(De tacho = cesto y del latín lectus = lecho)
Definición que no se condice con la etimología de la palabra que define.
En muchos casos es esperable que la etimología de una palabra reúna en sí una cierta porción de los significados que se encuentran analizados en la definición. Sin embargo, en algunos casos palabra y definición no se condicen y el origen del significado hay que rastrearlo en alguna arbitraria convención histórica refractaria a cualquier búsqueda etimológica.
La palabra "tacholecia", ¿es tacholécica?
- No se condice la etimología de la palabra con la definición (por lo tanto, es tacholécica), pero:
- Puede rastrearse su significado: ha sido creada a propósito, el día 23 de abril de 2009, para ejemplificar un caso de no-casación etimológica, para ser definida en Exonario. (Por lo tanto, tal vez no sea tacholécica)
2 comentarios:
Pero si Tacholecia" no es tacholécica, entonces no tiene sentido que exista la palabra "Tacholecia", pero al no existir ésta, tendría que existir otra, que a su vez sería tacholécica, y entonces volvería a existir la Tacholecia.
Sería como una luz estroboscópica, pero con regresión espacio temporal y todo.
Mhh... voy a desayunar.
¿Es aplicable a nombres científicos? Por ejemplo el pato criollo, cuyo nombre científico (Cairina moscata) significa que es del Cairo y huele a moscato, ambas cosas 100% falsas. O nuestra tortuga terrestre (Chelonoides Chilensis) que nunca pisó la república hermana.
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