Actuar enérgicamente sin necesidad, con malos modales y de manera caprichosa.
El que gordonea tiene "actitud de gordo". Existe una opinión popular según la cual las personas obesas se malhumoran fácilmente y tratan de imponer su voluntad con voz alta y con gritos agudos acompañados de golpes de puño sobre una superficie sólida. Según esta opinión, además, los obesos se malhumoran cuando no se les cumplen las siguientes demandas: un asiento confortable, baja temperatura y comida. Cualquier actitud de una persona -sea o no sea obesa- que pueda encuadrarse dentro de esta manera de actuar, es una forma de gordonear.
Por otra parte, la corpulencia es siempre un buen elemento intimidatorio. Por eso, el gordoneo y la actitud mafiosa pueden complementarse sin problemas.
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