(Adjetivo. Del latín pro = delante, en favor de y pondere = pesar, sopesar)
Persona que interpreta cada frase como si expresara una preocupación, una queja o un lamento.
Usted le dice al propóndico: "Mirá cómo llueve". Él responde: "No te preocupes, vas a ver que dentro de un rato deja de llover".
Usted expresa: "Me quiero comprar una camisa". El propóndico acota: "Tranquilo, tranquilo, vas a ver que te la vas poder comprar".
Usted anuncia "Se me manchó la camisa". Su interlocutor expresa: "Eh, viejo, te quejás por todo. Te vivís lamentando"
Usted puede expresar que la noche anterior tuvo un dolorcito en el estómago y el propóndico lo acusará de hipocondríaco: "No, Pedro, no tenés cáncer. Quedate tranquilo".
Los anuncios que usted hacía sólo intentaban transmitir una información, sin énfasis ni marcas. Sin embargo, el propóndico se empeña en no entender su propósito e interpretar sus emisiones como si fueran gimoteos propios de quien se ahoga en un vaso de agua.
El propóndico es incapaz de tener empatía con sus interlocutores y rápidamente se vuelve una persona a quien nadie le puede confiar sus confidencias.
2 comentarios:
Oh Jorge, vos te quejás de todo!
:D
Nunca escribo en este blog, pero lo leo siempre y es mi favorito... Gracias y siga así!
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