(Del latín fari = hablar y del griego thanatos = muerte)
1. Decir una palabra mortal. Provocar o provocarse la muerte con una palabra.
Durante la edad media y parte de la modernidad se buscó infructuosamente dar con una palabra o una secuencia de palabras que produjeran la muerte. Una rama de la cábala se dedicó a la búsqueda de esta secuencia, con dispares resultados. En Venecia, durante el siglo XII, dos cabalistas murieron un instante después de pronunciar la palabra "cocoroccia", lo que a algunos les llevó a creer que esa era la palabra fortanática. Esa palabra (junto con una veintena de vocablos que, supuestamente, producían enfermedades en quienes los pronunciaban) fue resguardada durante cierto tiempo, hasta que la Iglesia Católica, en una cruzada por desalentar las relaciones carnales, bautizó a los órganos genitales con los nombres fortanásicos. De allí se deriva que a la vagina se la denomine "cachucha" o "cocorocha", y "poronga" al pene. Si las personas lascivas daban rienda suelta a sus deseos, probablemente pensaran sin querer en alguna de las palabras prohibidas y corrían el riesgo de morir o enfermarse gravemente.
2. Muerte por hablar mucho.
2 comentarios:
Tabú
[Cuento. Texto completo]
Enrique Anderson Imbert
El ángel de la guarda le susurra a Fabián, por detrás del hombro:
-¡Cuidado, Fabián! Está dispuesto que mueras en cuanto pronuncies la palabra zangolotino.
-¿Zangolotino? -pregunta Fabián azorado.
Y muere.
FIN
Esta es de las mejores, estoy conmovido. Un abrazo y felicitaciones.
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