(De mortar)
Dejar de ser un cadáver reconocible e identificable.
Cuando el muerto todavía tiene identidad; una tumba y deudos que lo recuerden, se dice que este muerto está mortando. Si algún pariente abriera la tumba y el ataúd, podría decir: allí están los huesos de Fulano.
Pero llega un momento en el cual la degradación física se vuelve tan pronunciada que las partes ya no pueden reconocerse: sólo hay tierra, o varios restos de huesos juntos -si se ha estado en un osario común-, o apenas una lápida borroneada. En estos casos, el cadáver está desmortado. El muerto ha dejado de mortar, y ahora pasa a un periodo de fusión elemental con la tierra inanimada.
2 comentarios:
Jorge, disculpe la ignorancia... pero en el caso de difuntos que al tercer día no son reconocidos ni por sus discípulos... también se aplica? ;)
Saludos!
Lisandro
Si el difunto todavía tiene cierta integridad corporal, no se aplica.
Si cayó dentro de una picadora de carne gigante, y no podría ser reconocido, y ya no tiene partes integradas y ni la ropa ni los órganos son reconocibles, entonces la persona ya está desmortada desde el momento en que murió.
Los que eligen ser cremados y piden que sus cenizas sean desparramadas, se saltean el perídoo de mortación. Se desmortan apenas se arrojan las cenizas.
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