(Paraguay y Uruguay)
Capacidad que poseen ciertos objetos de provocar el deseo de morderlos. / (usado con menos frecuencia): Cualidad de los objetos que al ser mordidos producen placer y excitación.
Entran en la categoría de "mordisconeabilidad" los siguientes objetos: piernas, cuellos, senos, labios, chocolates, frutas maduras, mascotas y muñecos de raso.
La mordisconeabilidad de un objeto siempre produce una fuerte salivación.(Gracias Malena Oxum)
3 comentarios:
Señor Jorge Mux: creo a mi modesto entender que le está faltando mencionar el objeto mordisconeable por excelencia.
A diferencia de los mencionados a modo de ejemplo en la nota, el que le menciono no depende del sexo del mordisconeante, ni de su edad, ni de su apetito.
Sencillamente me refiero a las uñas.
De más está agregar a la lista de entidades mordisconeables las retaguardias de lápices staedtler, los capuchones de birome Bic y el cuerito calloso cercano a las uñas.
Saludos, Mux.
The Bug y Mantis: muchas gracias por vuestros valiosos aportes.
Yo haría una distinción (sólo para polemizar con vosotros): una cosa es un objeto al que efectivamente uno muerde muy seguido, y otra cosa es un objeto mordisconeable. Hay objetos que solemos morder pero que no son mordisconeables.
A mi modesto entender, las uñas no son mordisconeables; uno las muerde por una especie de hábito reflejo. Las pelotas inflables, sobre todo si tienen colores fluorescentes, sí son mordisconeables aunque uno no las muerda. La distinción es muy pequeña, y a veces es difícil decidir dónde se traza el límite de la mordisconeabilidad.
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