Hace cuatrocientos años, en los valles del Lacio un pastor llevaba más de cien cabras. Una vez, cuando pasaba la Comitiva Real, uno de los súbditos dejó caer descuidadamente un anillo de zafiros. Una de las cabras se lo tragó. El pastor, dispuesto a reparar el daño, preguntó al súbdito qué debía hacer para recuperar el anillo: “tiene que abrir el estómago de la cabra”. “No sé cuál es la que se lo tragó”, dijo el pastor, ofuscado. El rey se asomó desde el carruaje real y rugió: “Abra todas las cabras. Abra cada cabra hasta que aparezca el anillo”.
Usos: "no puedo hacer lo que me pedís, es un abracadacabra" (aludiendo a la dificultad); "usted me dijo que esto era sencillo, pero para mí es un abracadacabra" (uso contrastante); "Esto es como encontrar una aguja en un pajar, es un abracadacabra" (uso que expresa, una vez más, la dificultad)
2 comentarios:
Cada día sos más creativo. Un abrazo.
Abracadacabra es una palabra màgica, de increìble musicalidad (entendida como calidad de mùsica),
que me hizo reìs mucho tratando de pronunciarla. La idea de hacerla aparecer en un campo del Lacio, donde vivo, me hizo imaginar mejor la situaciòn. Muy buena tu palabra, que me hace asociarla con abracadapalabra, seguramente emparentada con la tuya, ya que nace en el valle del alambre ( del que todavìa tiene memoria su pareja, la Alhambra), mientras un profesor de sopa de letras intentaba abrir las vocales cerradas.
Nick
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