lunes, 5 de enero de 2009

Cronápero,a

(Adj. Del gr. cronos = tiempo; a = partícula negativa y péras = límite)

Dícese de quien realiza visitas a conocidos y parientes sin fijarse un límite horario.

Hay personas sumamente cuidadosas con el tiempo ajeno. Algunos hacen cortas visitas a sus amigos y están atentos a todas las señales de sus anfitriones: bostezos, impaciencias, horarios de cena, tics, golpeteos en la mesa o gritos histéricos. Un visitante ideal se retira mucho antes de sospechar que pudiera estar volviéndose molesto o inoportuno. En cambio, el cronápero -cronocléptico por excelencia- no pone reparos en la extensión de su presencia. Se concede a sí mismo el privilegio de asistir a toda la intimidad de la familia de su conocido: lo acompaña a tomar mate con galletitas a las siete de la tarde; luego acepta ser invitado a la cena; le habla mientras se ducha; más tarde se queda en el living viendo una película con los hijos y luego cuenta historias y toma café hasta las siete de la mañana, ante los aburridos bostezos de sus anfitriones. Si le ofrecieran una cama o un lugar donde quedarse, no dudaría en seguir allí por tiempo indefinido.
Tarde o temprano al cronápero se le niegan las visitas o se le ponen excusas del estilo "ya me estoy yendo". Víctima de una sorprendente fragilidad emocional, el cronápero se ofende y deja entrever que lo "están haciendo a un lado". A veces simplemente aprende y ya no se vuelve tan difícil de soportar. Otras veces se suicida, o por despecho mata a quienes antaño lo recibieron y padecieron su presencia.

1 comentario:

sonoio dijo...

estoy de acuerdo con la acepción y la existencia de cronáperos, pero agregaría un item al final de los cronáperos: la absoluta indiferencia por las medidas tomadas por los anfitriones.