(Sustantivo. Del latín rideo = reír y loquor = hablar)
Explicación o apreciación involuntariamente graciosa de un hecho, habitualmente trágico.
A veces, el ridiloquio se produce simplemente por pronunciar mal una palabra. Ejemplo: "Mi hermana murió de un embole celebral, pero ya tenía un enema pulmonar". Otras veces, hay ridiloquio cuando se dice una frase contradictoria:"mi hijo tuvo graves quemaduras. Yo le compré bengalas, petardos y cañitas voladoras, pero nada de pirotenia". Otra forma de ridiloquio, finalmente, consiste en decir una frase incongruente. Por ejemplo, en lugar de decir "mi más sentido pésame" en un velorio, decir "felicidades".
5 comentarios:
Jorge, te invito a ver el bonito link que te hice en mi blog.
Salud.
no recuerdo, jorge, si le conté una anécdota que me sucedió en mi adolescencia (y si ya se la conté, la comparto al menos con los exonaristas): había fallecido el padre de un amigo, yo no tenía mucha experiencia en velorios y me generaba mucha ansiedad tener que pasar por esa prueba. no tenía ninguna gana de ir (y tal vez hubiera sido mejor que no fuera).
el asunto es que voy a la funeraria, entro a la habitación donde velaban al padre y lo veo a mi amigo parado al otro lado del cajón, recibiendo las condolencias del caso. ni lerdo ni perezoso, cruzo la sala, rodeo casi sin mirarlo al difunto, me acerco a mi amigo, le extiendo la diestra (por poco no apoyé como quien no quiere la cosa la zurda en el féretro) y con la mayor naturalidad que pude fingir en ese momento le digo:
«¿qué tal?»
¡pero qué animal! ¡qué ridílocuo! todavía hoy no sé si reir o putearme. lo único que puedo alegar como excusa es mi inexperiencia (la muerte es algo que también se aprende con los años).
Creo que peor caso es una amiga que luego del funeral de la madre de su amiga se despidió con un "che, bueno, suerte".
No?
No, no?
Che, bueno, suerte.
y peor ese que en el discurso de homenaje del muerto dice:
fue una autentica joya, un verdadero potasio (por topacio)!
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