje. Adjetivo: feregrino, a)

Correr en cuatro patas desnudo por el campo.

El feregrino se comporta como un animal; desoye la civilidad con la que fue criado y sacude sus sentidos. Se siente vital, libre, liviano y sin pensamientos. Siente como nunca la agudeza de su olfato, y la sangre tumultuosa corre en sus venas llenas de instinto. Es una fuerza indómita que sólo desea correr, desgarrar, engullir y fornicar.

Existe una subespecie del feregrino que sólo mora en las ciudades y practica la feregrinación en su propia casa, encerrado en un baño o en una habitación oscura. En el caso más patético, este sucedáneo de feregrino sale desnudo por la ciudad sólo para provocar a los transeúntes. Ese no es un auténtico feregrino; su nombre es ferinardo (Del latín ferinus = relativo a la fiera). El ferinardo no se siente libre ni vivo; es un hombre solitario y sociópata que sólo desea ser amado, deseado, apaleado o baleado.

Donde se conjugan pensamiento, temor, palabras y desnudez, encontramos ferinardos.
Donde hay vitalidad, aire libre, espacios agrestes, gruñidos y desnudez, encontramos feregrinos.

martes, 7 de abril de 2009

Cafiasporro

(Sustantivo masculino. De cafiaspirina y porro)

Sustancia o combinación de sustancias con efectos contradictorios.

El cafiasporro puede ser un preparado que se consume de una sola vez -por ejemplo, en una bebida-, o una serie de sustancias que se consumen de manera sucesiva.
Un sedante con café; un té de floripondio junto a un antialucinógeno; una pastilla de carbón junto a un purgante; un Sertal seguido de una parrillada completa; un vaso de agua con balurdo: estos son ejemplos de cafiasporro.

Es curioso que, muchas veces, la contradicción de efectos produce un tercer efecto inesperado, indeseable e impredecible. Por ejemplo, la combinación de un sedante con un euforizante puede provocar dolores de cabeza, inmovilización de piernas o remembranzas de hechos dolorosos y tristes.

La denominación "cafiasporro" se da cuando la contradicción de los efectos, si bien puede ser muy molesta durante un tiempo, no deja secuelas demasiado pronunciadas.

El "efecto cafiasporro" a veces es deseado y otras veces ocurre por distracción o negligencia.

lunes, 6 de abril de 2009

Nefascordio

(Verbo. De nefastus = impío, maldito y cordis = corazón, afecto. Verbo: nefascordiar)

Historia en primera persona que busca admiración a partir de una desgracia o una decisión estúpida.

Cuando llega la sobremesa, o cuando una reunión se vuelve prolongada, ya no quedan hazañas o aventuras heroicas para contar. En ese punto, comienza el tiempo de nefascordiar: los invitados compiten para ver quién cuenta la mejor historia que lo hace quedar como un pobre desgraciado o un imbécil. Es muy común que se elaboren contrapuntos de nefascordios: los invitados compiten para ver a quién le ha ocurrido el hecho más desgraciado o quién ha tomado la decisión más irracional. El nefascordio normalmente comienza con la frase: "No sabés lo que me pasó a mí". Ejemplos: El invitado A dice "Ayer me crucé con una persona que me miraba feo. Le pregunté por qué me miraba y me empezó a golpear. No sabés cuánto me golpeó. Lo quería esquivar y no podía. Se juntó gente a mi alrededor y se reía. En mitad de la pelea se me cayeron los pantalones". El invitado B agrega: "¿Y lo que me pasó a mí? No tenés idea. Fui a cobrar el sueldo y tuve un pálpito. Me metí en el casino y lo jugué todo. Perdí. Entonces pedí un préstamo para recuperar el dinero perdido. Volví a perder. Entonces saqué dinero de la empresa para recuperar todo. Volví a perder". El invitado C intenta levantar su apuesta: "¡Y si yo te contara! Me caí en una escalera mecánica de un shopping y cuando llegué arriba el borde de la escalera me agarró el cachete del culo! La escalera se trabó. Hubo que llamar a una ambulancia. Todos se reían"

sábado, 4 de abril de 2009

Fotoyopando

(Palabra y definición enviadas por Julio David Auster)

(Mejor que photoshopando. De Photoshop con terminación "ando, a" propia del gerundivo latino, "que debe ser sometido al Photoshop")

Dícese de todo aquel que ya no resiste una foto sin retoques.

