viernes, 19 de diciembre de 2008

Fagóptero


(Adj. Del griego phágo = comer y -ópter = observador)

Persona que vigila lo que otros comen

Una madre obsesionada por la cantidad y calidad de comidas que ingiere su hijo; una tía abuela solterona que siente un enorme placer en ver cómo sus sobrinos nietos degustan sus abundantes, variadas y empalagosas tortas caseras; un cocinero amateur que está esperando la aprobación de sus amigos por su último experimento culinario o un hombre que goza viendo a su amante comer el plato que él preparó: todos ellos son fagópteros.

El fagóptero es una clase especial de voyeurista. Las diferencias entre uno y otro observador no son tan grandes: la comida y el sexo poseen un ingrediente de enorme seducción. La única diferencia notable entre el fagóptero y el voyeur es que mientras el voyeurista se solaza observando sin participar, el fagóptero espera una reacción por algo que él mismo ha preparado.

El fagóptero puede estar al límite entre lo puramente culinario y lo lúbrico. Algunos fagópteros, cuando ven a alguien probando sus platos, puede murmurar por lo bajo: "Así, así me gusta, cómo te comés la patita de pollo... Sí, cómo te tragás la salsita de roquefort que te preparó papito". Este último tipo de fagóptero se excita conjugando la observación del disfrute de sus comensales con el recuerdo de cómo preparó cada bocado.

2 comentarios:

The Bug dijo...

Mux, ¿hay alguna posibilidad de que me averigüe un calificativo que ando necesitando para calificarme a mi mismo?
En cierto sentido debe ser muy similar a "fagóptero".
A mi me pasa que no evitar escrutar el rostro de la gente a la que le muestro algo que he escrito, o que en mi presencia curiosea por mis blogs.
Trato de relacionar cada expresión (sonrisa, asombro, asco) con la dirección de sus ojos para detectar qué parte exacta está leyendo.
Incluso cuando no me es claro el lenguaje corporal, impulsivamente interrumpo con preguntas tales como "¿por donde vas?", "¿qué te dio risa?" y similares.
Es más fuerte que yo.
A pesar de que se que la expresión escrita -así como la pintura y la música de estudio- es una de las actividades en la que el autor menos feedback recibe, yo me empeño en buscar de la forma más sutil una devolución involuntaria de mis lectores.
Se agradece que pueda brindarme el Exonario una respuesta, imagínese que es my complicado insertar esta sarta de explicaciones en una conversación cualquiera o cuando alguno que estaba leyendo me pregunta "¿que mierda te pasa que no me dejás leer tranquilo?"

Anónimo dijo...

El mundo de las perversiones es amplio...