(Sustantivo. Del latín dis = separación e instructivus = instructivo)
Tendencia a hacer funcionar aparatos sin leer las instrucciones.
Casi siempre nos creemos capaces de descubrir con rapidez y eficiencia todas las funciones de los objetos de manufactura que nos rodean. ¿Qué tan difícil puede ser descubrir cómo se manda un mensaje de texto en el nuevo celular? ¿Tan complicado puede ser poner un DVD en el reproductor? ¿Es una tarea imposible armar un colchón inflable? Sin embargo, cuando lo intentamos algo malo pasa. El celular nos da un mensaje raro, o el botón de "enviar" borra el mensaje. Los cables del DVD no parece que estuvieran bien conectados, y el colchón se infla, pero enseguida se desinfla. A pesar de estas muestras evidentes de impericia, insistimos en el empeño de no leer el manual. Tenemos la desenfrenada esperanza de que las cosas fueron hechas con una lógica simple (la única que somos capaces de entender) y que, con unas pocas y cuidadosas observaciones deben funcionar.
A veces llegamos a descubrir alguna que otra función. Enviamos el mensaje de texto, pero no podemos ponerle acentos, o no encontramos el teclado predictivo. A veces, por azar, sacamos una foto o escuchamos un ringtone nuevo, pero no sabemos cómo volver a hacerlo. El DVD funciona, pero no se ven los colores. El colchón se infla por unas horas. Nos quedamos con una operatividad a medias que nos limita las posibilidades de uso del aparato. Pero no caemos en la cuenta de que el instructivo pueda ser, quizás, útil.
Los yoliarreglos son invariablemente afectados de distructivia.
3 comentarios:
En lanueva.com somos todos distructivos:
http://www.lanueva.com/redescubriendo/
Saludos, don Mux.
¡Qué bárbaro! ¿Fue usted? Si es así, muchas gracias.
Usted lo merece. Sólo le pido disculpas por la demora.
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