Una persona fotoyopanda puede haber sido, en sus tiempos, muy chiflanda, pero el tiempo ha pasado y entre las arrugas y los efectos de don Isaac Newton y su gravedad, ya resulta inexcusable, si es que le interesa conservar su imagen consagrada, que la informática salga en su ayuda con su bisturí virtual.

Ejemplos de uso:
–Jorgelina, ¿no te das cuenta de lo fotoyopanda que estás? No te salva ni el Dr. 90210.
–Ese político ya está fotoyopando. No hay otra manera de tapar tantas canas sin que se note a dos cuadras.

jueves, 2 de abril de 2009

Gatojayjay

(Sustantivo y adjetivo masculino. De gato y jota, y ésta de pija = pene)

Hombre que imposta la voz y se comporta de manera sensual cuando se encuentra frente a un grupo de mujeres.

El gatojayjay se hace el "especial" cuando se encuentra con cualquier mujer que le resulte ligeramente atractiva: habla con voz gruesa, hace chistecitos con doble sentido y, si hubiere algún otro hombre presente que pudiera verse como competidor, hará un patético juego de rivalidades retóricas: lo pondrá en aprietos con algún cómico acertijo y tratará de generar una íntima complicidad con las mujeres. Si puede, hará quedar mal al resto de los hombres contando alguna historia vergonzosa o anticipando cierta información como "vos no te hagas el vivo que tenés novia", con lo cual pretende dejar fuera del juego de seducción a otro hombre presente. Este término se aplica sólo al hombre heterosexual.

Puntualmente, el adjetivo "gatojayjay" hace referencia a la pose seductora, no tanto al hecho de que el gatojayjay, además de seducir, pretende dejar fuera del juego al resto de los supuestos competidores. Conviene aclarar que muchas veces esos rivales están en la imaginación del gatojayjay.

miércoles, 1 de abril de 2009

Huicar

(Verbo. Mejor que weekar. Del inglés week = semana. Sustantivo = huiqueo)

Realizar actividades que son propias de los días hábiles.

Los domingos y los feriados tienen una "marca" especial. Durante esos días, no podemos hacer ciertas cosas que sí son posibles cualquier otra jornada de la semana y que conforman nuestro rutinario huiqueo. Si a la salida del trabajo hacemos trámites en el banco y luego tomamos una merienda en un bar, todas esas actividades son parte del huiqueo. Con justa razón, si alguien nos encuentra en ese bar durante el fin de semana, podría preguntarnos: "¿qué hacés, huicando un día domingo?".

Podrá observarse que uno puede huicar durante los días feriado. Eso pasa cuando se toman horas extras en el trabajo o cuando, por alguna extraña excepción burocrática, puede realizar trámites que son propios de los días de semana: "Ayer domingo estuvo abierta la oficina del registro nacional de las personas, y pude retirar el documento".

Cuando uno huiquea en un día feriado tiene un -a vececs delicioso- sentimiento de contrariedad. Los días feriado suelen estar acompañados de un "espíritu de feriado": los negocios están cerrados; la gente transita menos y va con poco apuro. El que huiquea percibe ese "espíritu" desde afuera, sin participar y quizás con algo de nostalgia.

Son parte del huiqueo ciertas actividades domésticas y personales. Afeitarse, vestirse con traje y corbata, arreglarse el cabello, pintarse los labios e incluso bañarse pueden ser parte del huiqueo.

Palabras relacionadas: Bisoliña, Hemeromorfia.