(Adj. Del latín lacrima = lágrima)
Persona que llora sin sentimiento de congoja.
No se llama "lacrito" a quien tiene los ojos llorosos por causa de una alergia o de la esencia de una cebolla. El lacrito no sólo lagrimea; también acompaña su lagrimeo con hipos, quejidos y pataleos. Sin embargo, curiosamente, manifiesta no sentirse triste.
A veces, una persona puede ser lacrita por costumbre o placer. Otras veces se trata de un caso patológico. Como suele ocurrir con estas cuestiones, es difícil decidir dónde trazar la línea.
Los niños suelen ser lacritos.
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