QUINTA PALABRA DEL 2º CONCURSO EXONARIO
AUTOR: Rey Gualtrapa IV
(Adj. Del latín lucis = luz) y volo = querer. "Querer la luz".)
Dícese del estado de ánimo producido por la ingesta súbita de sustancias vasoconstrictoras y entumecedoras como el alcohol.
El origen del término aun no está claro. Segun los escritos que se conservan del gran cronista latino Canduterio el Tenaz (Canduterium Tenacis) esta expresión era usada por los soldados romanos a modo de mofa hacia sus compañeros que permanecian de guardia, sobre todo en la época de la decadencia del imperio, cuando a los rudos legionarios se les permitia beber en la garita de vigilancia. De este modo hacian referencia al deseo y ansiedad que sentian los centinelas por ver la luz del dia y acabar de una vez sus largas veladas de guardia nocturna. Otros escritores situan el origen en ancestrales costumbres de culturas de las que no tenemos el mas minimo rastro de ellas. Al parecer preparaban tónicos reparadores a base de extractos de plantas silvestres cociendolas a fuego lento en grandes hogueras. Segun cuentan las leyendas, los individuos se situaban en circulo alrededor de dicha hoguera, y tal era la necesidad por esta bebida que apenas esperaban a su completa cocción, y se lanzaban como almas que lleva el diablo en busca del brebaje sin reparar en las llamas de forma lucivólica, es decir, queriendo la luz. Actualmente se emplea en situaciones embarazosas, como cuando nos someten a un control de alcoholemia en carretera (anoche me pararon de regreso y me trincaron una tasa de 0,3 lucivólicos en sangre ), o cuando queremos evitar preguntas indiscretas (lo siento cariño, con el lucivólico que llevaba anoche encima no me acuerdo de nada). De momento no se ha encontrado referencia alguna a su uso para calificar a los arbitros de futbol, pero todo se andará.
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